LUNES Ť 5 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Hizo llamados a la unidad en su cierre de campaña en Morelia

De nuestro lado está el proyecto popular, progresista y tolerante: Cárdenas Batel

Ť En Michoacán no habrá maximatos ni minimatos: el padre del candidato

ROSA ELVIRA VARGAS Y MIREYA CUELLAR ENVIADAS

Morelia, Mich., 4 de noviembre. Entre la aclamación y los compromisos. Cuauhtémoc Cárdenas: "En Michoacán no habrá maximatos ni minimatos". Lázaro Cárdenas Batel: "De nuestro lado se encuentra el proyecto popular, progresista, tolerante y justiciero de la historia nacional, y en el otro, las cúpulas de siempre, al cuidado de sus intereses y de sus privilegios".

Con la confianza que le da saberse puntero en las encuestas hacia el gobierno del estado, Cárdenas Batel presentó un mensaje que tuvo como eje los llamados a la unidad "y a la buena fe de los ciudadanos que simpatizan con otros partidos, pero que desean profundizar el cambio democrático, para que apoyen la opción de la coalición Unidos por Michoacán".

En el acto lo acompañaron 20 mil personas

Lo decía frente a una abigarrada multitud, calculada en unas 20 mil personas, que en tono amarillo y muy entusiasta se congregó a lo largo de la avenida Madero, frente al palacio de gobierno, para participar en el cierre de campaña estatal de quien, un año después de haber ganado una senaduría por esta entidad, estuvo de nuevo por todos sus rincones buscando el voto, esta vez por el Ejecutivo local.

Cárdenas Batel inició la jornada al mediodía con una ofrenda en el obelisco levantado en memoria de su abuelo, el general Cárdenas del Río.

Desde ahí caminó rodeado de simpatizantes y bandas musicales hasta el centro de Morelia -unas 15 cuadras-, acompañado también por su padre, Cuauhtémoc, y la directiva nacional del PRD.

En el templete los esperaban, entre otros, Rosario Robles, Gustavo Riojas, Leonel Cota, Genovevo Figueroa, Ricardo Monreal, José Narro Céspedes, la mayoríacierre prd 9 de los candidatos a alcaldes y diputados y un nutrido grupo de colados que, como siempre, hicieron temer a más de uno por la seguridad del entarimado.

Desde un balcón que daba justamente a un lado del palacio de gobierno y casi enfrente de donde su hijo y su nieto encabezaban el mitin, Amalia Solórzano, viuda de Cárdenas, no perdía detalle. Ni siquiera se movía, absorta como estaba en cada frase, en cada compromiso.

Fue a petición de los ahí congregados que Cuauhtémoc Cárdenas tomó la palabra, para aclarar paradas: "El pasado no se repite; nadie está volteando al pasado, sería un error querer aplicar mecánicamente las soluciones de ayer a los problemas de hoy".

El ex candidato presidencial salió al paso de las imputaciones, en el sentido de que tendrá injerencia absoluta en una administración encabezada por su hijo. "Sabemos respetar nuestras responsabilidades y nuestras personalidades. A Lázaro lo conozco bien. No toleraría por respeto a Michoacán y a los michoacanos, por respeto a sí mismo, que en este estado hubiera maximatos ni minimatos. Gobernará Lázaro y gobernará el pueblo michoacano", aseveró.

Dijo también que como compañeros de partido y de un proyecto político de alcances nacionales, "y como padre, estoy profundamente orgulloso de Lázaro, de su trabajo político, de su entrega a las causas de los michoacanos, de su conocimiento de nuestro estado y de su gente, y tengo la convicción de que el nuevo gobierno que tendremos no aspira ni pretenderá perpetuarse en placas de bronce".

A tales expresiones, la gente respondía con sonoros aplausos. A esas horas el sol pegaba fuerte y habían tratado de pasar rápido y sin mucha emoción los discursos previos del líder estatal perredista Raúl Morón, del candidato a alcalde Alfonso Solórzano y de la presidenta nacional del PRD, Amalia García.

Pidió no desperdiciar el voto

Cárdenas Batel cerró el mitin con un largo mensaje que no eludió tema, agradeció adhesiones, aludió a todos los sectores de la población y convocó a los que aún no siente de su lado a no "desperdiciar su voto en una opción que no tiene posibilidades de triunfo".

Fue así como mencionó a Cristóbal Arias y su contribución en esta lucha -pese a que durante la campaña mucho se comentó el alejamiento del dos veces candidato a gobernador-, a los otros cinco partidos políticos que integran la coalición Unidos por Michoacán -PT, PAS, PSN, CD y PVEM-, los muchos ciudadanos que se han desprendido de su militancia en el PRI y en el PAN para sumarse a su candidatura, y a aquellos que aún conservando su pertenencia al tricolor le han ofrecido su apoyo.

Enseguida hizo un recuento de sus ofertas de campaña y las ratificó, aunque también encontró la oportunidad para aclarar aquellas acusaciones que le han hecho desde el PAN y el PRI, sobre todo este último en la llamada guerra sucia que hasta esta semana había sido burdamente anónima.

Cárdenas Batel ofreció respeto al derecho de los padres a enviar a sus hijos a las escuelas que deseen, públicas o privadas, y recordó que no es el PRD el que propone cobrar impuestos o grabar la educación privada.

También dijo que gobernará sin soberbia y sin pretender inventarlo todo.

Habrá respeto a las libertades ciudadanas -enfatizó-, entre ellas la religiosa, "y no se lucrará con la pobreza de los michoacanos".

Tuvo un mensaje para los indígenas y ofreció solidaridad a los pescadores Leocadio Ascencio y Aurelio Guzmán, quienes fueron sentenciados recientemente a 20 años de prisión por defender su derecho a pescar en el lago de Pátzcuaro.

Lázaro Cárdenas insistió en que hará un gobierno plural, que tendrá buenas relaciones con la Federación y que respetará la disidencia y la divergencia ideológica.

Tuvo, además de expresiones de agradecimiento a su familia, una especial: a su esposa Mayra por "su trabajo en esta campaña, su valor y entereza ante la guerra sucia que denigra solamente a quien la promueve".