MIERCOLES Ť 14 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť El arte no necesita de muletas porque es visual, dice
Editan catálogo de El rostro de los vivos, muestra de Arturo Rivera
MERRY MAC MASTERS
El artista Arturo Rivera suele decir que de viejo quisiera pintar un florero con una flor y que detrás quede la tragedia, sin necesidad de puñales ni de sangre. Su obra, es indudable, tiene una gran carga de dramatismo. No por nada intituló su más reciente exposición El rostro de los vivos, efectuada en agosto del año pasado en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
De esa muestra, por fin se ha editado el catálogo/libro que ahora sí será presentado mañana a las 19 horas en el Museo Rufino Tamayo (Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec).
Hace cuatro años Rivera tuvo una operación en el corazón. ''Me sacaron el corazón como azteca y lo mantuvieron en hielo y agua mientras me ponían una bomba extracorpórea. Quitaron la válvula aórtica y pusieron una mecánica.'' Esa intervención quirúrgica lo cambió: ''Dicen que cuando te ponen un órgano que no es tuyo, las reacciones químicas del cerebro funcionan de manera distinta. Me acuerdo que desperté muy irascible. Mi vida era confusa. Luego, mi pintura está cambiando también, pero no porque quiera cambiarla. Estoy metiendo menos elementos, está más limpia''. (El óleo Ejercicios de la buena muerte, incluido en el catálogo, es un homenaje a su operación a corazón abierto.)
Fundar una escuela de arte en Torreón
Pintor que optó por una figuración verista, como escribe Carlos Blas Galindo, curador de El rostro de los vivos, Rivera tiene mucho que decir acerca de los jóvenes artistas de hoy: ''La mayoría están mal informados. También fui joven; quemé un caballete en la calle de Mazatlán para decir que la pintura de caballete había muerto. Hay un hueco histórico entre los chavos ahora. Creen que pintar es como retrógrada. Pero pintar es lo más espiritual que hay dentro de las artes plásticas, bueno, esculpir, pintar o grabar, porque está la huella del hombre.
''Sin embargo, la postura de un instalador o de algún otro artista, por mucho talento que tenga, carece de una factura humana. Todo esto tiene una muleta que es la teoría. Para que puedas ver una cosa de éstas, te echan un rollo. Pero el arte no necesita muletas porque es un lenguaje visual que impacta y punto.''
Arturo Rivera considera la idea de fundar una escuela de arte, ahora en Torreón, ''ciudad que me ha acogido muy bien. Las veces que he impartido talleres allí, veo el hambre que tienen los jóvenes de aprender y lo poco que tienen''.