MIERCOLES Ť 14 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť El director de Caze, acusado de fraude por $150 millones

Concluyó la PGR integración de la averiguación contra Molina Sobrino

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

La Procuraduría General de la República (PGR) concluyó la integración de la averiguación previa iniciada en contra de Enrique Molina Sobrino, presidente del Consorcio Azucarero Escorpión (Caze), en la que se le acusa por un fraude superior a los 150 millones de pesos, informó el subprocurador A de procedimientos penales, Gilberto Higuera Bernal.

Entrevistado al término de la inauguración del séptimo Encuentro Latinoamericano de Profesionales de Protección, el funcionario dijo que la investigación "está materialmente agotada", por lo que la consignación a un juez federal o envío a la reserva del expediente "podría ocurrir antes de que finalice el año".

Higuera Bernal aseguró que todos los presuntos responsables del supuesto fraude cometido entre 1997 y 1999 en contra de la Secretaría de Hacienda, y que involucra a altos directivos de Caze, como es Julio Scherer Ibarra, ex director general de ese grupo azucarero, "han presentado todas las pruebas que consideraron pertinentes para demostrar su inocencia".

La investigación de la PGR inició en junio de este año, luego de que la Procuraduría Fiscal de la Federación presentó una denuncia penal en contra de Molina Sobrino, ex propietario de nueve ingenios azucareros, por su responsabilidad en la simulación de exportaciones del dulce por un peso cercano a las 300 mil toneladas, y obtención indebida de subsidios.

"Son envidias"

En julio pasado, Molino Sobrino compareció ante el Ministerio Público federal, y en declaraciones a la prensa aseguró que las acusaciones en su contra se deben a "envidias" e intereses creados en la Cámara Nacional de la Industria Azucarera y Alcoholera (CNIAA), y negó ser un defraudador fiscal.

Según datos obtenidos, el empresario y presidente del consejo de administración de la Pepsi-Gemex aseguró ante el Ministerio Público federal que en 1999 se realizó una auditoría en la que demostró su inocencia.

Sin embargo, de acuerdo con las fuentes oficiales consultadas, en el expediente existen constancias falsificadas con las cuales se pretendió acreditar las supuestas exportaciones del dulce.