Emerson
A través de este estudio, Óscar Wong recorre uno de los tantos velos que envuelven a la Poesía, descubre algo que para muchos permanece oculto, revela el secreto del verso de una manera clara, precisa y fluida. De ahí el título de la obra. El autor muestra a los lectores los objetivos fundamentales en un taller de este género: mejorar la calidad de expresión, la cual requiere del conocimiento de la teoría y la técnica; adquirir cultura literaria, y lograr un buen nivel crítico y autocrítico. Así pues, sostiene que "un poeta sin el conocimiento de la técnica es un poeta muerto; un poeta sin el conocimiento de la poesía antigua, sin los clásicos, es un poeta que nada tiene que hacer en este ámbito; un poeta sin el conocimiento de los mitos es un poeta exánime". Al mostrar el secreto del verso, Wong pone ante los ojos de los legos su saber y experiencia en lo que al proceso poético se refiere. Una de las virtudes de El secreto del verso es el énfasis que pone en el respeto por la palabra. La palabra tiene poder, arguye Wong, y "todo participante de un taller literario debe aprender a respetarla, a saber utilizarla adecuadamente". El escritor subraya dos consignas para los coordinadores de talleres: crear conciencia del trabajo literario y resaltar la importancia de la disciplina creativa. Por supuesto, sin olvidar el ámbito sagrado de la Palabra. María Moliner, autora del magnífico Diccionario de uso del español, define la poesía como: "Género literario exquisito; por la materia, que es el aspecto bello o emotivo de las cosas; por la forma de expresión, basada en imágenes extraídas de sutiles relaciones descubiertas por la imaginación, y por el lenguaje, a la vez sugestivo y musical, generalmente sometido a la disciplina del verso." Pero he aquí que, además de la concepción del diccionario, hay tantas otras como poetas existen. Una que señala Wong y me parece contundente es la de José Gorostiza, quien afirma de forma certera que la poesía es "una especulación, un juego de espejos, en el que las palabras, puestas unas frente a otras, se reflejan unas en otras hasta lo infinito, y se recomponen en un mundo de puras imágenes donde el Poeta se adueña de los poderes escondidos del hombre y establece contacto con aquel o aquello que está más allá". En su papel de maestro, Óscar Wong sostiene que "se debe considerar a la poesía en tanto relación verbal con sonido y significado que expresa, desde la perspectiva particular, la autoconciencia, una vivencia; es una unidad de contrarios, justa e inseparable, de manera tal que lo que expresa no pueda hacerlo de otra manera, sino en la forma ya utilizada; es decir, los términos que conforman al poema son exactamente ésos, sin variaciones, puesto que el contenido no puede ser externado de otra manera, sino con esa combinación de vocablos. Un cambio de forma, una corrección, implica un cambio de sentido, de contenido". Este planteamiento lo sostiene Wong a lo largo de su trabajo ensayís-tico y además puede advertirse en su obra poética. De acuerdo con la argumentación anterior, percibimos los requerimientos de la poesía. Wong señala las tres condiciones básicas que, según Ezra Pound, debe tener el texto lírico: la melopea (el ritmo, la cadencia, el isocronismo); la fanopea (capacidad del autor para crear imágenes y visualizarlas), y la logopea (lo que ocurre en el campo semántico, la capacidad estética del autor para con las palabras, la manera en que el poeta combina sus elementos). Pero el conocimiento de la preceptiva no sustituye a la sabiduría poética. Por ello, Octavio Paz afirma: "Cada poema es un objeto único, creado por una técnica que muere en el momento mismo de la creación. La llamada técnica poética no es transmisible, porque no está hecha de recetas sino de invenciones que sólo sirven a su creador." Así pues, Óscar Wong va descorriendo velos. Se refiere al ritmo, a la imagen, a las cosmovisiones, a los recursos estilísticos. Ahonda en el estrato fónico: en el verso medido, en los acentos rítmicos, en las pausas, en las cesuras, en las rimas, en el isocronismo, en los encabalgamientos, en las figuras de repetición. Asimismo, profundiza en las imágenes que observamos en la mente, en las metáforas, en los símiles, y escudriña el aspecto semántico, el entramado estético, el nivel simbólico-alegórico. Aborda el verso blanco, el verso libre; maneja las formas de expresión; va y viene a través de a metonimia y la sinécdoque; considera la técnica como un saber o des-ocultación del ser poético. Así se expresa: "Técnica y contenido van de la mano, íntimamente enlazados; también es legítimo considerar que toda obra lleva el sello personal, ideológico, del escritor; va imantada con las peculiaridades del creador, su visión del mundo, su concepción y propuesta estéticas." Imaginación, sensibilidad, expresión e inteligencia se funden para que brote la Poesía. Si bien Wong descubre algo oculto, que
prefigura todo aquello que es fundamental en el proceso creativo, y que
de ahí surge el título del libro El secreto del verso,
a mi vez descubro una doble intención del autor al titularlo de
tal manera. Nos encontramos ante una polisemia, ante el enigma de los velos
que envuelven el acto lírico. Óscar Wong
