LUNES Ť 12 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Ventaja de 5 por ciento con casi la mitad de las casillas contabilizadas
Gana Lázaro Cárdenas la gubernatura de Michoacán
Ť Emotivo festejo nocturno frente a Palacio de Gobierno en Morelia
MIREYA C8UELLAR Y ROSA E. VARGAS ENVIADAS
Morelia, Mich., 11 de septiembre. En la contienda que se dio ayer en Michoacán hubo dos candidatos que se declararon triunfadores pero sólo un vencedor: Lázaro Cárdenas Batel.
Con cinco encuestas en la mano y los datos preliminares del órgano electoral local, el candidato de la alianza Unidos por Michoacán -PRD, PT, PAS, PSN, Convergencia y Verde Ecologista- proclamó su triunfo cinco minutos después de que cerraron las casillas. Simultáneamente, es decir, a las 6 de la tarde con cinco minutos, Alfredo Anaya hizo lo propio, pero sin ofrecer cifras.
Por algunos momentos pareció que se desataba la confusión. Pero en la sala de prensa instalada por el equipo de campaña de Cárdenas Batel los perredistas se tranquilizaban entre sí: "Anaya está dando patadas de ahogado". Y la -pocas veces vista- amplia sonrisa que se dibujaba en el rostro de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano mientras abrazaba a su hijo, a su esposa Celeste y a su madre, lo confirmaba.
Lázaro, de sonrisa más fácil, iba de abrazo en abrazo con esos más de cien militantes y dirigentes de la coalición que no dejaban de vitorear "šLázaro! šLázaro! šLázaro!", con que abarrotaron el salón.
Las encuestas parecían no dejar lugar a dudas: Tv Azteca le daba 42 por ciento a Cárdenas frente a 37 de Alfredo Anaya; Sigma, contratada por el PRD, hablaba de 39.6 por ciento contra 34.5; otra, ordenada por la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (local) reportaba 42 por ciento contra 37... todas a favor de la coalición.
"Es una tendencia que no tiene reversa", anunciaba el aspirante a gobernador, mientras Armando Quintero se lamentaba por la actitud de Televisa y Consulta Mitovsky. "Son chingaderas; todos sabemos que también su encuesta da ganador a Lázaro por cuatro puntos, sin embargo prefirió reservarse".
Y es que los titubeos del padre del exit poll, dando en principio un empate técnico fue el tanque de oxígeno usado por el candidato del PRI durante algunas horas.
Para entonces, casi las 7 de la noche, hasta la encuesta del Partido Acción Nacional tenía como vencedor al perredista.
No era pública, pero esa práctica de los encuestadores de espejearse, como se dice en el argot a la comparación de cifras que hacen entre ellos antes de decir esta boca es mía, hizo que las cifras trascendieran.
Fue por eso que los panistas optaron por no alargar la agonía de su candidato. A las 8 de la noche Salvador Chavo López Orduña dejó escapar un "vamos abajo". El sabía que muy abajo porque su encuestador le había reportado un 43-38-18; es decir; un lejano tercer lugar.
-ƑQué pesa más en esta victoria, el apellido o el trabajo? --apremiaban los reporteros al candidato, a su papá y hasta a la abuela.
-Todo pesa, todo cuenta; el trabajo político que se ha hecho, -respondía Cuauhtémoc Cárdenas.
Lázaro no dejaba de sonreír y de convocar al candidato priísta a "conducirse con prudencia, a respetar la voluntad ciudadana, a no violentar las cosas". Doña Amalia eludía con amabilidad las grabadoras. La viuda del general permaneció toda la tarde en la primera fila de ese salón donde su nieto disfrutaba la victoria.
Vino después la foto de rigor. El candidato, acompañado de su esposa, posó con los dirigentes de los seis partidos que integran la coalición. Todos con los brazos en alto. Y las entrevistas iban y venían. Todos los medios querían un "enlace en vivo", cuando a las 21:30 horas Televisa anunció que siempre sí tenía un vencedor. Su conteo rápido daba nueve puntos arriba a Lázaro Cárdenas Batel, con 45 por ciento de la votación frente a 36 de Alfredo Anaya. Roy Campos, socio de la empresa encuestadora Mitovsky explicó que "desde temprano lo teníamos adelante" (a Lázaro), pero por tres puntos, así que "fue una decisión técnica y no política" esperar para dar un resultado confiable.
Cuando Alfredo Anaya dijo a la televisión que se estaba declarando vencedor con el computo de 500 casillas que ya había realizado su partido y que le daba una ventaja de tres puntos, los perredistas -que para entonces habían incorporado al festejo los huchepos, las corundas y el atole-, soltaron la carcajada. Festejaban a su candidato y chiflaban al priísta, como si éstos pudieran escucharlos desde la pantalla.
Pablo Gómez, a quien le reportaban constantemente los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) que el PRD instaló para su consumo interno, no dudaba de que tenían la gubernatura en la mano. Su partido ordenó también un conteo rápido: los resultados eran similares al resto: 42 por ciento de los votos serán para la coalición y 35.35 para el PRI, con un distante 19.77 para Acción Nacional.
Al que se le veía cabizbajo era a Alfonso Solórzano, el aspirante a la presidencia municipal de esta capital. La tendencia no le era favorable. Todo parece indicar que el PRI gobernará Morelia. Se dio un voto diferenciado, explicaban quienes manejan las cifras, porque Cárdenas Batel ganó en esta capital pero Solórzano se rezagó, igual que los aspirantes a diputados.
Logrado en objetivo de hacer ganar a Lázaro Cárdenas los perredistas no pudieron evitar que la sucesión en la dirigencia del PRD volviera al escenario. "ƑEl triunfo de Cárdenas la fortalece? ƑVerdad que son del mismo grupo?", le preguntaban los reporteros a la ex jefa de Gobierno, Rosario Robles, quien atajaba: "yo creo que esas especulaciones no tienen ningún fundamento".
Pero fue Cuauhtémoc Cárdenas quien encontró la mejor manera de detener las preguntas sobre su posible candidatura a la Presidencia en 2006, o la de su hijo. Y es que ahora con un gobernador Cárdenas pareciera que su corriente se fortalece, le insistían los reporteros. "Quien este pensando en eso lo único que va a sacar es una buena úlcera", contuvo con humor.
Pasada la medianoche, Lázaro se sumó en la plaza Melchor Ocampo, frente al palacio de gobierno, a la fiesta que sus seguidores habían iniciado desde temprano. La emoción en todos era visible, se hizo un espacio para entonar el himno nacional y siguió el guateque con banda mientras en el otro extremo de la plancha, sobre un gran templete, el candidato de la coalición repartía saludos y firmaba autógrafos. Se les veía felices. "šLa victoria es a toda madre!", dijo alguien por ahí.