VIERNES Ť 9 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Dicen las autoridades isleñas que el recuento de daños se informará sin exageraciones
Causó Michelle el peor desastre natural desde el triunfo de la revolución, señala La Habana
Ť Rechaza Cuba ayuda de EU, pero le propone una compra urgente de provisiones
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 8 de noviembre. Cuba anunció hoy que el huracán Michelle, que cruzó el domingo el centro de la isla dejando una estela de destrucción, es el peor desastre natural que ha sufrido el país desde el triunfo de la revolución cubana, en 1959, y afirmó que dará precisiones cuando haya concluido el recuento de daños.
En forma simultánea, la cancillería informó que, en un intercambio de notas diplomáticas de tono distendido, y por primera vez en cuatro décadas de conflicto bilateral, Estados Unidos ofreció comedidamente a la isla ayuda humanitaria incondicional y directa para paliar los efectos del fenómeno, que La Habana respondió con igual cortesía, declinando la oferta, pero con una contrapropuesta para una compra de emergencia de alimentos, fármacos y materias primas.
El vicepresidente, Carlos Lage, dijo en la noche del jueves en cadena nacional de televisión que Michelle causó "importantes y graves" pérdidas materiales, "mucho mayores que las que han tenido lugar en cualquier ocasión anterior desde el triunfo de la revolución". Subrayó que "ninguno de los ciclones que han cruzado nuestro país ha producido daños económicos" como los causados el domingo pasado.
El huracán tuvo un diámetro de influencia de 500 kilómetros de extensión y afectó a ocho provincias, 45 por ciento del territorio nacional, donde viven cinco millones 889 mil personas, 53 por ciento de la población total, dijo Lage, arquitecto de la reforma económica cubana. Agregó que las autoridades han evitado informar sobre la magnitud del daño, para difundirla "con toda precisión y exactitud" cuando concluya el "minucioso y serio trabajo de recopilación", pero ofreció que "se dará información sin exagerar un ápice".
"Lo útil para nuestro país"
Poco antes de la intervención de Lage, la televisión difundió un comunicado de la cancillería que reseñó la insólita actitud estadunidense y la reciprocidad cubana. La declaración dijo que el gobierno de La Habana manifestó al de Washington el "aprecio en su justo valor de este gesto de Estados Unidos, teniendo en cuenta de modo especial que ello ocurre tras más de cuarenta años de tensas relaciones entre ambos países, que lamentablemente aún subsiste, durante los cuales nunca se produjo el gesto de un ofrecimiento directo de esta índole".
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores desmintió expresamente una declaración de un vocero de la Casa Blanca, en la víspera, según la cual había una oferta de ayuda estadunidense, pero condicionada a que se hiciera a través de un intermediario internacional, para evitar así favorecer al gobierno de La Habana.
El gesto estadunidense sigue a un paquete de ofertas de ayuda humanitaria cubana a ese país, tras los atentados del 11 de septiembre, que fue rechazado por Washington. Más tarde, ambos gobiernos intercambiaron información sobre potenciales amenazas terroristas, informó La Habana en su momento.
La cancillería dijo que Estados Unidos manifestó su "profunda pena y preocupación" por los efectos del huracán en Cuba y ofreció enviar a tres especialistas en desastres para evaluar los daños con vistas a una ayuda humanitaria de emergencia.
En su respuesta, agregó el comunicado, La Habana agradeció las condolencias estadunidenses, informó a Washington sobre la situación actual en el país y precisó que no requiere "la cooperación amablemente ofrecida".
"En su lugar se plantea que lo útil para nuestro país sería que de forma excepcional, teniendo en cuenta las innumerables leyes y regulaciones específicas que lo prohíben, se permitiera a empresas públicas cubanas adquirir de forma expedita determinadas cantidades de alimentos, medicinas y materias primas para producirlas".
El intercambio de mensajes coincidió con la aprobación este jueves de un proyecto de ley, en el Comité de Agricultura del Senado estadunidense, que permitiría el financiamiento de exportaciones de Estados Unidos a la isla, un eventual alivio a la política de represalias económicas contra Cuba, desde los años 60.
La declaración hizo notar que el gobierno cubano ha echado mano de su reserva estatal, un fondo material permanente, acumulado para casos de emergencia y que las compras excepcionales en Estados Unidos servirían para restablecerla. También indicó que había pedido a Washington que autorizara el transporte de esa mercancía en embarcaciones cubanas.
El intercambio de notas ocurrió a través de las respectivas secciones de intereses (oficinas diplomáticas) en Washington y en La Habana, entre el miércoles y el jueves, indicó el comunicado.