LUNES Ť 5 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Dos conciertos callejeros atemperaron las críticas de elitismo en el festival veracruzano

Nuestro Flaco de Oro, libro conmemorativo "lúdico''

ARTURO JIMENEZ ENVIADO

Veracruz, Ver., 4 de noviembre. Dos conciertos callejeros realizados anoche en el contexto del segundo Festival Internacional Agustín Lara abrieron esta fiesta a un público más amplio, con lo que se atemperan un tanto las críticas de voces locales sobre un presunto carácter "elitista" de los espectáculos más importantes o llamativos.

Por otro lado, presentado primero en Madrid hace unos días, ya circula en este puerto el "libro conmemorativo" Nuestro Flaco de Oro. Más que una biografía, se trata de un volumen "lúdico y creativo", dice Carlos Mora, productor ejecutivo del festival.

El libro, editado por la Secretaría de Educación y Cultura del gobierno del estado de Veracruz, incluye citas, recreaciones y hasta un diccionario del universo lareano. Dos ejemplos de éste: "Piano. Instrumento de conquista". Y: "Traición. La única forma de conocer el paraíso de las pasiones perdidas".

Con fotos e ilustraciones, se pueden encontrar además recomendaciones diversas al estilo de cómo alcanzar la "galanura suprema" con medidas como estas: "crear un halo de misterio acerca de su lugar y fecha de nacimiento", o "fumar cigarrillos del Buen Tono del #13", o "escribir versos exquisitos en servilletas". Otro tip que destaca es el de "cómo ser una gran rumbera sin tener que llamarse Ninón Sevilla".

Sinfonías y montunos en un Infonavit

Uno de los dos conciertos, el de son montuno veracruzano, se realizó a partir de las 8 de la noche en la colonia popular Infonavit Río Medio, en una esquina con tres canchas de básquetbol que son a la vez de futbolito y se les denomina "unidad deportiva".

El otro, de son jarocho, se llevó a cabo desde las 7 de la noche y hasta después de las 12 y de varias lluvias intermitentes en una calle cercana al Instituto Veracruzano de Cultura (Ivec), frente al edificio de Las Atarazanas, sede de la Casa de la Cultura porteña, en el centro de la ciudad.

Desde ventanas, corredores y balcones los vecinos de la colonia Río Medio veían, aplaudían y algunos bailaban conforme se calentaba el ánimo veracruzano, refrescado por vientos enviados desde Cuba por el huracán Michelle.

Con un programa in crescendo, el espectáculo comenzó con la Banda Sinfónica del Gobierno del Estado, con unas trescientas personas sentadas y dos o tres parejas de baile cuando algunas piezas las ameritaban, y siguió con Son de la Loma y su excelente tresero.

El grupo principal fueron Los Pregoneros del Recuerdo, quienes además, durante el resto del programa, acompañaron a diversos intérpretes. El homenaje a Lara, convertido en baile popular, terminó alrededor de la media noche.

Palmeras borrachas de son

Mientras, frente a Las Atarazanas y en medio de varias mojadas de una llovizna intermitente, que no amedrentó a la gran mayoría, la autenticidad y profundidad del son jarocho rindió uno de los más sinceros homenajes al Flaco de Oro. Estuvieron, entre otros, Río Crecido, con su desbordado lirismo campesino, la cadencia del cuerpo y los tacones de su bailarina, Miriam, y Son de Madera, con el acierto de sus exploraciones.

Este grupo mostró sus diversos virtuosismos, desde la jarana primera y el violín de Ramón Gutiérrez, hasta el zapateo de su bailarina, Jazmín. Son de Madera incluso demostró las amplias posibilidades musicales del son jarocho e hizo un homenaje al Flaco de Oro con una versión de Piensa en mí.

Arriba, a unos diez metros de altura, las palmeras no se mecían, sino que se contorsionaban por el halo de Michelle. Palmeras presas del paroxismo, como si estuvieran vivas. Palmeras borrachas de son.

No se trata de espectáculos "comunes y corrientes", pues se utilizan formatos y escenarios "a la altura de los del malecón, el Ivec y otros espacios", comenta en la colonia Río Medio uno de los coordinadores, Lorenzo Montalvo, además director del Teatro Reforma.

Cuenta Montalvo que este programa de espectáculos a colonias populares comenzó este año y que ya se han llevado conciertos durante festivales como el Afrocaribeño y el de Son Montuno.

El objetivo, agrega, es que la gente tenga oportunidad de ver eventos de calidad que, por presentarse en el centro de la ciudad, difícilmente podría disfrutar por el problema de regresar a su colonia a la media noche. "Por eso llevamos la cultura a su casa", dice.

Este domingo por la noche, el pianista Memo Salamanca, uno de los más fieles intérpretes de Agustín Lara, se presentará en otra colonia popular, Los Volcanes, mientras Los Pregoneros del Recuerdo estarán en el callejón de la Lagunilla, en el centro.

En tanto, Tlacotalpan, tierra deseada de Agustín Lara, será el escenario del gran cierre de este festival, con las presentaciones de Margie Bermejo y Dimitri Dudin en el Teatro Netzahualcóyotl y un baile popular en el zócalo a cargo de la Orquesta Moscovita.