LUNES Ť 12 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

BALANCE DE LA JORNADA

Ť Aguirre, con cualidades que envidiarían adustos políticos

Ť Pérez, Palencia y Blanco, los jugadores que más despuntaron

Ť Escaso trabajo en fuerzas básicas mantiene a los veteranos

Ť Se borró la sonrisa de los aficionados chivas

MARLENE SANTOS Y CARLOS HERNANDEZ

México sacó cita para su Mundial número 12 con enjundia, decisión y mucho corazón; sólo falta el buen futbol, pero hay buenas señales de enmendar el camino cuando los directivos aseguran que están dispuestos a enfrentar el siguiente torneo sin seleccionados ?no es para tanto?, pero es bueno saber el grado de su disposición. Ojalá no sólo sea una oferta dictada por el emotivo momento.

Nadie quiere repetir el difícil trance que le tocó a Enrique Meza, cuando la liguilla lo dejó sin figuras y luego la Copa Libertadores le arrebató a los inspirados cruzazulinos. Tuvo bajas por lesiones de Cuauhtémoc, Ramón Ramírez, la operación de Zepeda, rebeldías de Arellano, malos entendidos con el Beto Aspe... Un desastre.

Superado el mal trago y con mejor suerte, agresividad y resolución apareció El Vasco Javier Aguirre, hijo de inmigrantes españoles, quizá por ello siempre se reveló como un luchador comprometido con las causas de su gremio y hasta con otras sociales, como la del EZLN.
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Con preparación universitaria, inteligente, motivador nato y cuya verborrea, sicología y simpatía despliega con gran habilidad ante la prensa, Aguirre posee una destreza que decenas de adustos políticos envidiarían.

Exhibe su buena memoria al llamar a cualquier persona por su nombre ?detalle que halaga y granjea voluntades?, confiesa siempre que lee "todos" los periódicos y aclara presto cualquier discrepancia.

Como jugador ya despuntaba en esas artes, raras en este deporte, tanto que en su momento César Luis Menotti lo convocó valorando más esas cualidades que las futbolísticas, en las que siempre se definió como "limitadito".

Le bastaron algunos años de experiencia, de maduración en Atlante y Pachuca, para que llegara al Tri en difícil momento convirtiéndose en el revulsivo salvador. Hoy mantiene la modestia y justo es reconocer que sus bonos se elevan a alturas sin límites.

Hay quienes atribuyen en mayor medida el repunte a Alejandro Burillo, el verdadero jinete que tira de la crín al jugar más de un papel en la selección. Sin embargo, la idea no se contrapone, porque finalmente ambos sumaron esfuerzos y se rodearon de un grupo de expertos como Guillermo Vázquez, Ignacio Matus, etcétera. No están exentos de errores, los han cometido y los seguirán cometiendo.

Pocos jugadores han crecido a la par. Resulta increíble que hasta el momento ningún equipo de renombre internacional se haya interesado en el siempre confiable Oscar Conejo Pérez, sólo lo explica el prejuicio generalizado sobre la estatura que se supone debe tener un guardameta completo.

Otros de los agigantados son Francisco Palencia y Cuauhtémoc Blanco. Este último es un superdotado cuyo genio raya en la inconsciencia feliz, infantil, lúdica, porque mientras los demás frenan el talento por no arriesgar, por tener en mente siempre lo que está en juego, él se vuelve un descarado, osado, capaz de improvisar un ataque fulminante.

Paco Palencia es menos espontáneo pero un eterno guerrero, pelea con convicción cada balón hasta provocar el error en los porteros, como ayer frente a Valladares. Sorprende su incansable cabalgar. Sencillamente un jugador de esos que cualquier técnico quiere tener.

Hay aspectos reprochables. El más importante ha sido el desdén grave en fuerzas básicas a raíz de los voraces torneos cortos. Ese descuido que tiene a Zague, a Claudio Suárez y Alberto García Aspe haciendo esfuerzos sobrehumanos entre jugadores hasta diez años más jóvenes.

A veces es una falacia romántica decir que el futbolista no tiene edad, que sólo hay buenos y malos. Mentira, Dios sí perdona, el tiempo no.

Los directivos sufrieron de más y cayeron en la comprensible precipitación de inaugurar el pasado sábado su nuevo inmueble de la calle de Colima, pues una derrota los habría vetado de ese honor.

Las peripecias del cierre de torneo borraron la sonrisa de los aficionados Chivas, equipo que ligó su tercera derrota consecutiva y pone a prueba la capacidad tanto del Cabezón Ruggeri como del experimentado plantel.

Paradójicamente Atlas, con su cuarta derrota al hilo le dio la clasificación a la liguilla. Los rojinegros, otrora brillantes protagonistas de la fiesta grande, estarán ausentes. Ocurrirá lo mismo con los ex monarcas de hace dos torneos, el Morelia.