DOMINGO Ť 4 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Ojalá resurja su figura como uno de los grandes mexicanos del siglo XX, dice Cuevas
Chavela Vargas: la música del Flaco de Oro, sexual
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Veracruz, Ver., 2 de noviembre. "Démosle al mundo música, no guerra, no peleemos", exhortó aquí la cantante Chavela Vargas, quien agregó que habría un "paraíso eterno" si se le diera al mundo lo que Agustín Lara le dio.
Por su parte, José Luis Cuevas dijo: "la obra de Agustín Lara es absolutamente inmortal. Ojalá con este homenaje, que es internacional, resurja otra vez su figura como uno de los grandes mexicanos del siglo XX".
Cuevas y Chavela Vargas se encuentran en este puerto para participar en el Festival Internacional Agustín Lara. La intérprete de Macorina, además, recibirá con Manuel Esperón la Medalla Agustín Lara, a quien calificó como "el bohemio sublime de México".
En conferencia con la prensa, Chavela Vargas destacó de la música de Lara "la dulzura y la cosa sensual, sexual, ese grito de la carne, esa manera de decir las cosas, de hablar de amor, de despecho, de tristeza. Agustín le dio a México mucha gloria, toda la belleza del mundo en música. Lo más hermoso que transporta el aire es la música", aseguró.
En entrevista, Cuevas reveló cosas en común con Lara e incluso habló de una posible influencia de él en ese aspecto: haber abordado el tema de la prostitución. "Las mujeres de la calle también han sido mis musas", dijo, aunque también mencionó una diferencia: "Yo no he sufrido el rechazo de las mujeres como sí lo sufrió él".
Una hora después, en el Rincón de la Trova, comenzó la tertulia El erotismo latino a partir de la música de Lara, en la que participaron Cuevas, Blanca Guerra, José Luis Caballero, Gustavo García y Yolando Montes, Togolele.
Cuevas recordó el escándalo nacional causado por Lara cuando estrenó Palabras de mujer, a la que se consideró blasfema porque originalmente decía: "Aunque no quieras tú ni quiera Dios, lo quiero yo".
Y el Flaco de Oro, comentó el artista plástico, tuvo que cambiar la letra así: "Aunque no quieras tú ni quiera yo, lo quiere Dios". Los curas, comentaría Caballero, dijeron no a Lara, pero con ello le dieron "la gloria de la popularidad, como Bush a Bin Laden".
Caballero habló de los "saltos mortales" de Lara, como el de rendir culto al erotismo y aclarar que este es amor y también sexualidad. Acerca del controvertido lugar de nacimiento de Lara, exaltó para regocijo de las decenas de espectadores: "El puede ser de donde quiera. Lara es profundamente veracruzano, gloria de México y gloria del mundo".
El Lara letrista fue traído a cuenta por Cuevas. "Con su canción Azul nos hace pensar en el modernismo y en Rubén Darío. Sí merecer ser llamado el 'músico-poeta'". Hablaron de los amores y desamores de Lara, que lo llevaron a varias de sus composiciones, como Tu retrato, que le hizo a María Félix cuando lo dejo.
Muchas fueron las anécdotas que se escucharon en el callejón de la Lagunilla, ante la mirada contenta de Beny Moré, quien se encontraba por ahí en forma de bronce. Caballero incluso les cantó Mujer a Blanca Guerra y a Tongolele.
Por la noche, en el ya legendario Hotel Mocambo, se estrenó el espectáculo de cabaret María la O, María Bonita, un encuentro musical entre Agustín Lara y el compositor cubano Ernesto Lecuona.
Es una producción ambiciosa en la que participan decenas de músicos y bailarines cubanos, así como cantantes de calidad como Rachel Estévez y Juan Navarro. Considerado "kitsch" por unos y "muy bueno" por otros, el espectáculo fue promovido como "cabaret y cena de gala" y la entrada costó 300 pesos.