JUEVES Ť 8 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť El funcionario anuncia la creación en México del observatorio de drogas
Importante incremento del consumo de heroína; se ha extendido por todo el país: Guido Belsasso
Ť El origen de la preferencia por ese narcótico proviene de los migrantes, asegura
ANGELES CRUZ
En el último año el consumo de heroína se ha incrementado de manera alarmante y de hecho ya empieza a cambiar el panorama de las adicciones en el país, principalmente en los estados del centro de la República. El problema se origina en los migrantes, afirmó Guido Belsasso, titular del Consejo Nacional contra las Adicciones.
Al anunciar la realización de la cuarta conferencia binacional México-Estados Unidos sobre Reducción de la Demanda de Drogas, el funcionario aseguró que en diciembre del año 2000 el consumo de heroína estaba concentrado en la zona de la frontera norte del país. Sin embargo, luego de haber recorrido más de la mitad del territorio "he encontrado el problema, incluso en ciudades pequeñas".
Sin poder ofrecer cifras sobre el incremento en el consumo de heroína, porque aún es un tiempo corto, Belsasso atribuyó esa situación a los migrantes. A su regreso al país, explicó, "a lo mejor contagian a dos o tres personas más y se regresan a Estados Unidos o se quedan y la demanda sigue".
El consumo de heroína en México inició hace unos 10 años en Tijuana, luego se extendió a Mexicali, Ensenada, Ciudad Juárez y más recientemente empezó a aparecer en la frontera de Tamaulipas. Una evidencia de la alta incidencia de adicción a la heroína en Baja California es la existencia de cinco centros de tratamiento. Es obvio que si existen estos centros es porque hay una demanda, apuntó el funcionario.
Una situación similar ha ocurrido con la cocaína. El número de adictos ha aumentado de manera exponencial. Hace siete años no era un problema importante, pero ahora 5.4 por ciento de los jóvenes que viven en las zonas urbanas del país han tenido algún contacto con la cocaína. Eso es una cantidad inusitada, advirtió Belsasso.
El descubrimiento de la heroína como narcótico analgésico representó una alternativa para aliviar los dolores de enfermos terminales, pero a finales del siglo pasado se observó que creaba dependencia con las consecuencias inherentes. Para los adictos representa una necesidad de inyectarse la droga tres veces al día durante toda su vida. Si dejan de hacerlo se mueren. Las afecciones son además al sistema circulatorio y existe el riesgo de contraer enfermedades por la falta de higiene en el uso de las agujas, tales como la hepatitis C y el VIH/sida.
En cuanto a la rehabilitación, Belsasso explicó que el medicamento conocido como metadona funciona como sustituto de la heroína, pero tiene el inconveniente de ser una sustancia controlada estrictamente por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes. Esto significa que se aplica en centros especializados, por lo que el adicto a la heroína en recuperación tiene que vivir cerca de la unidad el resto de su vida.
De ahí que se explore la posibilidad de sustituir la metadona por otra sustancia, la buprenorfina. También es un opiáceo, alivia el dolor y aunque es adictivo puede ser aplicado por un médico general que haya recibido capacitación. Además está disponible en farmacias.
Actualmente, en los Centros de Integración Juvenil (CIJ) se investiga la correlación exacta entre la metadona y la buprenorfina para determinar las acciones a seguir, sobre todo si continúa en ascenso el consumo de heroína.
Observar la utilización de drogas
Por otra parte, Belsasso informó que se creará el observatorio de drogas, mecanismo que permitirá vigilar de manera permanente la incidencia del consumo de enervantes en el país y complementar la información que arrojan las encuestas nacionales de adicciones.
Este y otros temas serán parte de la agenda de la reunión binacional que tendrá lugar la próxima semana en la ciudad de México, comentó, y enseguida recordó que en México existen entre 450 mil y 500 mil consumidores regulares de drogas ilícitas.
Con el fin de realizar una comparación del nivel de consumo entre México y Estados Unidos el funcionario destacó que en 1976 por cada siete adictos estadunidenses había uno mexicano. Ahora la relación es de cuatro a uno.