LUNES Ť 5 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Al tercer trimestre esas compras crecieron 18.1%, pese a la recesión económica
En México, ofensivo aumento en la importación de bienes suntuarios, advierte la Amedec
Ť La adquisición de abrigos de piel se elevó 230.4% y la de alfombras, 3 mil 143%
VICTOR CARDOSO
Ante el derrumbe económico mundial, México ha tenido un ''ofensivo'' aumento de 18.1 por ciento anual al tercer trimestre de este año en la importación de bienes de consumo y un crecimiento de viajes al extranjero de 11.9 por ciento.
Los mexicanos compran artículos suntuarios que a pesar de la recesión económica no han dejado de importarse en cantidades crecientes. Desde perlas finas o cultivadas, cuya importación se elevó 17.9 por ciento durante el primer semestre de este año, comparado con el mismo periodo del 2000, hasta abrigos de piel, con un aumento de 230.4 por ciento, pasando por las compras de abulón que crecieron 103.73 por ciento, o de las alfombras de lana que se elevaron 3 mil 143 por ciento, los artículos suntuarios reflejan una parte de los supuestos beneficios de la apertura comercial.
Artículos como caballos o automóviles de lujo representan en conjunto una salida de divisas por casi 11 mil millones de dólares. La lista de productos ostentosos que México compra en el extranjero asombra por su diversidad: objetos de arte, de colección o de antigüedad; yates y embarcaciones de recreo; bebidas alcohólicas; relojes, juguetes montables, artículos de colección y joyería constituyen una gama de productos cuya compra y disfrute no son compatibles con las dificultades económicas del país, lo mismo que los viajes al extranjero por los que se erogaron 3 mil 986.9 millones de dólares entre enero-agosto.
Los bienes de consumo representan 12 por ciento de los 165 mil millones de dólares de importaciones que anualmente realiza México. Las compras en el extranjero de bienes de consumo ''han respondido a la apreciación del tipo de cambio y ello les ha permitido mantener un ritmo de crecimiento alto. Su dinamismo refleja el aumento del poder adquisitivo de los consumidores como consecuencia de la estabilidad del tipo de cambio, entre otros factores. Ello contribuye a explicar por qué, a diferencia de lo ocurrido en la actividad industrial, el impacto de la desaceleración sobre el consumo privado ha sido pequeño'', señala un análisis de BBVA Bancomer.
Para el presidente de la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (Amedec), Arturo Lomelí Escalante, resulta ''ofensivo'' el gasto suntuario, ya que durante los últimos cinco años el consumo de productos básicos como pan y tortilla se redujo entre 5 y 10 por ciento en el país, mientras el de la carne cayó 20 por ciento, pese a que las importaciones de productos cárnicos aumentaron 27.47 por ciento en el primer semestre de este año, respecto de 2000.
Afirma Lomelí que el crecimiento en las importaciones de mercancías de consumo destinadas a las clases pudientes ''hace evidente que los ricos del país han tomado mucha confianza, lo cual contrasta con la caída en el consumo de productos básicos entre 74 por ciento de la población''.
Afirma que esas importaciones "indican hacia dónde debe encaminarse la reforma fiscal y los productos a cuyo consumo bien podría aplicárseles IVA en niveles de 20 a 30 por ciento. Pero sobre todo, resulta ofensivo para 40 millones de mexicanos que deben vivir con menos de dos dólares al día, para la industria nacional y para los trabajadores que no cuentan con las fuentes de empleo que se dejan de crear''