Esto se confirma con las palabras de Robert Graves: "Me sigue divirtiendo la paradoja de la obstinada persistencia de la poesía en la actual fase de la civilización. Aunque se la reconoce como una profesión culta, es la única para cuyo estudio no existen academias y en las que no hay un patrón, por tosco que sea, con el que se pueda medir la pericia técnica. Los poetas nacen no se hacen. La deducción que se espera que uno saque de esto es que la naturaleza de la poesía es demasiado misteriosa para que soporte el examen; es, ciertamente, un misterio todavía mayor que el de la realeza, pues los reyes pueden ser hechos o pueden nacer como tales y las declaraciones que se citan de un rey difunto ejercen poca influencia en el público o en la opinión pública." Wong opina que "no es tan sencillo autonombrarse poeta". Pienso que sólo la obra puede nombrar al verdadero creador. Bien señala Wong: "En la medida en que la Poesía refleja las relaciones del hombre con el mundo, con esa dinámica interna del verso, con esa tensión del espíritu, estará reflejando su autenticidad. Todo lo demás es simple juego verbal, una pirotecnia de sonidos que deslumbran y enceguecen, pero jamás hacen hincapié en lo contradictorio del hombre." No hay que olvidar que la Poesía es la Palabra per se. Como precisa Francis Ponge, poesía-arte de la palabra. Por último, recordemos a Octavio Paz cuando afirma que "no todo poema o para ser exactos: no toda obra construida bajo las leyes del metro contiene poesía. Pero esas obras métricas ¿son verdaderos poemas o artefactos artísticos, didácticos o retóricos? Un soneto no es un poema, sino una forma literaria, excepto cuando ese mecanismo retórico estrofas, metros y rimas ha sido tocado por la poesía. Hay máquinas de rimar pero no de poetizar". Para Paz, "el poema es un caracol en donde resuena la música del mundo y metros y rimas no son sino correspondencias, ecos, de la armonía universal". Y Óscar Wong, a través de El secreto del verso, nos convoca a percibir el sonido del caracol, la resonancia de la armonía del universo que refiere Octavio Paz. Que nos atrape en su Misterio. Mesas redondas y música. Un Puente entre dos Milenios, actividades del Colegio de Compositores Latinoamericanos de Música y Arte dirigidas principalmente a jóvenes compositores y estudiantes de música. Las mesas redondas se llevarán a cabo en la Sala Carlos Chávez, del lunes 5 al viernes 9 de noviembre, a las 13:30 horas; y los conciertos, con cinco programas distintos, los mismos días a las 20:00 horas, en la Sala Nezahualcóyotl. La cita es en el Centro Cultural Universitario ubicado en Insurgentes Sur núm. 3000, CU. Boletos disponibles en la taquilla de la Sala Nezahualcóyotl, cincuenta por ciento de descuento a estudiantes y maestros en general, trabajadores de la UNAM e INSEN con credencial actualizada. Informes a los teléfonos 5622 7080 al 83, correo electrónico: [email protected] y en la página htpp://cartelera.musica.unam.mx. Teatro en la UNAM. Mujeres en el encierro, autora y directora María Morett, con Teresa Rábago, Gabriela Reynoso, Olga González, Dana Berman, Lydia Margules, Claudia Ríos, Gabriela Gallardo y Erando González. Sábados y domingos a las 13:00 horas, en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, en el Centro Cultural Universitario ubicado en Insurgentes Sur núm. 3000. Teatro en el CENART. Eurídice en el submundo, dramaturgia y dirección de Patricia Rivas, sábados y domingos, a las 13:00 horas, en el Foro Antonio López Mancera del cenart ubicado en Río Churubusco y Calzada de Tlalpan, col. Country Club, Metro General Anaya. Hasta el 25 de noviembre. Costo: $40.00 pesos. Danza UNAM. Lejos Neptuno, de Quiatora Monorriel, con la dirección de Evoé Sotelo y Benito González, coreografía de Benito González y la interpretación de Tzitzi Benavides, Gerardo Montiel, Evoé Sotelo, Benito González y Gregorio Trejo como El Quinto Elemento. Las funciones son los jueves y viernes a las 20:00, los sábados a las 19:00 y los domingos a las 18:00 horas, en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario. Taller Coreográfico de la Universidad. Rapsodia en azul, de Gershwin; Minueto, de Ravel; Cuarteto Rasumofsky 3, de Beethoven; Gloria, de Haydn; Opus 45, de Berg y Concierto en re, de Bach. La cita es el viernes 9 de noviembre, a las 12:30 horas, en el Teatro de Arquitectura "Arq. Carlos Lazo" en Ciudad Universitaria. Mayores informes sobre esta presentación y sobre el programa del Taller Coreográfico de la Universidad hasta diciembre de 2001, a los teléfonos 56 22 7095 y 5622 7096, fax: 5622 7097, correo electrónico: [email protected], [email protected] y en la página htpp://www.tcunam.org.mx. Exposiciones. Estares desde Santa Cecilia Tepetlapa o dibujos sobre color, de Ady Carrión Parga. La muestra estará abierta al público hasta el 23 de noviembre de 2001, en el Aula Magna del Instituto Cultural Anglo Mexicano ubicado en Antonio Caso núm. 127, col. San Rafael. Museo Dolores Olmedo Patiño. Ofrenda
tradicional de día de muertos 2001. Las calacas que hicieron nuestra
historia y Tzompantli gráfico, con la participación
de cincuenta y siete artistas, académicos y estudiantes de la Escuela
Nacional de Artes Plásticas. Ambas exposiciones permanecerán
abiertas hasta el 30 de diciembre de 2001. La cita es en Av. México
núm. 5843, La Noria, Xochicalco, cp 16030, México df., de
martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Costo: $25.00 pesos, estudiantes
y maestros con credencial: $15.00 pesos; insen y niños menores de
seis años, entrada libre. Todos los martes la entrada es libre.
Mayores informes sobre estas exposiciones y en general sobre las actividades
del Museo programadas para el mes de noviembre, a los teléfonos
5555 1221 y 0891, extensión 142, correo electrónico: [email protected].
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