JUEVES Ť 8 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Lo acusan del asesinato de Elisabeth Kaesemann durante la dictadura en Argentina
Se inicia juicio de extradición del ex general Suárez Mason, a pedido del gobierno alemán
Ť Se le vincula con la secta Moon en la Triple Frontera, señalada por EU como foco terrorista
STELLA CALLONI/I CORRESPONSAL
Buenos Aires, 7 de noviembre. El inicio del proceso judicial de extradición del ex general Carlos Guillermo Pajarito Suárez Mason que solicitó el gobierno alemán por el asesinato de Elisabeth Kaesemann durante la pasada dictadura militar (1976-1983), es una nueva luz de esperanza entre los familiares que luchan por verdad y justicia en el país. El juez federal Gabriel Cavallo adelantó este proceso, mientras espera por otro caso en que el gobierno de España debe enviar los documentos necesarios para la extradición de 18 militares y policías acusados de delitos de lesa humanidad.
El ex general Suárez Mason, detenido domiciliariamente en la causa que juzga la apropiación de niños hijos de desaparecidos durante la pasada dictadura, es también una de las figuras claves de la Operación Cóndor, la internacional de la muerte que funcionó entre las dictaduras del Cono Sur y otras del continente. También está en la mira de los organismos humanitarios de Honduras, donde los militares argentinos actuaron junto a los mercenarios de la contra en la guerra sucia para derrocar al gobierno de Nicaragua en los años 80.
Suárez Mason, junto con el actual embajador de Estados Unidos ante la ONU, John Negroponte, entre otros, figuran en documentos que los responsabilizan por desapariciones y crímenes en ese país centroamericano. El militar requerido por Alemania era comandante en jefe del segundo cuerpo del ejército cuando Kaesemann fue llevada -entre el 23 y el 24 de marzo de 1977- por fuerzas de seguridad junto a otros 15 detenidos desde el temible centro clandestino de detención El Vesubio (en La Tablada) hasta un descampado en la localidad bonaerense de Monte Grande, donde todos fueron ejecutados, la mayoría con disparos en la espalda y la nuca.
Acción rápida
Como el gobierno argentino adujo en casos de extradición el principio de territorialidad, el gobierno alemán actuó rápidamente y envió su demanda tanto a la cancillería como al juez a cargo, aduciendo la imprescriptibilidad del delito calificado como genocidio. Al avanzar el juez Cavallo sobre este caso, la justicia argentina se verá obligada a tomar posición, ya que Alemania cumplió todos los requisitos y el delito no prescribe tampoco aquí. El caso Kaesemann es parte del juicio iniciado en Nuremberg, Alemania, por las muertes y desapariciones de ciudadanos de ese origen en Argentina. Anteriormente Suárez Mason fue reclamado por Italia, también por delitos de lesa humanidad, pero esto fue rechazado por cuestiones formales que, sin embargo, dejan abierta la posibilidad de un cambio.
Suárez Mason trabajó con la CIA estadunidense y fue vicepresidente de la Liga Anticomunista Mundial. Incluso en estos días su nombre aparece asociado con los fuertes intereses de la secta Moon en la zona de la Triple Frontera (Argentina, Paraguay y Brasil), a la que tanto el gobierno de George W. Bush, como los organismos de inteligencia de Estados Unidos e Israel, insisten en señalar como un presunto foco de "terrorismo".
En los últimos días The Washington Times, periódico que responde a la secta Moon, había publicado un informe señalando que en ese lugar estaban operando células de Al Qaeda. Analistas argentinos recordaron que la secta Moon está vinculada históricamente a la derecha republicana y especialmente a la familia Bush. En 1997 el ex presidente George Bush asistió en Buenos Aires a la inauguración del periódico Tiempos del Mundo, de la secta. "Resulta llamativo que The Washington Times apunte a la Triple Frontera donde la secta tiene enormes intereses y ha comprado miles de hectáreas en la provincia de Corrientes, y se propone instalar una universidad, mientras que en Paraguay tiene contactos notorios con el ex general Lino Oviedo", dijo a La Jornada el legislador socialista Alexis Latendorf.
Y en este punto recordó que el cuarto congreso de la Liga Anticomunista Mundial fue organizado en Buenos Aires por la secta Moon en 1980 en plena dictadura, con la presidencia de Guillermo Suárez Mason, junto al surcoreano Wo Jae Sung, personajes de la Logia P-2 y fascistas de Italia, la organización cubana Alpha 66, de Miami, represores de Guatemala y El Salvador, entre otros, y los republicanos estadunidenses John Carbaugh, asistente del senador Jesse Helms, y Margo Carlisle, colaboradora del senador James Mc Clure.
Latendorf estima que Suárez Mason debe ser también investigado por esas actividades y en estos momentos cuando tanto a "los republicanos y a la secta Moon les interesa instalar una base militar estadunidense en la Triple Frontera", y se aprovecha la guerra declarada por Washington para presionar a los gobiernos de la región y que cedan a sus pretensiones. Así, el tema de los derechos humanos se liga a través de personajes siniestros entre un pasado que trata de ser cerrado, y un presente donde funcionan aún las "sociedades secretas" de otros tiempos.
Menem, a declarar
La Corte Suprema parece ensayar la posibilidad de encontrar una vía para liberar al ex presidente Carlos Menem, en momentos en que éste se presentó hoy a declarar ante el juez en lo penal y económico Julio Speroni, en la causa por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador (1991-1995). A cinco meses de su detención, el ex mandatario regresó a los tribunales y reconoció su responsabilidad política al firmar los decretos de venta, pero negó toda responsabilidad penal. Algunos -muy pocos- de sus seguidores se agruparon ahí para respaldarlo. Menem sostuvo que esos decretos fueron "mal utilizados", tratando de salvar su responsabilidad, ya que en este caso el Código Penal prevé penas de hasta 12 años para estos delitos. En general existen fundados temores de que la Corte que él mismo armó ahora lo salve. Y también se teme por "pactos secretos" con el actual gobierno.