MIERCOLES Ť 14 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Plantea Rangel Domene reducir más la meta de déficit fiscal de 0.65 por ciento

Critican banqueros el paquete económico; no rompe dependencia de ingresos petroleros, dicen

Ť Insta a reconocer como pública la deuda del Instituto de Protección al Ahorro Bancario

VICTOR CARDOSO

El sector bancario del país criticó el proyecto de presupuesto para 2002 porque no encamina el gasto gubernamental con mayor velocidad hacia el déficit cero y no termina de romper con la dependencia de los ingresos petroleros.

Según el presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), Héctor Rangel Domene, si bien se plantea la posibilidad de ampliar el gasto público en función de una posible aprobación de la reforma hacendaria, "nos habría gustado ver mayor avance en la reducción del déficit público y menor dependencia de los ingresos por exportaciones petroleras".

Propuso al gobierno reducir aún más la meta de déficit fiscal de 0.65 por ciento del producto interno bruto (PIB); acelerar el cabildeo para lograr que el Congreso apruebe la reforma hacendaria; reconocer como pública la deuda del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB); reducir la dependencia de los ingresos petroleros; mantener el combate a la inflación para lograr tasas de interés menores a 10 por ciento y garantizar el estado de derecho.

Dijo que en función de reducir los gastos gubernamentales el sector bancario se ha pronunciado por transparentar el IPAB mediante el reconocimiento de sus activos como deuda pública para evitar el sobreprecio y el pago de primas que representa tenerlo como "deuda cuasipública".

Al participar en la Bolsa Mexicana de Inversión Turística, Rangel Domene justificó la falta de crédito bancario porque no existe un estado de derecho confiable. Hay entre 150 mil y 200 mil juicios de recuperación de garantías pendientes de ejecución desde 1995; el plazo para recuperar una garantía hipotecaria es de cinco a siete años y en consecuencia, el monto recuperado es de sólo entre 20 y 30 centavos de cada peso prestado, lamentó.

En entrevista poco después de presentar la ponencia Experiencia de la banca mexicana al invertir en el sector turístico a nombre de la ABM, a Rangel Domene se le preguntó sobre las expectativas de los banqueros para 2002 con base en las expectativas económicas internas y externas, así como lo austero del presupuesto elaborado por el gobierno federal.

Consideró que las dificultades económicas se mantendrán durante lo que resta del año, así como los dos primeros trimestres del año entrante. Para el segundo semestre, pronosticó, se comenzará a registrar una ligera reactivación, de acuerdo con lo que suceda en la economía de Estados Unidos y eso permitirá, en términos anualizados, un crecimiento de 1.5 por ciento máximo.

En ese sentido, comentó, el crecimiento limitado afectará al sistema bancario mexicano, ya que contraerá la demanda de crédito y escasamente logrará un crecimiento similar al del producto interno bruto (PIB) del país.

Confió en que el tema fiscal, al que calificó de "sensible" para la población y el electorado, sea retomado en breve por el Congreso para elevar los ingresos gubernamentales, reducir la dependencia de los ingresos petroleros y elevar aún más el gasto social.

Antes, durante su exposición, Rangel Domene reconoció que el sector bancario redujo en 66 por ciento en términos reales los créditos para el sector turismo debido a que se registra 25 por ciento de cartera vencida promedio anual desde 1995 y los ingresos del sector son demasiado "volátiles".

Pero en términos generales afirmó que "la pobre calidad del estado de derecho inhibe el flujo del crédito", toda vez que "un marco legal inadecuado y un aparato de administración de justicia lento, mal equipado e incluso corrupto, afectan la ejecución de las garantías" (que respaldan el dinero prestado), y por ello la banca exige garantías hasta por 80 por ciento del riesgo de un crédito.