JUEVES Ť 8 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Dos legisladores rechazan el planteamiento de su copartidaria Ruth Zavaleta Salgado

Perredistas, contra la propuesta de reglamentar marchas

GABRIELA ROMERO SANCHEZ

Diputados locales del PRD se manifestaron en contra de la propuesta de su compañera de partido Ruth Zavaleta Salgado de reglamentar las marchas, especialmente en cuanto a establecer horarios y lugares para que puedan llevarse a cabo.

Aunque admitieron que desconocen la iniciativa, los legisladores Alejandro Sánchez Camacho y Marcos Morales Torres enfatizaron que no la aceptan, porque va en contra del compromiso asumido por el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, "en el sentido de mantener el respeto irrestricto a las expresiones que están consagradas en nuestra Constitución".

Sánchez Camacho señaló que la reglamentación de las marchas no resolverá el origen de éstas. "Primero tendríamos que revisar con detenimiento las causas que contribuyen a las movilizaciones; es decir, las causas del descontento de la ciudadanía".

Agregó que en lugar de prohibiciones, licencias o permisos para usar las vías de circulación y los espacios públicos para la manifestación, o de inventar manifestódromos, "es necesario atender la protesta y el reclamo ciudadano, ser sensibles a las demandas más sentidas de la población".

Por su parte, Morales Torres puntualizó que la reglamentación o no de las marchas en el DF no es un asunto menor, ni puede dictaminarse a partir de un criterio único, y menos de una opinión.

"Las marchas no se dan por sí mismas, tienen una razón de ser, y la mayor parte de éstas se originan ante la incapacidad y falta de voluntad política de funcionarios federales y gobiernos estatales, que no resuelven con anticipación los diversos problemas que surgen en los estados de la República, cuyos habitantes llegan al Distrito Federal a tratar de resolver sus demandas laborales, de vivienda, seguridad y transporte, entre otras."

El perredista Marcos Morales reconoció que es necesario encontrar un equilibrio entre el respeto a la libertad de tránsito de aquellos automovilistas y transeúntes que se ven afectados con la realización de las marchas, y el respeto a todo tipo de manifestación pública, sobre todo las derivadas de actos de autoridad excluyentes.

"Si realmente se tiene la voluntad para ello, es factible llegar al equilibrio entre las dos garantías constitucionales sin que se afecte a cualquiera de ellas, por lo que me manifiesto tanto en pro del libre tránsito vehicular como de la libre manifestación en la vía pública", enfatizó Morales.

Dijo que en todo caso el mejor remedio para evitar marchas o manifestaciones es satisfacer las demandas ciudadanas antes de que se conviertan en un problema social, mediante un buen desempeño gubernamental y una política abierta a la población.

Morales Torres concluyó que cualquier intento por reglamentar las marchas o manifestaciones es inaceptable.