DOMINGO Ť 4Ť NOVIEMBREŤ 2001
Ť Bush pide al Congreso desbloquear plan de reactivación por 100 mil mdd
Desempleo, caída de consumo y baja de la confianza agravan recesión en Estados Unidos
Ť De marzo a la fecha se han perdido en ese país cerca de 900 mil plazas de trabajo
AFP
Washington, 3 de noviembre. Aumento del desempleo, caída del consumo, disminución de la confianza de los ahorradores y pesimismo de los industriales. Estados Unidos recibió esta semana una avalancha de malas noticias que podría agravar la recesión que padece la primera economía del mundo.
La economía estadunidense, afectada por los atentados del 11 de septiembre, perdió en octubre 415 mil empleos, fenómeno inédito desde 1980. Esto hizo saltar la tasa de desempleo a 5.4 por ciento (contra 4.9 por ciento en septiembre), nivel desconocido desde 1996.
Estas cifras llevaron al presidente George W. Bush a realizar un nuevo pedido al Congreso para que adopte urgentemente un plan de reactivación económica. Este programa, que podría constar de 100 mil millones de dólares, está actualmente bloqueado en el Senado a causa de las fuertes divisiones entre republicanos y demócratas.
"Estados Unidos perdió cerca de 900 mil empleos desde marzo (de este año) y la actual recesión concluirá probablemente con más empleos perdidos que la de 1990-91, cuando se perdieron 1.8 millones", afirmó el economista en jefe de Merrill Lynch, Bruce Steinberg.
"Prevemos grandes pérdidas de empleos hasta comienzos de 2002", dijo Steinberg, quien especula un aumento de la tasa de desempleo "de 6.5 por ciento como mínimo".
"Esperamos ahora un pico de desempleo de alrededor de 6.5 por ciento en el primer semestre del año próximo, es decir, medio punto más que nuestras previsiones precedentes", confirmó la analista de Barclay's Capital, Ana Philip.
Al margen del drama social que sufren los centenares de miles de nuevos desocupados, el súbito crecimiento del desempleo debería consolidar el pesimismo de los estadunidenses y frenar un poco más las gastos de consumo.
"Es probable que los gastos de consumo disminuyan seriamento hacia Navidad y hasta el primer trimestre de 2002", señaló Steinberg.
Los gastos de consumo representan por sí solos dos tercios de la actividad económica en Estados Unidos y seguían siendo hasta estos últimos meses el único motor de la economía estadunidense, que ya sufría una caída de las inversiones de las empresas y de las exportaciones.
Los gastos domésticos se redujeron 1.8 por ciento en septiembre, su caída más significativa desde enero de 1987, de acuerdo con cifras oficiales publicadas el jueves.
Esta disminución de los gastos debería continuar, a juzgar por la confianza de los consumidores, que volvió a disminuir en octubre para situarse en su nivel más bajo de los últimos siete años, según un indicador muy considerado y anunciado esta semana por el instituto privado del Conference Board.
Esta serie de indicadores, todos peores que los previstos, modificó las previsiones de muchos analistas, que contaban hasta hace bien poco con una recesión breve y un fuerte relanzamiento del crecimiento económico a partir de comienzos del año próximo.
Numerosos expertos prevén una caída de la actividad al menos hasta el primer trimestre de 2001. El producto interno bruto (PIB) estadunidense comenzó a caer este verano (menos 0.4 por ciento anual en el tercer trimestre).
El 60 por ciento de los industriales prevé la continuación de la recesión en el cuarto trimestre y durante los tres primeros meses de 2002, según una encuesta publicada el jueves por la Asociación Nacional de Industriales (National Association of Manufacturers).
Más grave aún, descartan una salida de la recesión. El 86 por ciento estimó que el crecimiento seguirá siendo inferior a 2.5 por ciento en el segundo semestre de 2002.