LUNES Ť 12 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Rusia y China, Estados impuestos con millones de muertos, indica
La Revolución Mexicana no tuvo secuelas de terror: Friedrich Katz
Ť Las transformaciones sociales en el país se hicieron sin violencia; aquí no hubo una Siberia, comenta el historiador austriaco Ť Ofrecerá el 20 conferencia sobre el tema
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Con el título "Siglo XX: revoluciones, sueños y pendientes" se inicia el día 20 una serie de actividades conmemorativas por el 91 aniversario de la Revolución Mexicana, promovidas por el Instituto de Cultura de la Ciudad de México. Entre ellas está un ciclo de conferencias en el que historiadores, escritores, investigadores y académicos reflexionarán y debatirán sobre las distintas experiencias revolucionarias del siglo XX. Uno de los conferenciantes es el historiador austriaco y biógrafo de Francisco Villa Friedrich Katz. El tema de su exposición es ''El terror en las revoluciones rusa y mexicana''.
En entrevista con La Jornada, el autor de La guerra secreta en México expone parte de su tesis: a diferencia de la Revolución Rusa, la mexicana no tuvo una secuela de terror y genocidio. Estos son sus puntos de vista.
-ƑA qué concepto de terror se está refiriendo?
-Cuando hablo de terror pienso primero en la Revolución Francesa, en la persecución que se hizo de un grupo por pertenecer a cierta ideología, a cierto grupo social. En la Revolución Francesa el terror se manifestó en la persecución de los aristócratas o los disidentes. En esa persecución no hay juicio, no hay posibilidad de defensa.
"Cuando uno mira las revoluciones hay dos etapas: una que se puede llamar la revolución de abajo; la guerra civil en Rusia, la revuelta armada en México. Claro, hay violencia, a veces hay terror, pero es parte del combate. Después viene una segunda etapa en la cual la dirección revolucionaria quiere imponer su concepto de sociedad, cómo debe ser el Estado. En Rusia se dio en los treinta, cuando Stalin quiso imponer su modelo de sociedad y lo hizo con millones de víctimas. En China tenemos la revolución cultural de Mao Tse-tung que causó millones de víctimas. En México tenemos a Lázaro Cárdenas, que también desde arriba hizo una revolución que se dio sin víctimas, sin terror, sin persecución. Se da una transformación profunda de la sociedad y se hace casi sin violencia.
-ƑNo tuvo una secuela de terror en la Revolución Mexicana o no alcanzó las dimensiones que en Rusia?
-En la segunda fase de la Revolución Mexicana no lo hubo. Sólo en la fase armada. Hablar de terror es hablar de persecución masiva de un grupo. En mi opinión esto se dio sólo en una forma: la persecución a los zapatistas. En las épocas de Francisco I. Madero, Victoriano Huerta y Venustiano Carranza hay una ataque muy fuerte a la población civil zapatista en Morelos, pero no fue así en el resto del país.
-ƑCuál es su tesis al respecto?
-Son varias. La primera es que en México no hubo la tradición terrorista que tuvo Rusia. No hay punto de comparación entre Porfirio Díaz y el zar Nicolás. En Rusia hubo masacres enormes de judíos, de manifestantes. Aquí con Díaz hubo la persecución de los yaquis, lo de Cananea y Río Blanco. Pero cualitativa y cuantitativamente no hay comparación. No hubo el exilio masivo de gente como en el caso de Rusia, donde mandaron a millares a Siberia. El segundo factor es que los revolucionarios rusos tuvieron que enfrentar una guerra internacional, y esto siempre refuerza el terror. Aquí veo una diferencia fundamental: las reformas cardenistas básicamente lo que hacían era profundizar las demandas populares, la reforma agraria, el derecho de huelga. En Rusia se dio lo contrario. De hecho el estalinismo fue una contrarrevolución. Lenin dio tierra a los campesinos y Stalin se las quitó; quitó el derecho de huelga.
-ƑDónde ubica a la guerra cristera y la persecución religiosa?
-Ahí se dio terror de ambas partes. En esa fase sí puedo hablar de terror. Pero no es comparable en sus dimensiones a lo que pasó en Rusia. Es interesante que cuando llega Cárdenas al poder la persecución religiosa termina o por lo menos disminuye enormemente. En la época de los grandes cambios sociales termina el terror religioso también.
"La dictadura del PRI y la del Partido Comunista de la URSS son completamente diferentes. En México la oposición no podía ganar pero podía existir. No lo mandaban a uno a un campo de concentración por decir una opinión negativa del partido en el poder. Había flexibilidad ideológica, se podía ser religioso, marxista o anarcosindicalista. En Rusia eso era imposible.
-ƑTuvo que ver que en México los opositores no fueran un peligro real para el poder dominante?
-Seguramente. Pero también se explica porque la etapa armada debilitó tanto el poder de las clases dominantes que se pudo hacer una reforma agraria sin terror. Por la misma disolución del ejército federal y la destrucción parcial del antiguo Estado se dio una situación muy diferente. Se puede hablar de terror en el 68. La matanza de Tlatelolco fue un acto terrorista, pero no llevó a una dictadura; al contrario, los gobiernos del PRI tuvieron que dar marcha atrás y empezó un proceso mucho más democratizado. El terror existió pero no pudo imponerse en México.
-ƑVe puntos de contacto entre este terror y el terrorismo actual que se manifestó en Nueva York?
-El terror al que yo me refiero es al terror de Estado. El de Bin Laden es un terror fundamentalista. Hay algo similar; sin embargo, en el terror de Estado hay una idea fundamental: el fin justifica los medios; en el terror islamista es lo mismo: el fin islámico justifica matanzas y terror.
-ƑY es terror la respuesta que está dando Estados Unidos?
-Es guerra. Si es justa o injusta es otro problema. Pero es una guerra. Es discutible si esta forma de responder al ataque es justificado. Creo que se debería hacer a través del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero no es lo mismo que hizo Bin Laden. No había provocación ni pidió nada; simplemente mató. Los Estados Unidos fueron atacados; eso no se debe perder de vista.