MIERCOLES Ť 14 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Critica el Senado la falta de una política en la materia

El precio del gas natural ha aumentado más de 200% en los últimos dos años

ANDREA BECERRIL

Ante las variaciones "drásticas" en el precio del gas natural, que en los últimos dos años se ha incrementado en más de 200 por ciento, el Senado de la República formuló ayer un nuevo llamado a la Secretaría de Energía para dar por cancelado el convenio que Pemex firmó en Estados Unidos y normalizar la compra de ese energético, de acuerdo con las condiciones del mercado.

El senador priísta José Natividad González Parás expresó ante el pleno de esa cámara que en dos ocasiones el Senado ha formulado "sendos llamados al Ejecutivo federal para que establezca un precio México" que sea más justo y racional, toda vez que nuestro país produce 90 por ciento del gas que se consume, pero en lo poco que se importa se han dado variaciones "drásticas" para el costo de ese insumo.

El priísta se preguntó cómo es posible que en la comercialización de un producto vital para las familias mexicanas y para la industria, "un producto además que es propiedad de la nación y no de corporaciones trasnacionales, se afecte tan severamente a los consumidores nacionales".

Resaltó que pese a los llamados del Congreso no ha habido respuesta favorable del gobierno de Fox, "ya que si bien es cierto que se determinó en enero una baja a 4 dólares en el precio de la unidad de medida de gas, lo cierto es que este precio está muy por encima de su costo de producción, que es apenas de poco más de un dólar, cuando el consumidor está pagando por el mismo casi 5 dólares".

Demandó establecer un precio México que considere no sólo las condiciones muy variables del mercado externo, sino las particularidades del nacional. El PRD, por conducto del senador Antonio Soto Sánchez, se sumó a la propuesta priísta y advirtió que el gobierno federal no ha definido una política clara de comercialización del gas natural. Sin embargo, el panista Juan José Rodríguez Prats manifestó no estar de acuerdo en que el Ejecutivo no haya atendido los llamados del Legislativo.