VIERNES Ť 9 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Cambio climático
Afinan detalles para aplicabilidad del Protocolo de Kyoto
DPA
Marrakech, Marruecos, 8 de noviembre. La séptima Conferencia sobre Cambio Climático, que debe concluir mañana, entró hoy en su fase decisiva y los delegados de 180 países trataban de formular los detalles operacionales para la puesta en vigor del Protocolo de Kyoto de 1997.
El ministro alemán de Medio Ambiente, Juergen Trittin, se manifestó optimista de concluir exitosamente la conferencia luego de dos semanas de discusiones.
Tras un acuerdo parcial sobre un amplio sistema de control de la reducción de los gases de efecto invernadero, los delegados trataban de resolver puntos aún controvertidos. En primer lugar se discutía sobre los bosques como contribución a la protección del clima y normas para el uso de los instrumentos flexibles de reducción de los gases de efecto invernadero, como el comercio de derechos de contaminación y proyectos ecológicos en países en desarrollo.
Las organizaciones ambientalistas advirtieron de los intentos de desactivar el Protocolo de Kyoto de 1997 y los acuerdos de la conferencia de Bonn de julio pasado.
La Unión Europea insistió en reglamentar y controlar el comercio de derechos de emisiones, en que Rusia aparece como el vendedor principal; si no, advirtió la comisaria europea para el Ambiente, Margot Wallstroem, la empresa privada no cooperará.
Esa vía deberá quedar abierta a los países industrializados bajo condiciones aún no precisadas, dijo.
El protocolo compromete a los países industrializados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2012 en un promedio de 5.2 por ciento en relación con los niveles de 1990.
Estados Unidos, presente sólo como observador, ha manifestado reiteradamente en la reunión su rechazo del protocolo. No obstante, pretende seguir comprometido a largo plazo en cooperación global con la protección del clima, aseguró la delegada estadunidense, Paula Dobriansky.
El Protocolo de Kyoto puede entrar en vigencia aún sin la participación de Estados Unidos, aunque, señaló Wallstroem, será entonces menos efectivo, pues ese país es responsable de 25 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.