DOMINGO Ť 4 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Presenta hoy su primer disco en la Plaza de la Constitución
No sé por qué denuncias de luchadores sociales nunca se resuelven: Cayo Vicente
ARTURO CRUZ BARCENAS
Su nombre no lo oculta y lo dice a los cuatro vientos: Cayo Vicente, originario de Puebla. Ha sufrido persecución y su esposa ha sido plagiada. Teme por su familia y por lo que pueda pasarle a él mismo. Hace responsable al gobierno de eventuales agresiones contra él y los suyos. Es un luchador social y, más todavía, un cantor, no un cantante, término que le molesta y que no hace de él. Es marxista y considera vigente la obra del pensador alemán, de su potencial teórico y de la dialéctica, en tanto que método de análisis de la realidad.
Hoy, Cayo Vicente presentará su primer disco, en el marco del homenaje por el tercer aniversario luctuoso del que considera un maestro: José de Molina, en el Zócalo capitalino. Se define como cantor popular. Es licenciado en ciencias sociales y ha ejercido la docencia. Su participación en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación es la causa, dijo, de la represión que ha afectado a su familia.
"Canto desde hace mucho, pero desde hace dos años lo hago de tiempo completo. He estado al lado de movimientos de trabajadores ambulantes, con organizaciones populares, con campesinos, amas de casa. Mis referentes artísticos inmediatos en México son Judith Reyes y José de Molina; ellos son los padres de la canción política, combativa. Yo no le llamo canción de protesta; la protesta queda muy allá, lejos. La canción política pretende informar, educar y propagandizar una postura. No es algo que se hace sólo por gusto o posición individual. Se inscribe en el contexto de las luchas del pueblo mexicano por su liberación definitiva."
-ƑContra qué tienen que luchar los cantores como tú, en su trabajo cotidiano?
-Contra muchas cosas. Pero debe quedar claro que lo que hacemos, yo y los demás compañeros, es arte popular, o simplemente arte. Canto lo mío y lo de autores que fueron consecuentes y que no se vendieron, no traicionaron ni claudicaron. El arte puede ser proletario, con sello de clase, pues no puede servir a los que tienen el poder. El arte proletario tiene que tener calidad, en su forma y en su contenido. Se suele confundir y se dice que el arte popular es vulgar, grosero, prosaico, sin calidad, sucio. Pero eso es mentira.
"De esto no puede vivirse en términos económicos", acotó, pero está más convencido que nunca de que está haciendo lo correcto. Relató experiencias amargas, en las que él estuvo cerca, comprometido: el asesinato de la profesora Saturnina Martínez Ramírez, en 1993; el encarcelamiento del maestro Ramiro Arciga, en 1994, acusado de ser zapatista; "recibí amenazas de muerte en el Congreso y en 1999 mi esposa fue secuestrada y bestialmente torturada. Me advirtieron que saliéramos del estado de Puebla si queríamos seguir viviendo.
"Ignoro quiénes son los culpables. No sé por qué las denuncias de los luchadores sociales nunca se resuelven. A los empresarios se les atiende inmediatamente.
"Tengo claro que en Puebla mi confrontación directa es contra el charrismo sindical, con las direcciones de los comités ejecutivos nacionales, de la sección 23 del SNTE. Pero el tipo de preguntas que le hicieron a mi esposa iba encaminada a esclarecer la sospecha de que yo formaba parte de una organización clandestina.
"Pedí a los secuestradores que liberaran a mi esposa, que me tomaran a mí. Así lo declaré a La Jornada de Oriente."
Aclaró que sí levantó la denuncia ante las autoridades competentes, pero ante las circunstancias él y su familia salieron de Puebla. "Vivimos de la ayuda de la gente, de los amigos. Canto porque creo que debe continuar la lucha por mis ideales, por una transformación social, para que no me callen. Igual que los que asesinaron a Digna Ochoa, no van a poder silenciar al pueblo. Los cantores tenemos el privilegio de cantar para servir. El canto por sí mismo, lo sé, no sirve para nada. Habemos cantores que no nos hemos enchufado a las ubres del Estado, no hemos dado bandazos. Por eso este domingo voy a cantar los temas de mi primer disco, donde hay una crítica a la situación nacional, a la farsa de transición democrática, a la farsa de un cambio estructural, a la farsa de un nuevo orden mundial, que no es más que la recomposición del imperialismo."