LUNES Ť 5 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Programa para reducir la sobrepoblación

Edificará la SSP cinco centros carcelarios de seguridad media

Ť Se retomó el control en prisiones federales: Celina Oseguera

GUSTAVO CASTILLO GARCIA

La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal construirá centros penitenciarios de seguridad media en distintos estados de la República, como parte de un programa carcelario de apoyo a las instituciones del fuero común para disminuir la sobrepoblación en las prisiones.

Celina Oseguera Parra, titular de la Dirección Federal de Prevención y Readaptación Social, informó que luego del 19 de enero de este año, fecha en que se fugó del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, se ''retomó el control de los centros'' dado que ''se habían establecido relaciones no convenientes'' entre el personal y los internos, y con ello se habían relajado las medidas de seguridad.

Actualmente, las cinco prisiones federales tienen una población de 3 mil 65 internos, distribuidos de la siguiente manera: 522 en La Palma; 485 en Puente Grande; 148 en Matamoros; 232 en el Centro para Casos Psiquiátricos de Cuautla, y mil 678 en las Islas Marías.

Sin embargo, hasta 1998, según datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, el número de presos por delitos federales era de 33 mil 242, mientras que por delitos del fuero común la cifra era del orden de 33 mil 242 internos, y el nivel de sobrepoblación en las cárceles mexicanas se estima que rebasa 40 por ciento la capacidad instalada.

Ante ese panorama, la SSP que encabeza Alejandro Gertz Manero, ha establecido como un proyecto a desarrollar en esta administración la construcción de cinco prisiones de media seguridad; sin embargo, el número de construcciones dependerá de los recursos presupuestales que le sean otorgados a esa dependencia.

Cárceles abiertas, otra opción

También, como parte de la estrategia penitenciaria que pretende desarrollar Gertz Manero, se ha establecido la posibilidad de contar con sistemas de ''instituciones abiertas'', es decir, cárceles en las cuales aquellos internos que están en la última etapa de su sentencia puedan salir a trabajar y regresar a su celda, aunque bajo el control pleno de la autoridad administrativa.

Celina Oseguera señaló que luego de la fuga de El Chapo Guzmán, las autoridades federales designaron a nuevos directores y jefes de departamento en cada uno de los centros para evitar actos de corrupción similares a los ocurridos en enero pasado. Además, todos los elementos y funcionarios que laboran en las prisiones de máxima seguridad han sido sometidos a exámenes poligráficos (detector de mentiras) y toxicológicos, al mismo tiempo que sus expedientes han sido revisados para evitar ''casos de irresponsabilidad''.

La funcionaria precisó que uno de los programas que se retomaron fue la capacitación del personal y la aplicación firme de la normatividad. Rechazó comentar si a su llegada al cargo encontró anomalías graves en cuanto a la operatividad y seguridad de los centros federales, aunque aseguró que ''se retomó el control de las instituciones, se designaron varios directores, personal de mandos medios e incluso se hicieron seguimientos y evaluaciones al personal que ya estaba en la aplicación del polígrafo''.

Reconoció que en el caso de Puente Grande ''muchos de los que estaban se dieron de baja, aunque no llegaron al Reclusorio Oriente'', en referencia a los custodios y funcionarios que se vieron involucrados en la fuga de Guzmán Loera. Dijo que a su llegada a la Dirección Federal de Readaptación Social se encontró con que se había establecido ''una relación no conveniente y que no debe existir en las cárceles entre personal e internos. Dicho personal pasó por alto los valores que debe tener el servidor público''.

Respecto al caso de La Palma, consideró que si bien existió un desgaste de la relación entre custodios y reclusos, ''ahorita ya se está aplicando la normatividad'', pues consideró que el deterioro en la disciplina que debe regir en esos centros carcelarios ''ocurre cuando está a la cabeza una persona que no conoce, que es totalmente improvisada y que tal vez sus intereses son otros, pero ahora se están aplicando al pie de la letra las normas y controles estipulados en los reglamentos, mientras que a los internos se les brindan las actividades a que tienen derecho''.

Poesía tras las rejas

Para concluir, la funcionaria afirmó que los centros federales ''tienen su lado humano'' y que no se descuidan las relaciones de los internos con sus familias, y para ello, ''aunque poco se conocen'', se desarrollan actividades como funciones de teatro, conciertos, concursos de poesía y cuento a nivel nacional, y dijo que en estos últimos los internos de las prisiones de máxima seguridad han sido los mejores.