JUEVES Ť 8 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Acuerdo de delegados sobre el sistema de vigilancia
Destraban uno de los puntos más controvertidos del Protocolo de Kyoto
AFP, DPA Y REUTERS
Marrakech, Marruecos, 7 de noviembre. Los ministros y altos responsables de Medio Ambiente de 165 países se incorporaron hoy a las negociaciones de la cumbre sobre cambio climático auspiciada por la Organización de Naciones Unidas, luego que sus delegados alcanzaron un importante acuerdo en uno de los temas que dificultaban la puesta en marcha del Protocolo de Kyoto, de 1997.
Estados Unidos, primer emisor del mundo de los gases de efecto invernadero, abandonó en marzo este protocolo y las negociaciones para ponerlo en marcha, al juzgar demasiado severas las cuotas de reducción de estos gases.
El trabajo de los ministros en la cumbre, que se celebrará hasta el viernes, quedó virtualmente allanado después de que sus asesores y expertos anunciasen un acuerdo alcanzado anoche sobre uno de los puntos más controvertidos: el sistema de vigilancia del cumplimiento de obligaciones.
El acuerdo prevé que un país pueda denunciar a otro ante la comisión que ejercerá la vigilancia. Los trámites de las dos secciones de la comisión, una de carácter conciliatorio y otra de carácter penal, serán parcialmente públicos, como habían pedido reiteradamente los grupos ecologistas.
El país que no respete las obligaciones en materia de inventario de emisiones contaminantes tendrá que presentar un plan de acción ante la sala penal para remediar la situación.
Además, el texto acordado en Marrakech prevé que el país que sobrepase su cuota de emisión entre 2008-20012, será objeto de restricciones en el futuro mercado de gases contaminantes, en el que unos y otros venderán y comprarán cuotas de emisión para cumplir con las obligaciones.
Bill Hare, responsable de cuestiones climáticas de Greenpeace, valoró la noticia, al igual que otras organizaciones ecologistas, aunque dijo que se trató más de "un reacuerdo que de un acuerdo", en referencia a una decisión similar tomada en la cumbre de Bonn en julio pasado.
Antes de la apertura de la conferencia de Marrakech, las organizaciones no gubernamentales habían expresado su temor a que los antiguos aliados de Estados Unidos en las negociaciones climáticas, es decir Rusia, Japón, Australia y Canadá, quisieran reabrir capítulos cerrados en la cumbre de Bonn.
Los ministros tienen ahora tres días para desbloquear otras cuestiones del protocolo que no han progresado desde la apertura de de la conferencia, hace semana y media. Se trata básicamente del inventario de las emisiones contaminantes, especialmente el capítulo referido a los "sumideros de carbono", es decir la capacidad de masas forestales y agrícolas de absorber dióxido de carbono.
El Protocolo de Kyoto impone a 39 países occidentales y de Europa del este la reducción, entre 2008 y 2012, de 5.2 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto de los niveles de 1990.
La jefa de la delegación de Estados Unidos, Paula Dobriansky, reiteró hoy el rechazo de su país al protocolo, pero aseguró que la administración de George W. Bush "seguirá ejerciendo un papel de liderazgo" en la lucha contra el cambio climático. A diferencia de la precedente cumbre de Bonn, donde la intervención estadunidense fue recibida con algunos abucheos, en esta ocasión fue ovacionada, en muestra de solidaridad por los atentados del 11 de septiembre.