MIERCOLES Ť 14 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Sepultaría el nuevo aeropuerto una veta de restos paleontológicos, en Tocuila

J. SALINAS, R. ALVARADO Y M. PEREZ CORRESPONSALES Y ENVIADA

Texcoco, Mex., 13 de noviembre. Tocuila es una veta de restos paleontológicos pero ha sido poco explorada. Hace cinco años, durante la construcción de una cisterna en una casa particular, fueron encontrados de manera accidental los restos óseos de cinco mamuts y más de mil huesos de caballos, aves, camellos, felinos, bisontes, conejos, tortugas, peces y moluscos, entre otras especies que habitaron la región hace más de 10 mil años. Hoy es un museo casi desconocido y al que pocos, la mayoría extranjeros, le prestan atención pese a ser uno de los yacimientos más importantes de América.

"Este paraíso paleontológico" ?así considerado por investigadores? quedaría enterrado con la construcción del nuevo aeropuerto y el subsecuente crecimiento de la mancha urbana. Hasta la fecha se han localizado 16 puntos en 45 hectáreas donde se tiene la certeza de que pocos metros bajo tierra hay restos de esas especies milenarias.

El paleozoólogo Joaquín Arroyo Cabrales y el arqueólogo Luis Morett Alatorre explican que de esas 45 hectáreas, 15 están dentro de las 599 expropiadas al ejido de Tocuila. "Por ley el INAH está obligado a realizar tareas de investigación, diagnóstico y rescate para establecer con precisión la magnitud del patrimonio que sería afectado. Esta condición no es opcional, la omisión de ello implicaría responsabilidad legal de la institución", enfatiza Morett Alatorre.

Ante el silencio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes acerca del proyecto y trazo definitivo del nuevo aeropuerto internacional, algunos pobladores ?que condicionaron la investigación del hallazgo paleontológico a dejar todos los restos en Tocuila? dicen que este museo estaría en los límites de las pistas de aterrizaje; otros, que estará en uno de los costados de la zona de acceso de los pasajeros, entre el desarrollo hotelero y comercial.
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El proyecto de investigación del depósito de fósiles del pleistoceno final y holoceno temprano sobrevive por la terquedad de Arroyo Cabrales y de Morett Alatorre, quienes desde agosto de 1996 han sostenido el proyecto con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Universidad Autónoma de Chapingo, Fundación Pascual y del ayuntamiento de Texcoco.

Ahora tratan de convencer a la organización National Geographic para continuar con las excavaciones y la investigación en Tocuila. Pocos antes de que se publicara el decreto de expropiación de los 13 ejidos del ex vaso de Texcoco, un grupo de la BBC de Londres visitó el museo de Tocuila, localizado en un predio de 500 metros cuadrados con 30 metros de excavación y cinco de profundidad.

Las imágenes de defensas (conocidas comúnmente como colmillos), cráneos, pelvis, molares y vértebras de los mamuts que datan, según los especialistas, de entre 10 a 11 mil años antes de Cristo, fueron parte de un extenso reportaje que sobre sitios similares en el mundo fue difundido por la cadena inglesa. "Una de las pelvis halladas mide dos metros de largo, muestra que se trató de un gran macho que pudo haber pesado hasta cuatro toneladas", expone Morett.

Este miércoles algunos de los habitantes de Tocuila y los responsables del proyecto inaugurarán de manera formal el diminuto museo. "La apertura estará a cargo de investigadores en paleozoología del INAH; lo que nos interesa es poner en servicio el museo y llamar la atención sobre el extraordinario valor que tiene la región de la ribera lacustre del ex lago de Texococo como área de interés paleontológico", dice Morett.

No se tiene una idea precisa de cuándo los habitantes de Tocuila empezaron a encontrar, con la construcción de sus viviendas, lo que ellos llamaban "huesos" y que por su tamaño les atraían. Después fue un secreto a voces entre los pobladores de que se trataba de restos de mamut, pero guardaron silencio por el temor de que el gobierno expropiara sus tierras debido a los descubrimientos.

En 1996, cuando Celso Ramírez excavaba para construir la cisterna de su casa se topó con fragmentos de huesos, que por su dimensión presumieron correspondieron a un mamut. Celso pidió asesoría a la Uach y permitió que los investigadores iniciaran el salvamento del material.

Durante los primeros tres meses, narra Morett, se rescataron restos de aves y del cuerpo del enorme animal que estaban casi a flor de tierra. "Al continuar las excavaciones nos percatamos del valor del yacimiento por la extraordinaria cantidad de cráneos y defensas. Delimitaron el área de exploración, '"de otra manera la investigación sería inmanejable".

Dos años después del hallazgo en Tocuila, fueron encontrados restos de mamut en San Vicente Chicoloapan, que se sumaron a los de Tepexpan y Ecatepec. El museo Casa de Morelos de este municipio tiene el mamut más completo del país. Esto muestra la riqueza paleontológica de toda la ribera lacustre del ex vaso de Texcoco.

En Tocuila, los investigadores Morett y Arroyo Cabrales exponen su hipótesis de cómo se formó el yacimiento de los restos fósiles: podría tratarse de una manada que se encontraba en el lecho del lago y fue atrapada por una avalancha de lodo producida por la intensa actividad volcánica que hace mil 600 años tuvo el Nevado de Toluca. El asunto es investigado en la Universidad de Liverpool, Inglaterra, por la geóloga Silvia González y el vulcanólogo David Hoodart. En tanto, aquí se piensa en sepultar el lugar con pistas.