LUNES Ť 12 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Impidió compra de genéricos ante la urgencia por ántrax
Acusa grupo civil a EU de privilegiar actos monopólicos de farmacéuticas
DAVID ZUÑIGA
Ante el riesgo de ataques terroristas con armas biológicas, el gobierno de George W. Bush se coludió con la industria farmacéutica para privilegiar a los grandes laboratorios que tienen el monopolio sobre algunas patentes en lugar de dar prioridad a la salud pública, señala en su más reciente reporte Multinational Monitor, una organización civil con sede en Washington dedicada a vigilar el comportamiento de las grandes corporaciones.
Cuando se detectaron los primeros casos de ántrax en Estados Unidos, se consideró que el medicamento Cipro, fabricado por Bayer, era el más indicado para el tratamiento de la enfermedad.
La ciprofloxacina es un antibiótico de amplio espectro utilizado para tratar infecciones gastrointestinales, respiratorias, del tracto biliar y algunas enfermedades venéreas como la gonorrea. También se usa para tratar infecciones oportunistas en pacientes con VIH/sida.
El secretario de Salud de Estados Unidos, Tommy Thompson, dijo que se requería tener un inventario suficiente para tratar a 10 millones de personas, lo que equivale a mil 200 millones de pastillas de Cipro (con base en un tratamiento individual de dos unidades diarias durante 60 días).
Bayer, que posee los derechos de patente de Cipro en Estados Unidos, no era capaz de satisfacer esa demanda a tiempo. La compañía pretendía cobrarle al gobierno estadunidense 1.89 dólares por pastilla. El precio en las farmacias era de 4.50 dólares, pero algunas compañías en India venden una versión genérica del mismo medicamento por menos de 20 centavos.
El gobierno estadunidense está autorizado para comprar medicamentos genéricos a estas compañías, que sí podían haber cubierto la demanda. Además, esta competencia pudo haber ayudado a que bajaran los precios.
Sin embargo, el gobierno de Bush no ejerció esta facultad. Multinational Monitor señala que la protección al control monopólico de las patentes en la industria farmacéutica es algo "tan sacrosanto" que ni siquiera se puede tocar en caso de urgencia médica.
La decisión del gobierno de Bush se debió en parte al temor de que, si autorizaba la producción de ciprofloxacina genérica en Estados Unidos, ello limitaría su poder de negociación en la ronda de negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Qatar.
En esta reunión, los países pobres de Africa y otros continentes pedirán que las normas de propiedad intelectual de la OMC no socaven las políticas de seguridad pública. Sobre todo, demandan que en las reglas de la OMC se reconozca el derecho de estos países a producir versiones genéricas de medicamentos de patente (una práctica conocida como licencia obligatoria). Estados Unidos se opone a esta propuesta.
Como Bayer atrajo sobre sí los reflectores de la opinión pública, el Departamento de Salud tuvo que llegar a un acuerdo para reducir el precio a 95 centavos por pastilla; sin embargo, resulta que este supuesto precio rebajado es el doble de lo que la misma dependencia le paga al mismo laboratorio en otro programa de compras.
Multinational Monitor califica de hipócrita al gobierno estadunidense, pues mientras renuncia a ejercer el derecho de licencia obligatoria en contra de Bayer, en fotos como la OMC y en las negociaciones para el Area de Libre Comercio de las Américas pretende privar de la misma prerrogativa a los países pobres.