MIERCOLES Ť 14 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť La recuperación, de darse, empezaría en 2003, advierten analistas
Aun con reforma fiscal, crecimiento de 1%
DAVID ZUÑIGA
Las proyecciones del gobierno federal para el próximo año son "muy optimistas", pues aun cuando se apruebe la reforma tributaria el crecimiento del producto interno bruto (PIB) no será de 1.7 por ciento, sino que apenas se acercaría a uno por ciento y la recuperación, de darse, empezaría en 2003, advirtieron analistas de los sectores privado y académico.
César Castro Quiroz, director del Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (CAPEM), señaló que las exportaciones seguirán "castigadas" el próximo año, al igual que el mercado interno. Según sus cálculos, si no se aprueba la reforma fiscal y si el gasto público y la economía estadunidense crecen sólo 0.3 por ciento cada una, el avance de la economía nacional será similar.
El director general de Consultores Internacionales, Julio A. Millán Costabile, aseguró que aun cuando se aprobara la reforma fiscal, ello no tendrá un efecto significativo en el PIB ni en la recaudación del próximo año porque la economía se encuentra en recesión.
Para 2002, agregó, el gobierno foxista deberá corregir el subejercicio del gasto que cometió en su primer año "por exceso de normatividad, novatez o falta de decisión" y empezar a liberar recursos desde el primer día del año. Asimismo, señaló que, más que los salarios, deben vigilarse los bonos que se pagan a los altos funcionarios.
Aumentar la captación, señaló, requiere "mucho más" que generalizar el IVA o aumentar otros gravámenes: la clave está en mejorar la administración fiscal, promover la formalización. "Las tablitas de salvación no existen. Hay que buscar opciones porque la reforma que se apruebe ya no va a ser integral. Definitivamente no va a haber recuperación en 2002. Si tenemos oportunidad de verla, será en 2003".
Alicia Girón, directora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, consideró inviable el crecimiento de 1.7 por ciento para el próximo año y señaló que ese era el pronóstico que tenían los investigadores universitarios antes de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos. Aunque se apruebe la reforma tributaria, lamentó, el gobierno federal no tendrá suficientes recursos debido a la caída de los precios del petróleo y las áreas más afectadas serán el gasto social y la educación, como ocurrió en 1983.
El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Javier Prieto de la Fuente, señaló que el gobierno deberá seguir con los recortes de personal y ejercer la mayor parte del presupuesto en el primer semestre del próximo año. Además tendrá que dar prioridad a la educación, la salud y la creación de infraestructura, lo que será "un paliativo" para contener el desempleo en la industria.
Asimismo, será necesario impulsar el mercado interno y las cadenas productivas mediante las compras del Instituto Mexicano del Seguro Social, la Comisión Federal de Electricidad y Pemex a pequeñas y medianas empresas mexicanas.
José Valles Luévanos, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), explicó que los efectos de la reforma fiscal no serán inmediatos debido a la recesión y a que será necesario modificar leyes y reglamentos.