Ť Patricia Torres, directora del instituto nacional del ramo
Subsiste la discriminación hacia la participación política de las mujeres
Ť Mientras sigan subrepresentadas en los cargos de decisión, más de la mitad de la población seguirá marginada del desarrollo del país, afirma Isabel Molina, directora de Inmujer del DF
BERTHA TERESA RAMIREZ
La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Patricia Torres, y la directora del Instituto de la Mujer del Gobierno del Distrito Federal, Isabel Molina Warner, coincidieron por separado en que mientras las mujeres sigan subrepresentadas en los cargos de decisión pública, más de la mitad de la población nacional seguirá marginada de una o de otra forma del desarrollo político del país.
Para Molina Warner, de filiación perredista, dijo que aun cuando el Gobierno del Distrito Federal ha integrado un porcentaje muy alto de mujeres en puestos de responsabilidad, pues efectivamente, de 14 miembros que constituyen el gabinete de López Obrador nueve son mujeres, a nivel de direcciones generales y mandos medios "todavía no hemos logrado permear como hubiéramos querido en los puestos de decisión".
Precisó que de los 850 puestos de primer nivel con personal bajo su cargo en el gobierno capitalino, 22 por ciento (194) están ocupados por mujeres y 77 por ciento (656) por hombres.
No obstante hay razones para estar optimistas, dijo, ya que "el propio jefe de Gobierno ha dicho que está muy satisfecho del trabajo que realizan las mujeres de su gobierno, que piensa hacer algunos cambios y que de concretarse éstos los puestos van a ser ocupados por mujeres".
Subrayó que a nivel de delegaciones políticas, las demarcaciones que incorporan a menos mujeres, de acuerdo con los puestos de primer nivel asignados, son: Benito Juárez, Alvaro Obregón y Miguel Hidalgo, todas ellas gobernadas por militantes panistas.
A nivel nacional, resaltó que el fenómeno PRD, partido que estableció por vez primera la cuota de 30 por ciento de mujeres en puestos de dirección, constituyó un cambio brutal en la apertura a la participación femenina; "forzó la participación de las mujeres, con lo cual se dio paso a una cantidad importante de ellas en puestos de dirección".
Recordó que en sólo 12 años una mujer, Amanlai García, llegó a la presidencia nacional del Partido de la Revolución Democrática. Y Rosario Robles, también perredista, fue jefa de Gobierno del Distrito Federal.
Las mujeres, potencial electoral
Por su parte, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Patricia Torres, de filiación panista, en su ponencia titulada Ciudadanía, tarea individual y empresa colectiva, señaló que en general la mujer mexicana ha participado en política "y ha sido concebida como ciudadana casi exclusivamente en función de su derecho al voto. Es decir, que la política no se interesó en las mujeres, sino hasta que descubrió su potencial electoral".
Un análisis comparativo de la participación de hombres y mujeres en el sector público, en el Poder Legislativo y en los puestos de decisión en México demuestra que ni el proceso de democratización, ni las transformaciones descentralizadas del Estado han cambiado significativamente la participación de las mujeres, indicó.
En ese sentido, dijo que las cifras de la representación política femenina en las elecciones de 2000 son reveladoras, ya que las mujeres representan 51.68 por ciento de la lista nominal de electores, en tanto que el día de la jornada electoral fueron 53 por ciento las funcionaras de casillas; sin embargo, no obtuvieron una representación proporcionalmente similar a la de participación, añadió.
De hecho, en la actual legislatura federal las mujeres representan en la Cámara de Diputados sólo un punto porcentual menos que en la anterior legislatura, a pesar de que las nuevas disposiciones obligan a los partidos políticos a ceder porcentualmente un mayor número de espacios para las mujeres.
Indicó que esto revela que las candidaturas ocupadas por las mujeres fueron en su mayoría suplencias o bien estuvieron ubicadas en las listas de representación proporcional en lugares poco favorables de las candidaturas presentadas por los partidos, lo que permite afirmar que subsiste una política discriminatoria que impone resistencias y obstáculos a la participación política de las mujeres.
Por lo que toca a la Cámara de Senadores, las mujeres que ocupan una curul constituyen 18 por ciento, cifra ligeramente mayor a la de la de Diputados, debido a que accedieron a la senaduría en calidad de suplentes.
Precisó que en las 32 entidades del país hay en total mil 113 legisladores, de éstos, 954 son hombres y 18.7 por ciento mujeres. El porcentaje más amplio de representación lo tiene el DF, con 30 por ciento de las diputaciones, le siguen Tlaxcala, con 25 por ciento; Yucatán, con 24 por ciento; Sinaloa, con 22.5 por ciento, y Chihuahua, con 21 por ciento.
De esa forma las mujeres siguen teniendo dificultades para ocupar puestos de decisión dentro de las administraciones locales y federales, ya que la inmensa mayoría de mujeres que trabaja en los cargos medios y superiores de la estructura pública se concentra en las áreas más bajas del escalafón.