JUEVES Ť 8 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Olga Harmony
Telón Abierto y Teatro Escolar
Un sector del teatro al que poco solemos dirigir nuestra atención, a pesar de su importancia, es el dirigido a los niños y adolescentes. La asociación civil Telón Abierto, dirigida por Manuel R. Hinojosa y Larry Silberman, acaba de culminar su tercer Festival Internacional de Teatro para niños y jóvenes en Aguascalientes, en el que, como en las anteriores ediciones, se ofrecieron talleres con maestros nacionales y extranjeros y algunos espectáculos de primer orden. El esfuerzo de ambos promotores, apoyados por diferentes instituciones, merece continuar, ya que ofrece a teatristas de todo el país la oportunidad de confrontar su trabajo y recibir un adiestramiento y una puesta al día de sus conocimientos que de otra manera no tendrían. Además, y sobre todo, la reivindicación de niños y adolescentes como un público inteligente, con un teatro muy lejano a lo convencional que por fortuna va ganando adeptos entre nosotros.
Aquí abro uno de mis paréntesis. La mayoría de los críticos teatrales tenemos nuestra agenda muy saturada y vemos poco lo que se ofrece a los niños. Sería excelente fomentar la existencia de críticos especializados en esta área. Cierro el paréntesis.
Pude asistir a casi todos los espectáculos traídos del extranjero. La briosa e inteligente escenificación del grupo argentino dirigido por el actor, acróbata y director Gerardo Hochman, Bellas Artes, en la que cuadros y estatuas de un museo danzan y hacen acrobacias, con un espléndido trabajo corporal. El delicioso mimo francés Damien Bouvet encanta a los pequeños y deslumbra a los adultos en un espectáculo unipersonal, como lo son el del chaplinesco estadunidense Gale Lajoye con su espectáculo Copo de nieve y el del encantador suizo Peter Rinderknecht en el espectáculo con marionetas dirigido por Andreas Günther, La balada de Portofino. Los españoles de Bambalina Titelles dieron una lección de titiriteros con su magnífico Don Quijote.
En esta ocasión, a Telón Abierto se sumó parcialmente el programa de Teatro Escolar en los Estados, del que he hecho un seguimiento desde sus inicios en la pasada administración, y que ha cambiado radicalmente en sus propuestas. El sexenio pasado se tuvo, primero, la asesoría de diversas personas, sobre todo las que se agrupan en Casa del Teatro, en lo que se refiere al teatro para las secundarias, y posteriormente se amplió al teatro para escolares de primaria y prescolar con la asesoría del Grupo 55, dirigido por Perla Szchumacher y Larry Silberman. En la administración de Otto Minera, en un principio, las asesorías se han suprimido, dejando en plena libertad a los teatristas para que hagan lo que quieran, a su modo, con la condición de que asistan a los diplomados que al efecto imparte Casa del Teatro. Tanto Perla como Larry ofrecieron una magra asesoría de una hora a cada uno de los grupos presentes.
Mucho de lo visto me produjo grandes dudas, sobre todo una ridícula versión para adolescentes de parte de la vida de Sor Juana -entre ñoña e hierática- que deforma totalmente nuestra historia colonial, presentada por un grupo regiomontano. Pienso que por lo menos el repertorio debiera ser revisado por el INBA y aunque se me dice que ya se han rechazado proyectos, ignoro en manos de cuáles especialistas se ha puesto tan delicada misión, dado que se han suprimido las asesorías.
En el encuentro que se tuvo con Otto Minera y con Marisa Giménez Cacho -encargada de la cuestión operativa del teatro en los estados- el funcionario expresó su respeto irrestricto a la libertad del creador, por lo que cada uno podía elegir su texto y dirigirlo a su manera. Los seminarios son una buena alternativa a largo plazo para elevar niveles en la provincia y se ofreció que también serían impartidos por otros teatristas, con grupos consolidados, además de Casa del Teatro. Esperemos los resultados, pero en lo que se refiere a un programa de INBA-SEP lo que se ofrezca a los escolares no es responsabilidad de cada director escénico, sino de las instituciones del Estado que puede respetar la libertad creativa pero acotándola a lo que estos públicos particulares requieren, tanto en lo idóneo de los textos como en la calidad de las escenificaciones.