MIERCOLES Ť 14 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Persisten desacuerdos en cuanto al tratado antimisiles

Acuerdan Putin y Bush reducir el número de ojivas nucleares

AFP, DPA Y REUTERS

Washington, 13 de noviembre. Los presidentes de Estados Unidos y Rusia, George W. Bush y Vladimir Putin, respectivamente, anunciaron hoy su decisión de reducir el número de ojivas nucleares que poseen, y mantener su colaboración en la lucha antiterrorista, aunque todavía tienen diferentes puntos de vista sobre el Tratado de Misiles Antibalísticos (ABM).

Bush aseguró que la cumbre bilateral de este martes es "un nuevo día" en la larga historia de relaciones entre los dos países, y afirmó que su gobierno reducirá sus ojivas de 7 mil 206 a entre mil 700 y 2 mil 200.

A su vez, Putin anunció que "actuará en consecuencia", si bien no precisó cifras. Según recientes versiones de la prensa rusa, su gobierno pretende reducir su arsenal a mil 500 cabezas nucleares.

No obstante, el mandatario ruso afirmó que persiste la oposición de Moscú a los planes estadunidenses de construir un escudo de defensa antimisiles, que viola el tratado ABM.

Washington desea construir ese escudo y sostiene que países como Irán o Corea del Sur tienen capacidad para construir misiles que podrían alcanzar a Estados Unidos, y que por ello necesita ese sistema de defensa, prohibido por el ABM. En los últimos meses Bush ha llamado "arcaico" el tratado antimisiles, mientras Putin lo considera "piedra angular" de la paz internacional.

"Tenemos posiciones diferentes sobre el tratado ABM y continuaremos el diálogo y la discusión sobre este tema, a fin de poder desarrollar un nuevo marco estratégico que nos permita a ambos hacer frente a las amenazas reales del siglo XXI, como socios y amigos, no como enemigos", sostuvo Bush.

Por otra parte, el mandatario estadunidense anunció que su país y Rusia continuarán trabajando conjuntamente contra el terrorismo e intercambiarán "información y experiencia para combatir el bioterrorismo y prevenir el tráfico nuclear ilícito".

Sin embargo, los presidentes celebraron que hubo mucha más coincidencia entre ellos respecto de la guerra en Afganistán, y dijeron que sus gobiernos apoyan los esfuerzos de la Organización de Naciones Unidas para establecer un gobierno multiétnico de amplia base en Afganistán, en el que no se exporte terrorismo ni droga, y en el que se respeten los derechos humanos.

Ambos mandatarios reafirmaron su apoyo a la Alianza del Norte, fuerza opositora a los talibanes en Afganistán, y sostuvieron que ambos gobiernos "terminarán con el terrorismo donde quiera que se encuentre".

Por su parte, Putin expresó dudas sobre reportes de prensa que hablan de caos y represalia en la ciudad de Mazar-e-Sharif, tomada el fin de semana por la Alianza del Norte. "Me cuesta mucho creer que estén disparando contra su propio pueblo", dijo el presidente.

Bush también prometió impulsar las relaciones comerciales Rusia-Estados Unidos y aseguró que pedirá al Congreso abandonar políticas que obstaculicen el ingreso de Rusia a la Organización Mundial del Comercio.

Bajo la enmienda Jackson-Vanik, aprobada en 1974, Rusia y otros países ex comunistas deben demostrar que no tratan de restringir la emigración hacia países occidentales si quieren tener relaciones normales con Estados Unidos.

"Rusia es un lugar fundamentalmente distinto de lo que fue durante la era soviética, y por eso mi gobierno trabajará con el Congreso para poner fin a la aplicación de la enmienda Jackson-Vanik", aseguró Bush.