MIERCOLES Ť 7 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Emilio Pradilla Cobos
El aeropuerto en Texcoco pisotea la tierra
La ubicación del nuevo aeropuerto metropolitano en Texcoco no es una decisión tomada "con los pies en la tierra", como dice la publicidad del gobierno federal, sino que pisotea la tierra, sus recursos naturales no renovables y a quienes la trabajan.
Este aeropuerto convertirá en vialidades, estacionamientos, aeropistas, instalaciones aeroportuarias y desarrollos inmobiliarios los humedales, pastizales y áreas agrícolas que subsisten al oriente de la metrópoli como vasos de regulación hidráulica de la cuenca del valle, habitat de cientos de variedades de aves locales y migrantes y otras especies animales, zona de prestación de servicios ambientales a la urbe y fuente de subsistencia de miles de campesinos dedicados a una agricultura compatible con la sustentabilidad ambiental de la concentración urbana.
Para Vicente Fox (Fox en vivo, Fox contigo, 3/11/01) y su gobierno de empresarios-burócratas, cuyo pragmatismo neoliberal de corto plazo le impide entender la necesidad de la armonía entre crecimiento económico y protección ambiental, los campesinos de Atenco, expropiados a cambio de una miserable indemnización, se ganaron "la lotería", pues podrán emplearse en el aeropuerto (seguramente ganando salario mínimo), o poner un changarro e ingresar al maravilloso mundo de la informalidad. La ignorancia y la demagogia se tapan con la descalificación del ecologismo, al que se acusa de ser "opuesto al desarrollo".
Pero la destrucción de esta reserva natural esencial para la metrópoli es sólo el inicio de algo peor: una nueva fase de urbanización salvaje. Contra los planteamientos recientes de la planeación regional y urbana, formalizados en el Programa General de Desarrollo Urbano del Distrito Federal (1996), la propuesta de revisión y modificación en discusión, y el Programa de Ordenación de la Zona Metropolitana del Valle de México (1998), que proponen que el crecimiento futuro de la metrópoli se dirija hacia el arco nororiente-norponiente, mediante asentamientos plurifuncionales, integrados y discontinuos separados por áreas de suelo de conservación, el aeropuerto en Texcoco atraerá el crecimiento metropolitano extensivo y continuo hacia el oriente y sur, cuyos municipios tienen las mayores tasas de crecimiento demográfico, marginación y exclusión de la metrópoli, y presentan el mayor grado de dificultad y costo de inversión para la dotación de agua potable y la evacuación de aguas negras y pluviales.
El lugar del nuevo aeropuerto carece de adecuadas conexiones de vialidad y transporte con las otras metrópolis de la ciudad-región del centro, lo que obligará a los usuarios del poniente, el norte y el sur de la región a atravesar la ciudad de México usando su vialidad intraurbana, agudizando su saturación vial y la contaminación atmosférica; o exigirá un cambio sustancial de la planificación de la vialidad y el transporte regional, a un alto costo que no se incluye en las poco creíbles estimaciones financieras orientadas a justificar la decisión. ƑQuién cubrirá este costo? ƑPretende el gobierno federal que sean los contribuyentes del DF, cuyos poderes Ejecutivo y Legislativo se han opuesto a esta opción? ƑO los millones de empobrecidos residentes de los municipios conurbados, que emigran diariamente al DF para trabajar formal e informalmente y consumir servicios subsidiados?
La privatización del proyecto colocará a la más importante y estratégica infraestructura aeroportuaria del país en manos del gran capital nacional y trasnacional, lo que significa una pérdida aún mayor de la maltrecha soberanía nacional. Además, si tenemos en cuenta la actual crisis de la industria aeronáutica mundial, en medio de la recesión de la economía global, la privatización del aeropuerto nos obliga a reflexionar sobre la experiencia de las compañías aéreas, las carreteras de cuota, los ingenios azucareros y los bancos, en los que se ha repetido el ciclo de privatización, crisis, estatización para salvarlos de la quiebra y nueva privatización, a un multimillonario costo para los contribuyentes.
La gran obra del sexenio, que algún panista quiere bautizar "aeropuerto Fox" para inmortalizar al Presidente, inicia su autoritario e inseguro proceso sin sustento en estudios completos, serios y creíbles; pisoteando la tierra, sus recursos y sus hombres, poniendo en mayor riesgo la sustentabilidad ambiental de la metrópoli; contradiciendo la planeación urbana y regional; dando un duro golpe a la débil coordinación metropolitana y al federalismo democrático; lesionando la soberanía nacional sobre la infraestructura estratégica, y como una aventura financiera que puede costar muy cara a los contribuyentes. ƑCuál es la prisa? ƑQué poderosos intereses económicos locales y mundiales están detrás? ƑEn qué estrategia del poder económico y político global se inserta? En los meses venideros tendremos algunas respuestas, si es que los ciudadanos las buscamos y exigimos, porque el gobierno federal no las dará.