SABADO Ť 10 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť El Ejecutivo federal retrasó para el lunes próximo la presentación del paquete
El presupuesto para 2002 tendrá cero crecimiento en términos reales
Ť Continúa la discusión con el Legislativo sobre los estimados del precio del petróleo
Ť Se analizan las áreas de la administración en que será necesario hacer recortes adicionales
ISRAEL RODRIGUEZ J.
El gobierno de Vicente Fox aplazó a última hora la presentación del Presupuesto de Egresos que se había anunciado para este viernes. La discusión del Ejecutivo con el Legislativo se mantiene en torno a los supuestos del precio del petróleo y sobre las áreas de la administración en las que sería necesario realizar los posibles recortes presupuestarios adicionales.
El presupuesto que se presentará, al parecer este lunes, por primera vez en la historia moderna de México tendrá un crecimiento anual, en términos reales, de cero.
El miércoles pasado, el presidente Vicente Fox, en entrevista radiofónica con Jacobo Zabludovsky, aseguró que "efectivamente, el viernes próximo presentaremos al Congreso el Presupuesto de 2002", afirmación que no fue cumplida por su gobierno.
Este viernes, Santiago Creel, secretario de Gobernación, dijo que el paquete económico será entregado al Congreso el lunes próximo.
Falta de consenso
Respecto al marco macroecónomico, el Presidente de la República estimó el miércoles pasado un crecimiento para el próximo año de 1.7 por ciento; inflación de 4.5 por ciento; precio del barril de petróleo de 17 dólares y continuar bajando las tasas de interés.
Según algunos especialistas consultados ayer, uno de los factores que habrían influido para que el gobierno federal decidiera aplazar este viernes la presentación del Presupuesto para 2002 es la falta de consenso sobre el precio del petróleo para 2002, dado que por esa actividad se obtiene un tercio de los ingresos fiscales. También habría influido una estrategia de medios, ya que el impacto de la noticia será mayor en la próxima semana, a que se hubiera presentado y publicado el fin de semana.
Pablo Alvarez Icaza-Longoria, director de análisis de la consultoría económica Bursamétrica, consideró que el aplazamiento respondió al análisis de los precios estimados del petróleo para 2002, puesto que desde el 13 de octubre, cuando la SHCP dio a conocer algunas metas macroeconómicas, entre ellas que el precio del crudo sería calculado sobre 17 dólares por barril, las tendencias han cambiado. "La autoridad quiere recopilar nuevas tendencias sobre los pronósticos del precio del crudo", señaló.
Icaza-Longoria discrepó de las previsiones del gobierno y estimó el crecimiento del PIB en 1.5 por ciento, contra el cálculo gubernamental de 1.7. En torno a la meta de inflación señaló que será muy difícil alcanzar 4.5 previsto por el Banco de México, con lo que situó el pronóstico de Bursamétrica en 6.83 por ciento.
Explicó que con este repunte en la inflación el crecimiento del monto del Presupuesto de Egresos para 2002 será prácticamente de cero, en términos reales.
El experto advirtió que el supuesto en el precio de 17 dólares por barril de petróleo para 2002, es muy optimista, por lo que la consultoría lo sitúa en 15.88 dólares por barril.
Mientras las autoridades financieras prevén que la tasa de los Cetes a plazo de 28 días se ubiquen en 10.37, los analistas estiman un nivel promedio de 8.12 por ciento. El déficit fiscal lo ubican en 42 mil 44 millones de pesos, equivalente a 0.66 por ciento del PIB.
Respecto a este último punto, el Grupo Financiero Bilboa Vizcaya Argentaria-Bancomer advirtió que en la actualidad el déficit fiscal no refleja correctamente la situación de las finanzas públicas, ya que los requerimientos financieros lo superan por mucho.
Mayor déficit fiscal
El grupo financiero explicó en su último Informe Económico que para 2001 la meta oficial para el déficit público se estableció en 0.65 por ciento del PIB, sin embargo, al incluir las obligaciones y compromisos totales del sector público esta cifra se incrementa a 4 por ciento en los próximos años.
Estos pasivos contingentes derivan del servicio de obligaciones no contabilizadas como deuda o ingresos que no serán recurrentes, por ejemplo, el componente inflacionario de la deuda indexada y la del IPAB, el programa de apoyo a deudores, y el registro diferido de inversión pública financiada por el sector privado.
Para cubrir las obligaciones derivadas de lo anterior el sector público utilizó el año pasado casi 60 por ciento de los recursos financieros totales, es decir, el doble de los requerimientos de 1993.
La propuesta oficial de reforma fiscal turnada al Congreso de la Unión el pasado abril de 2001 preveía, en términos generales, las siguientes modificaciones: dos tasas en el IVA, 10 por ciento en la frontera y 15 por ciento en el resto del país, en sustitución de las cuatro categorías actuales, bienes exentos y tasas de cero, 10 y 15 por ciento, según tipo de bien y zona geográfica.
La unificación de la tasa marginal máxima de ISR a 32 por ciento para personas físicas y morales, que implicaba una disminución sobre el nivel máximo actual: 40 por ciento en personas físicas y de 35 por ciento para empresas.
Para personas morales se proponía la eliminación de los esquemas preferenciales y del impuesto a dividendos y la deducibilidad inmediata de inversiones. La recaudación adicional estimada por las autoridades es de 2 por ciento del PIB.
IVA de 5% a alimentos
Según los analistas de Bancomer, la oposición de algunos grupos políticos y de opinión hace previsible modificaciones a la propuesta original. En lo referente al IVA señalaron que es factible la aprobación de una tasa de 5 por ciento en alimentos, actualmente exentos, y 15 por ciento para el resto de bienes y servicios.
En el ISR, el cambio más importante sería la eliminación de regímenes especiales como los existentes en los sectores de transporte y el agropecuario. Estos cambios permitirían una recaudación adicional de 0.92 por ciento del PIB, derivada principalmente del aumento en el IVA. Las ganancias podrían ser crecientes en el tiempo al mejorar la eficiencia recaudatoria por ampliación de la base y mayor fiscalización.
En su oportunidad, Pablo Alvarez manifestó que otro de los puntos de controversia entre los poderes Legislativo y el Ejecutivo es la identificación de los sectores y dependencias públicas en las que se aplicarían los posibles futuros recortes al gasto, en caso de que la recesión mundial se agravará.