LUNES Ť 12 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

La versión oficial

Para Alberto Lifshitz, director general de Medicamentos y Tecnología para la Salud de la Ssa:

-El problema es asegurar la calidad, eficacia y seguridad de los medicamentos. No importa de dónde vengan.

-A partir de enero del 2002 sólo habrá una mayor competitividad, pero la carta paralela del Tratado del Triángulo del Norte sí implica un riesgo para la salud.

-La Ssa perdería el control de los productos que se vendan en México. Con el requisito de planta se asignan responsabilidades sobre los medicamentos.

 

Propuesta

-Renovar los registros sanitarios cada cinco años. Actualmente para revocarlos se necesita que exista un daño comprobado y una investigación que lo valide.

-Exigir a los importadores la instalación de un almacén de depósito. Ya no una fábrica que implica mayores requisitos, y que tengan laboratorio de control de calidad.

-La Ssa se reservaría el derecho de verificar las fábricas en el extranjero. Para ello se crearía un organismo de verificación -similar al que tiene la FDA de Estados Unidos- bajo la responsabilidad de la recientemente creada Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios.

-Los fabricantes de medicamentos nacionales tienen la opción de los Genéricos Intercambiables (GI). Aunque su crecimiento ha estado muy limitado se buscará que tengan preferencia en las licitaciones de gobierno.