Ť Trascendió que Garcés será el nuevo presidente de la Primera División
En pleno festejo por la clasificación del Tri, Burillo y Lebrija se pelearon
Ť El Güero amenazó con despedirlo del Toluca, según confió una fuente de la FMF
MIGUEL ANGEL RAMIREZ
En pleno festejo del Tricolor por la conquista del boleto al Mundial 2002, Alejandro Burillo Azcárraga, presidente de la comisión de Selecciones Nacionales, y Rafael Lebrija, titular de la Primera División, intercambiaron insultos y golpes.
Las consecuencias parece que serán graves para este último, pues Víctor Garcés, vicepresidente de Cruz Azul, ya fue elegido como su sustituto y se llevó también la amenaza de que saldrá del Toluca.
Una fuente de la Federación Mexicana de Futbol confió que en el vestidor de la selección mexicana, luego de vencer ésta a su similar de Honduras el domingo, se escucharon insultos y recuerdos familiares que interrumpieron la fiesta.
Jugadores, cuerpo técnico y algunos directivos no salían de su asombro al ver el pleito entre Burillo y Lebrija, y fue el portero Oswaldo Sánchez el primero en intervenir para poner orden.
Cuando estuvieron separados pudo apreciarse que Burillo se llevó la peor parte. Lebrija quiso fumar inmediatamente la pipa de la paz, pero no tuvo ningún éxito. El responsable de la Comisión de Selecciones, además de volver a insultarlo, le adelantó que lo correrán del Toluca, donde trabaja como presidente.
Al retornar la calma, en el vestidor se empezaron a preguntar por qué había sucedido todo eso.
Como no tenían la versión de los directamente involucrados, en ese momento dedujeron que fue por el acceso a la caseta, pues vetaron a algunos y hubo otros, como Enrique Silva Terán, presidente de la Tercera División e integrante del consejo nacional, que entraron a la fuerza.
Nuestro informante recordó que en una sesión del consejo nacional golpeó con sus manos la mesa de trabajo y se le quiso ir encima a Enrique Borja, entonces titular de la FMF. En aquella ocasión Jesús Galindo Zárate, presidente de la Segunda División, se interpuso para calmarlo.
En otra oportunidad le tocó a Alberto de la Torre, hoy al frente de la federación, proteger a Edgardo Codesal, presidente de la Comisión de Arbitraje, cuando Lebrija lo quería agredir.
Rafael Lebrija, a quien responsabilizan de haber puesto en peligro la clasificación a la Copa del Mundo por abrirle paso a Enrique Meza en la dirección técnica de la selección, no sólo comprobó el domingo que carecía de derecho alguno para subirse al barco del triunfo, sino que Burillo nunca lo perdonó del todo.
Cuando la presión crecía para que se diera un cambio en la silla principal de la Primera División, De la Torre logró una reunión de Lebrija con Burillo y el influyente dueño del Atlante e Irapuato aceptó brindarle nuevamente su apoyo.
Pero después de lo del domingo, a Lebrija lo bajaron del avión que llevó a la selección nacional a España y ya se escogió al que será su sustituto: Víctor Garcés.
En ningún grupo de poder parece tener refugio Lebrija. Televisa desde hace mucho que lo quiere fuera de la FMF y a Juan José Leaño, presidente de los Tecos de la UAG, lo único que le interesa es buscarle acomodo en la federación a su vicepresidente Dionisio Fernández.
Y si quisiera cobijarse con el grupo de la selección, está más que perdido. Los jugadores, como muchos dirigentes, nunca le van a decir un no a Burillo.
Cuando se hizo cargo de la Comisión de Selecciones, los del consejo nacional, que preside De la Torre, le informaron que el premio por la clasificación al Mundial sería de 50 mil dólares para cada seleccionado.
Luego Burillo pidió permiso para recompensarlos a título personal y, según trascendió, la suma se elevó a 100 mil dólares.