lunes Ť 5 Ť noviembre Ť 2001
Sergio Valls Hernández
Justicia eficaz
En estos momentos una de las tareas fundamentales del Consejo de la Judicatura Federal, como órgano de gobierno y administración del Poder Judicial de la Federación, está orientada a propiciar las condiciones que permitan al juzgador cumplir con un perfil ético y profesional que, en el caso de la justicia federal, constituye una prioridad
Es insoslayable que el modelo político determina el orden jurídico, por eso en la medida en que nuestro país se adentra en el campo de la democracia, una parte importante de las disposiciones jurídicas se van haciendo obsoletas, y consecuentemente tanto las instituciones encargadas de su ejecución, como las propias normas que regulan el devenir social deben ir renovándose para adecuarse a las nuevas condiciones.
Estas nuevas condiciones son propiamente las aspiraciones de los mexicanos para lograr entendimiento entre los miembros de la sociedad, lo que en palabras del Nobel de Literatura Octavio Paz, se explica así: "La democracia no es un absoluto ni un proyecto sobre el futuro: es un método de convivencia civilizada. No se propone cambiarnos ni llevarnos a ninguna parte, pide que cada uno sea capaz de convivir con su vecino, que la minoría acepte la voluntad de la mayoría, que la mayoría respete a la minoría y que todos preserven y defiendan los derechos de los individuos".
Entonces, las mutaciones sociales que están dando paso a este nuevo modelo de gobierno tienen necesidad de expresarse en lenguaje jurídico, para que sean ciertas, para que sean efectivas, para que sean obligatorias y observadas coactivamente, pero además para que vayan dando cuenta de los avances de la democracia, es decir, constituyan la memoria normativa de la democracia.
No obstante lo anterior, es cierto que son múltiples los ángulos por los que se puede optar para abordar como objeto de estudio dichas transformaciones, pero también lo es que en cada uno de ellos, en cada forma de analizarlos existirá una constante insustituible: la norma jurídica.
Partiendo de tal premisa tenemos que las instituciones que legítimamente interpretan y dan sentido a la norma son las encargadas de administrar justicia dentro de la estructura del Estado, y en esa virtud su trascendencia resulta manifiesta, puesto que a través de su función sustantiva resguardan el derecho y la justicia, a través del monopolio de aplicación de la ley.
De ahí que la "ley" se conciba como el germen que da vida a la justicia, y en este contexto el juez viene a ser el guardián del derecho, la fuente de la observancia de la legalidad. Es precisamente de esta consideración de donde deviene la necesidad de que la función jurisdiccional sea eficaz y para ello debe ser diagnosticada siendo objeto de estudios multidisciplinarios, pues no sería posible aprehenderla en su real dimensión sólo desde el punto de vista de técnica jurídica.
Los diagnósticos elaborados hasta la fecha sobre la tarea jurisdiccional han evidenciado algunos de los aspectos frágiles de la función. Todos han sido puestos en la mesa de discusión y sobre la mayoría de ellos trabaja, desde diferentes frentes de batalla, el Poder Judicial de la Federación, para disminuir o eliminar sus efectos y lograr una justicia eficaz, cuyo prototipo está definido en el artículo 17 de la Constitución, que consigna como características del servicio publico de impartición de justicia que sea pronta, completa e imparcial.
En estos momentos una de las tareas fundamentales del Consejo de la Judicatura Federal, como órgano de gobierno y administración del Poder Judicial de la Federación, está orientada a propiciar las condiciones que permitan al juzgador cumplir con un perfil ético y profesional que, en el caso de la justicia federal, constituye una prioridad.
En efecto, la formación de funcionarios judiciales en el ámbito federal es una constante, y da cuenta de ello el que en breve se lanzará la cuarta convocatoria para la especialidad en administración de justicia en tribunales de circuito, que tiene por objeto preparar a la cuarta generación de especialistas en la materia que les permita desarrollar sus conocimientos técnico-jurídicos de manera práctica, reforzando y profundizando en sus conocimientos legislativos, doctrinarios y jurisprudenciales; acrecentar su capacidad en técnicas de análisis, argumentación, interpretación, así como impulsar su vocación de servicio, mediante el ejercicio de valores y principios éticos inherentes a la función judicial, en aras de contribuir a la eficacia de la justicia en México.
Lo anterior demuestra que, además de la renovación de las instituciones mismas, en el Poder Judicial de la Federación, se innovan métodos de superación profesional de sus recursos humanos, y aún de aquellos que pretendan ingresar a la carrera judicial.
Los ejemplos son muchos, pero esto es sólo una muestra de que en el Poder Judicial de la Federación se tiene plena conciencia de que la democracia moderna está inmersa en la pluralidad y la divergencia, y que esto genera tendencias opuestas que sólo a través de la construcción de un orden jurisdiccional eficaz, pueden ser resueltos pacíficamente. Ť