MIERCOLES Ť 7 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť La Comisión Interna de Dictamen elaborará los documentos para el debate
Empieza hoy el análisis de propuestas para la 18 asamblea nacional del PRI
Ť Plantean que sólo militantes, no miembros del partido, elijan a dirigentes y candidatos
RENATO DAVALOS
En la mayoría de las propuestas contenidas en las relatorías de la militancia priísta, que se convertirán en predictámenes este fin de semana, de cara a la asamblea nacional, se pide la creación de un órgano interno desconcentrado que conduzca los procesos de selección de dirigentes y candidatos.
En el caso de dirigentes, las propuestas se inclinan fundamentalmente por que sólo los militantes participen en el proceso, y para candidatos, podría abrirse la elección con un reglamento que evite desequilibrios como los experimentados en los comicios internos de 1999.
También plantean la elección de miembros del Consejo Político Nacional. Y en relación con los candados que se establecieron en la 17 asamblea, se propone tanto una flexibilización como sostener el esquema actual para impedir que la tecnocracia retorne al seno del PRI.
Este miércoles comenzarán los trabajos previos de la asamblea. Varios sectores exigen evitar que ese foro sea permeado por el gatopardismo, porque se trata de la primera asamblea a la que llega el priísmo en la orfandad, sin el tutelaje que le brindaba el presidencialismo.
La principal disputa se da entre madracistas y labastidistas; estos últimos, adueñados de la estructura orgánica partidista.
Pero la pregunta que muchos militantes del tricolor se hacen es si la asamblea no será nuevamente una simulación. A fin de cuentas, el proceso de la reunión lo conducen personas de apellidos conocidos: los Olivares, los Murillo, los David, los Jackson, los Riva Palacio, los Jiménez Morales, los Paredes, los Díaz Palacios y un largo etcétera.
En busca de consensos
Este día más de 500 delegados, miembros de la Comisión Interna de Dictamen, se reunirán en cinco subsedes en esta capital para elaborar los predictámenes que deben estar listos el fin de semana. Para afinar los 23 documentos que corresponden al número de tribunas de la asamblea, se acordó trabajar mediante consensos.
Se trata de documentos previos que se discutirán y aprobarán, en su caso, durante la 18 asamblea del PRI, que comenzará el sábado 17 en las sedes designadas.
Los principales debates tendrán lugar en Veracruz, porque ahí se definirán los nuevos contenidos de la reforma estatutaria, incluidas la elección de dirigentes y las fórmulas para nombrar candidatos.
Las relatorías ya fueron concentradas para las discusiones que empiezan hoy, de acuerdo con las tendencias de las propuestas, las mesas y las tribunas a que corresponden. En los debates participarán doce delegados por cada entidad federativa, más unos 120 procedentes de los sectores partidistas.
Al igual que en asambleas previas, la elección de dirigentes y la selección de candidatos concentra buena parte de las propuestas. El dilema principal que se ha planteado es si se realizan procesos abiertos o cerrados.
Carlos A. Madrazo, en la cuarta asamblea nacional del PRI, en los años 60, propuso la elección abierta de candidatos a alcaldes y regidores. Ese planteamiento fue el prólogo de su futura expulsión.
En la séptima asamblea, Jesús Reyes Heroles contuvo esos intentos con una prohibición estatutaria para que los procesos internos no se asemejasen a las normas electorales, es decir, mediante el voto directo y secreto, y el uso de urnas.
Ahora los planteamientos de la base priísta convergen en la necesidad de realizar una elección abierta en el caso de los candidatos, pero con una reglamentación para regular el uso de recursos, la equidad y la aplicación de sanciones para quienes violen la normatividad. Esta propuesta va encaminada a no repetir la experiencia de 1999, cuando Ernesto Zedillo volcó el apoyo del aparato del Estado hacia Francisco Labastida en la elección interna.
En el caso de los dirigentes, las propuestas se concentran en que el sufragio sea ejercido sólo por militantes, no por los simples miembros. La diferencia estriba en que los primeros tiene una "hoja de servicios" partidistas.
El órgano interno desconcentrado que proponen crear las bases priístas sería el árbitro para dirimir diferencias y resolver el tema de la selección, y también se encargaría de la elaboración del nuevo padrón.
Acerca del Consejo Político Nacional -que nació en la 14 asamblea, cuando Luis Donaldo Colosio presidía el PRI-, en la mayoría de propuestas se pide terminar con la designación de los miembros, y se plantea que éstos sean electos en procesos abiertos, en asambleas estatales, por distritos o con representaciones igualitarias por entidad federativa.
A la fecha, las decisiones discrecionales norman la acción del consejo, estatuariamente "encargado de la elección de candidatos a diputados, senadores, gobernadores y presidente".
También se sugiere aplicar un proceso similar en el caso de los consejos políticos estatales. Estos órganos serían responsables de seleccionar las candidaturas a puestos de elección popular -diputados y senadores-, de acuerdo con normas establecidas previamente para determinar si la elección es abierta o se circunscribe a la militancia.
Ningún priísta ha planteado abrir expedientes de castigos y expulsiones por corrupción y desviaciones del pasado, pero sí se propone restructurar el reglamento de la Comisión de Honor y Justicia.
Así se otorgarían facultades a los órganos locales para suspender o expulsar a algún miembro que hubiese incurrido en conductas ilícitas. El planteamiento incluye que esos casos sean analizados por la comisión nacional para que las instancias estatales no se conviertan en un campo de "ajuste de cuentas".
Por otra parte, se plantea crear el "servicio partidario", cuya finalidad sería reconocer los méritos de los militantes y abrir la posibilidad a un cuadro partidista de aspirar a cargos de elección popular sin necesidad de tener un padrinazgo político.
Además hay propuestas para reducir el número de delegados a la asamblea nacional y que ésta se realice mediante reuniones plenarias. Los foros regionales y municipales aparecen como opciones en este sentido.
Recuperar la credibilidad
El partido es más que dos, manifiesta José Encarnación Alfaro, secretario adjunto del PRI. La pugna Madrazo-Labastida, recientemente "tamizada" por un acuerdo, no allanó todos los presagios de ruptura en el caso de que una corriente imponga sus reglas partidistas. El resultado no puede ser la preeminencia de una sobre otra, considera.
La asamblea es el punto de partida de la reforma, que si no acredita la restructuración no se reflejará en la credibilidad ciudadana y no habrá entonces recuperación electoral. Por eso, agrega Alfaro, no puede haber una nueva simulación. Por primera vez el PRI no llega a una asamblea con documentos elaborados con antelación.
Este día empezarán los escarceos de la primera asamblea del PRI sin un presidente de la República miembro del partido, con el priísmo hundido en un conflicto de identidad, sin tutelaje presidencial y en la búsqueda de una gobernabilidad interna que termine con las asonadas. Pero también con deseos de recuperar credibilidad ante la sociedad y una repregunta que se hacen muchos priístas: "Ƒreforma o nueva simulación?"