Luis González Souza
Hora del centrax
Mañana se cumplen los primeros dos meses del bombardeo informativo y gnoseológico más cruel e intenso, por lo menos desde la Tormenta del Desierto de Bush I lanzada contra Irak hace diez años. Dos meses ya de ese territorio primario, que es el terrorismo (des)informático. Las víctimas son incontables: somos todos los que continuamos con tal o cual grado de confusión e incomprensión de lo que está sucediendo en el nuevo teatro de guerra, el más grande jamás soñado por los fabricantes de bombas y por los mercaderes de la guerra, un teatro que va desde la más recóndita cueva de Bin Laden en Afganistán, hasta el sitio de asesinatos tan terribles y cobardes como el de Digna Ochoa en México, pasando por cualquier oficina de correos en el mundo donde aparezca ese polvito ya ultraterrorista conocido con el nombre de ántrax.
Es hora de concentrarse, pues. Es hora de tomar o beber mucho centrax. Si el terror (des)informativo es la base de todos los terrorismos, el mejor antídoto es la información constructiva, es decir, la que al mismo tiempo propicia el análisis riguroso de los hechos y conducente a soluciones humanas y democráticas de nuestros problemas. Requerimos con urgencia mucho análisis centrax: centrado, y sin excesos, en lo que sigue siendo el centro de la humanidad toda -musulmanes, cristianos y judíos por igual-: el amor, la solidaridad, la edificación intercultural e íntegra (material, efectiva, moral, intelectual y espiritual).
Por definición, dicho centrax ha de ser colectivo. De individualidades e individualismos está empedrado el viejo orden, hoy tan caduco y cuestionado, que ya no puede sino recurrir a los terrores del ántrax y demás bombas terroristas. Conjunción de ideas, análisis y sueños es, entonces, la fórmula más primera del centrax pot todos tan necesitado en nuestros días. Ir al fondo de los problemas, sin temores ni autocensuras, con una gran moral de combate en primer lugar contra el terrorismo (des)informativo, es la siguiente fórmula, hermana gemela de la anterior. E ir a ese fondo, sin apenarse por lo elemental que parezcan las ignorancias y las inquietudes. ¿Cuándo y cómo? Hoy mismo, y en conformidad con las historias, las culturas y las perspectivas de cada nación o comunidad.
Enhorabuena, en México ya iniciamos la tarea, y como debe ser: con la divisa de la diversidad de foros y perspectivas. Tan sólo en los últimos dos días asistimos al foro de la UNAM, en las narices de la torre de rectoría (aún no transformada ni caída), Contra la Guerra, Todas las Voces, lo mismo que al ya legendario ciclo de la Casa Lamm, para no hablar de tantas reuniones con inquietudes similares como las de Serapaz y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro. Centrax y más centrax es el ingrediente y el saldo de todos esos foros. Tal vez lo que ahora falta es centrar, sistematizar y enriquecer sus primeras conclusiones. Y tal vez es justamente eso lo que lograrán las Primeras Jornadas de la Casa La Pirámide: Por una paz mundial con justicia y dignidad, comenzando por nuestra inolvidable y precursora Chiapas, jornadas que precisamente iniciaron el jueves pasado y que continuarán los días jueves de las próximas seis semanas, ahí mismo, en la Casa de la Cultura La Pirámide, donde comienza a fructificar el generoso asilo que a Causa Ciudadana brinda la joven y combativa Asociación de Escritores de México.
Las jornadas de La Pirámide no pretenden convertirse ni en una actividad más contra la "nueva guerra", ni en un taller de indoctrinación política. Todo lo que se pretende es abrir y consolidar un espacio para la canalización de discusiones amplias, honestas y constructivas ante el terremoto global de nuestros días. En consecuencia, son jornadas guiadas por preguntas lo suficientemente amplias para que quepan todas las ideas, lo suficientemente precisa para evitar la dispersión y lo suficientemente incisivas para calar hondo y poder remplazar la paranoia del ántrax con el potencial reanimador del centrax. Así, la primera mesa (el jueves pasado) versó sobre Los terrorismos en el mundo de la globalización y la nueva guerra, y el debate fue guiado por preguntas como: ¿Todo empezó el 11 de septiembre en Nueva York, o la pradera mundial ya estaba sembrada de cuáles y cuántos terrorismos? ¿Es el tipo de globalización en curso la madre de todos los terrorismos, o nada tiene que ver una cosa y la otra? Y a final de cuentas, ¿qué es hoy el terrorismo, quién lo define, con qué criterios y autoridad moral?
La mesa 2, el 15 de noviembre, versará sobre Los hechos y las causas del ataque a Estados Unidos: ¿qué fue lo que realmente pasó el 11 de septiembre? Y más que quién fue (porque no somos policías), ¿cuáles fueron las causas inmediatas y lejanas, endógenas y exógenas, socioeconómicas e histórico globales, superficiales y profundas de lo ocurrido? Jueves 22, Las reacciones y las respuestas a los hechos del 11 de septiembre, así de las fuerzas cívicas y sociales como de los gobiernos y los organismos intergubernamentales. Jueves 29, Consecuencias y perspectivas a corto y largo plazo: ¿qué libertades están cayendo por lo pronto en EU, y por qué? ¿Asimismo al inicio de otra guerra mundial? ¿Podría, y cómo, evitarse su escalamiento a una guerra nuclear? ¿Es la crisis terminal de la llamada "civilización occidental"?
Más angustias es lo último que necesitamos. Por eso las jornadas de La Pirámide cerrarán con muchas reflexiones propositivas. El jueves 6 de diciembre se discutirán Las alternativas a escala mundial: ¿cuáles serían los contenidos y los requerimientos de un nuevo orden mundial? ¿Cuáles, los obstáculos y posibilidades de un frente mundial por una paz justa y digna, o por un mundo y una paz zapatistas, si se prefiere? ¿Cuáles, los de un frente latinoamericano, por lo pronto o por lo menos?
Tampoco necesitamos reflexionar sin compromiso. Por eso, estas primeras jornadas de La Pirámide cierran con un debate sobre Los retos y las tareas para México, incluyendo una "revaloración de la lucha zapatista en Chiapas", la "necesidad y posibilidad de nuevas autonomías", así como de "medios alternativos de información" lo mismo que de "un sistema educativo y una nueva cultura política" en verdad "pacifistas y democráticas".
Cero ántrax, pues, y mucho, muchísimo centrax. Centrar y multiplicar nuestras reflexiones en torno a la guerra más terrorista de todas, es lo menos que podemos hacer. Todos los próximos jueves esperamos vernos todos en La Pirámide, acaso pronto la pirámide del Sol otra vez justo y radiante, o la pirámide la Luna Digna, la más bella de todas.
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