LUNES Ť 12 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Los riesgos del cambio legislativo
"Las ANP han sido de papel", señala Juan Carlos Cantú, coordinador de la Campaña de Biodiversidad de Greenpeace. Indica que ante la propuesta del gobierno de transferir las áreas naturales protegidas (ANP) a los estados y las organizaciones no gubernamentales, el riesgo es que esta superficie quede más desprotegida.
Menciona que el gobierno no tiene dinero para manejar las ANP, lo cual ha sido una constante en las diferentes administraciones, "la protección ambiental es poco relevante". Ahora se pretende pasar el "paquete" a los estados y las organizaciones, lo cual es absurdo, porque si la Federación no tiene dinero, los estados menos van a tenerlo.
Es posible, agrega, que algunos estados tengan interés en participar en el manejo de las ANP, porque puede representar una fuente de ingresos, pero para la mayor parte de los estados es "más un costo que un beneficio". Puede resultar que las ANP queden realmente desprotegidas y sean el botín de algunos gobernadores.
Asevera que de las organizaciones no gubernamentales pocas tienen recursos para hacerse cargo de las áreas, tendrían que recurrir a financiamiento externo "y es posible que algunas sean concesionadas a las industrias, algunas de las cuales quizá sean 'maquillaje verde' y no les interese realmente su manejo, sólo podrían utilizarlas bajo su propio beneficio".
Se trata de una responsabilidad del gobierno federal, insiste, "las ANP protegen especies y ecosistemas que proporcionan servicios ambientales y se afectarían comunidades". Agrega que la propuesta de Greenpeace sobre las áreas es que las maneje el gobierno federal y que tengan recursos para su manejo, "debe aprender a conservar las ANP y evitar que desaparezcan, por los beneficios sociales y económicos que proporcionan".