MIERCOLES Ť 14 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Respetar los derechos humanos, exige Washington a opositores
Habrían sido asesinadas unas 600 personas durante la ocupación de Mazar-e-Sharif
DPA, AFP Y REUTERS
Termez, Uzbekistan, 13 de noviembre. La opo-sitora Alianza del Norte pudo haber asesinado a unas 600 personas desde la toma el viernes de la norteña ciudad de Mazar-e-Sharif, de acuerdo con fuentes occidentales en esta localidad fronteriza uzbeka y cuyos reportes difundió la cadena de televisión CNN.
Informes iniciales dados a conocer por la Organización de Naciones Unidas (ONU) hablaban de sólo cien víctimas de matanzas cometidas por los opositores, en medio de otras acciones como sa-queos, secuestros y ajusticiamientos sumarios, luego de que la milicia talibán optó por replegarse al abandonar la ciudad.
Funcionarios occidentales, citados por CNN, que se mantienen en contacto diario con habitantes de la estratégica ciudad de Mazar-e-Sharif, a 60 kilómetros de Uzbekistán, señalaron que la mayoría de las 600 personas muertas eran al parecer combatientes paquistaníes y de Cachemira.
La portavoz de la ONU, Stephanie Bunker, habló sólo de la muerte de poco más un centenar de jóvenes reclutas del talibán, que se escondían en una escuela.
"Tenemos confirmación de que esto realmente ocurrió, que había más de cien personas, relativamente jóvenes, que murieron el sábado a manos de la Alianza del Norte", explicó.
Dijo no saber la nacionalidad de las víctimas y tampoco si se trataba de las mismas personas que la oposición armada afirmó haber matado en combate al causarle "numerosas bajas" al talibán.
En todo caso Bunker aseveró que las víctimas de que habla la ONU no murieron en combate.
La Alianza del Norte ha sido especialmente hostil contra los voluntarios extranjeros que acudieron a apoyar al talibán en la jihad contra los bombardeos de Estados Unidos, que comenzaron el 7 de octubre pasado.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Ma-ry Robinson, expresó su temor por la situación de la población afgana tras la entrada triunfal de la oposición a las ciudades que antes controlaba el talibán, tras su retiro previo sin presentar lucha.
Washington dijo escuetamente que instaba a la Alianza del Norte a respetar los derechos humanos.