LUNES Ť 12 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Consideran que la propuesta de presupuesto será de 1.4 billones de pesos
Legisladores prevén escenario recesivo para 2002
Ť La reforma fiscal planteada por el gobierno no es la que necesita el país: Chávez Presa
CIRO PEREZ SILVA
A unas horas de que llegue a la Cámara de Diputados el proyecto de Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos para el próximo año, las estimaciones de las distintas bancadas coinciden en que ante el entorno económico nacional e internacional, caracterizado por la incertidumbre, la guerra en curso y una recesión "prácticamente en puerta", el margen de maniobra para el gobierno foxista es muy corto
Las estimaciones menos pesimistas consideran una propuesta de presupuesto de alrededor de un billón 400 mil pesos; es decir, apenas arriba del aplicado en el presente ejercicio por un billón 369 mil 600 millones de pesos.
La mayoría de las proyecciones económicas que han venido elaborando las distintas fracciones en San Lázaro prevé un escenario recesivo, con menos flujos de capital y menores volúmenes de comercio, a pesar del esfuerzo del Banco de México por reducir las tasas de interés y tratar con ello de reactivar la economía.
Según los legisladores que conforman las comisiones de Hacienda y Presupuesto y Cuenta Pública será difícil alcanzar este año el producto interno bruto (PIB) estimado en 6.3 billones de pesos, de los cuales se calcula que el gasto total del sector público será de 22.5 por ciento, además de que, aseguró el priísta Jorge Chávez Presa, "la miscelánea fiscal, que no reforma, que envió el Ejecutivo, tampoco garantiza recursos suficientes para hacer frente al reto que tiene el país, al pretender recaudar sólo 130 mil millones de pesos".
El priísta sostuvo que su bancada insistirá en una reforma fiscal "auténtica", que pretende entre otros puntos una restructuración del sistema recaudatorio, que garantice recursos suficientes al gobierno federal.
"Todos sabemos que es necesaria una reforma fiscal, pero también todos estamos de acuerdo en que la enviada por el presidente Vicente Fox no es la que el país necesita", aseguró Chávez Presa.
Poco crecimiento
Para el asesor económico Mario Di Costanzo, el esquema recaudatorio propuesto por el gobierno federal está basado de una manera importante en el impuesto al consumo, "derivado del poco crecimiento económico previsto para el próximo año, que se ubicará entre 2 y 2.5 por ciento. La gente consumirá menos, y por consiguiente el Estado recaudará menos".
Sus estimaciones coinciden con las de algunos grupos legislativos en el sentido de que los ingresos públicos serán del orden de 1.4 billones de pesos, y debido a la incertidumbre en los mercados financieros internacionales, las autoridades económicas del país plantearán en el mejor de los casos una meta de déficit fiscal de 0.65 por ciento del PIB.
De esta forma el gasto público que se ejercerá el próximo año tendrá que ser de aproximadamente 1 billón 388 mil millones de pesos, cifra que dejará prácticamente en "cero" el margen de acción de las finanzas públicas, alejando con ello aún más todas las promesas de campaña de Vicente Fox.
Recordó que durante los últimos tres años los ingresos del sector público se han ubicado en alrededor del 21 por ciento del PIB; "es decir, si consideramos que la economía mexicana no crecerá durante el presente año y para el 2002 lo hará entre 1.5 y 1.7 por ciento, los ingresos esperados para el ejercicio fiscal del próximo año serían de aproximadamente un billón 400 mil millones de pesos".
Recursos comprometidos
Adicionalmente existe una parte de este gasto que ya se encuentra totalmente comprometida, ya sea por ser parte del llamado "gasto no programable" -intereses de la deuda, las participaciones a los estados y los adeudos de ejercicios fiscales anteriores (Adefas)- o porque se refiere a gasto comprometido para el IPAB, los proyectos de inversión y registros diferidos en el gasto o para las secretarías de Educación Pública y Salud, así como Pemex, Comisión Federal de Electricidad, los fondos de pensiones y el campo mexicano.
"De esta manera, del límite máximo de gasto para el próximo año, un billón 388 mil millones de pesos, habrá que descontar los sectores correspondientes. Así, entre los intereses de la deuda, las participaciones, el Instituto Bancario de Protección al Ahorro, el ramo 33, las pensiones para jubilados y los Pidiregas, todos ellos gastos ineludibles, el gobierno habrá de erogar 710 mil millones de pesos, es decir la mitad del gasto que se ejercerá el próximo año", sostiene el especialista.
Habrá que sumar las partidas mínimas necesarias para Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE, y para las secretarías de Educación y Desarrollo Agropecuario, que debido a los fuertes rezagos en infraestructura que enfrentan desde hace varios años cuando menos requerirán de aproximadamente 570 mil millones de pesos.
De lo anterior se observa que del gasto máximo estimado, un billón 280 mil millones se encuentra virtualmente comprometido, por lo que con el 10 por ciento restante se tendrá que financiar el resto del gasto gubernamental, donde se encuentran, entre otras dependencias: Defensa, Marina, PGR, Comisión Nacional del Agua, Hacienda, etcétera.