MIERCOLES Ť 7 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Acusa a Osama Bin Laden y Al Qaeda de buscar hacerse de armas nucleares
"Están con nosotros o contra nosotros", insiste Bush; ningún país debe ser neutral, advierte
REUTERS, AFP Y DPA
Washington, 6 de noviembre. "Están con nosotros o contra nosotros", insistió hoy el presidente George W. Bush, al advertir que "ningún país puede ser neutral en este conflicto" y que los socios en la coalición antiterrorista deben "hacer más que expresar solidaridad". Además, acusó al líder fundamentalista islámico Osama Bin Laden y su red Al Qaeda de buscar hacerse de armas nucleares.
En el plano militar, Washington duplicó sus tropas de operaciones especiales en Afganistán, y reconoció haber utilizado la mayor de sus bombas convencionales -la BLU-82, de más de 6 mil kilos- en sus ataques contra aquel país, que este martes entraron en su trigésimo primer día.
Al advertir que Al Qaeda, además de buscar armas biológicas y químicas, está en pos de armamentos nucleares, Bush llamó a los aliados a intensificar la lucha contra el terrorismo "hasta que lo erradiquemos".
En un discurso vía satélite dirigido a la reunión de líderes de Europa oriental en Varsovia, sostuvo que "durante más de 50 años los pueblos de su región sufrieron bajo ideologías represivas que trataron de atropellar la dignidad humana", y ahora "la libertad está de nuevo amenazada".
"Al igual que fascistas y totalitarios, estos terroristas, el régimen del talibán que los apoya y otros grupos de terroristas a través del mundo tratan de imponer sus posiciones radicales (...) Vemos la misma intolerancia hacia la disensión, las mismas ambiciones globales descabelladas, la misma brutal determinación de controlar cada vida y toda la vida", dijo a los líderes de Polonia, Albania, Bosnia, Bulgaria, Croacia, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Macedonia, Moldavia, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Ucrania y Yugoslavia.
"Están buscando armas químicas, biológicas y nucleares. Si tuvieran los medios, serían una amenaza para todas las naciones, para la civilización misma", afirmó.
Bush había dicho antes que el brote de ántrax, que ha dejado cuatro muertos y 13 contaminados, era "una segunda oleada de ataques terroristas".
Hasta ahora, las autoridades no han presentado pruebas de que estén vinculados con Al Qaeda, y se manejan versiones de que podrían ser obra del terrorismo interno.
"No esperaremos más muertes inocentes. No esperaremos que los autores de asesinatos masivos consigan las armas de exterminio masivo". Actuaremos ahora, porque debemos "salvar a las generaciones venideras", agregó.
Y presionó a los aliados al advertir que "sus deberes abarcan más que la simpatía o la retórica. Ninguna nación puede ser neutral en este conflicto, porque ninguna na-ción civilizada puede estar segura en un mundo amenazado por el terror".
En el marco de esta ofensiva diplomática, Bush se reunió hoy con el presidente francés, Jacques Chirac, visita que se produce en momentos en que Washington busca neutralizar las críticas por las víctimas civiles que provocan sus bombardeos, e incrementa la presión sobre los países que apoyan de palabra su campaña.
"Es importante que las naciones sepan que con el tiempo tendrán que rendir cuentas de su inacción. O están con nosotros o contra nosotros en la lucha contra el terror", declaró en conferencia de prensa.
Bush no nombró a los países cuyo apoyo no es suficiente para Washington. "Un socio en la coalición debe hacer más que expresar su simpatía, un socio debe actuar y nuestro socio aquí presente actúa", dijo en referencia a Francia, que ofreció soldados.
Esta semana Bush conversará con el primer ministro británico, Tony Blair, así como con líderes de Kuwait, Yemen, India, Brasil e Irlanda. El jueves dirigirá un mensaje a la nación y el sábado tiene previsto dirigirse a la Asamblea General de Naciones Unidas, para plantear su visión en torno a lo que las naciones deben hacer en relación con la guerra contra el terrorismo.
En el plano militar, el secretario de De-fensa, Donald Rumsfeld, dijo que los ataques aéreos en Afganistán se intensificaron alcanzado los 120 vuelos diarios, mientras el número de fuerzas especiales en el terreno se duplicaron y se evalúa agregar bases para aviones de ataque en Tadjikistán.
Por su lado, el subjefe del Estado Mayor Conjunto, general Peter Pace, confirmó que Estados Unidos utilizó en dos oportunidades la semana pasada la mayor bomba que figura en su arsenal -la BLU-82 o daisy cutter- de 6 mil 804 kilogramos.
"La bomba llega al terreno en paracaídas y una sonda, y cuando la sonda toca el suelo la bomba explota a un metro del terreno (...) su objetivo es matar personas", ex-plicó. Añadió que la bomba, diseñada originalmente para limpiar el terreno para el aterrizaje de helicópteros durante la guerra de Vietnam, es muy efectiva contra tropas en posiciones defensivas.
La BLU-82 crea una enorme explosión que incinera todo en un radio de 500 metros, y su onda expansiva se puede sentir a varios kilómetros a la redonda.
A su vez, Rumsfeld no pudo confirmar informaciones sobre la toma de tres distritos en el norte de Afganistán por parte de la Alianza del Norte, y reconoció que más de 30 miembros de las fuerzas especiales sufrieron heridas leves el 20 de octubre en una acción comando al sur de Afganistán.
Inicialmente el Pentágono había dicho que solamente dos soldados habían resultado heridos al saltar en paracaídas en el ataque a una pista de aterrizaje.
Asimismo, afirmó que las fuerzas estadunidenses ayudaron al opositor Hamid Karzai en Afganistán, donde ingresó en busca de apoyo para el ex rey afgano Zhia Sha. "Estuvo en Afganistán con simpatizantes y tropas y le entregamos municiones y suministros", y se le ayudó a regresar a Pakistán.
A todo esto, el Washington Post citó a fuentes gubernamentales según las cuales el régimen talibán dificulta la campaña estadunidense al abandonar sus cuarteles y concentrarse en zonas pobladas, que utiliza como "escudos humanos".
Pero Rumsfeld, quien acaba de regresar de una gira, se mostró hoy optimista: "Vamos a vencer a estos terroristas, asesinos", y no tomará años sino "meses".
Según una encuesta realizada para CNN-Usa Today, por Gallup el pasado fin de se-mana, 87 por ciento de los estadunidenses apoya el accionar de Bush, el mismo nivel que poco después de los atentados.