DOMINGO Ť 4 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť En la mayoría de casos es síntoma de otras enfermedades graves, dice experto

Tienen disfunción eréctil 50% de mexicanos entre 40 y 70 años

ANGELES CRUZ

En México, la disfunción eréctil (DE) afecta a la mitad de los hombres de entre 40 y 70 años de edad, y a pesar de que en la mayoría de los casos es síntoma de otras enfermedades graves, la Secretaría de Salud (Ssa) no la considera un problema sanitario. Lo anterior, aunado a la falta de información sobre el tema y a la reserva con que los afectados mantienen esta deficiencia, ha llevado a que sólo 10 por ciento de quienes la padecen solicite ayuda médica.

Mariano Sotomayor, coordinador de la clínica de disfunción eréctil, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, afirma que este problema tiene su origen en el aumento de la esperanza de vida y de la incidencia de enfermedades que afectan los vasos sanguíneos, las cuales restringen el flujo sanguíneo hacia el pene. Estas son diabetes, hipertensión arterial, exceso de colesterol o enfermedades cardiacas.

La disfunción también se debe a situaciones que interrumpen la conexión entre el sistema nervioso y el pene, como la cirugía de próstata o lesiones traumáticas en la zona. Muchos medicamentos (algunos empleados para tratar la hipertensión y las depresiones) también producen la disfunción como efecto secundario no deseado, al igual que la depresión nerviosa, el tabaquismo, el alcohol, las drogas y el estrés.

Por el impacto que tiene en la calidad de vida de las personas y sus parejas, este problema debería ser considerado de salud pública, señala Sotomayor, quien puntualiza que no se trata sólo de un asunto de estilo de vida. Además, "quizá no haya ninguna enfermedad que afecte a la mitad de las personas del mismo grupo de edad, como lo es ésta", subraya.

Para el especialista, el riesgo de no diagnosticar la disfunción eréctil es que "se deja escapar la oportunidad" de detectar otros males, como los señalados, y que en el corto plazo tendrían un impacto en la salud y la vida de las personas.

El año pasado se realizó un estudio para determinar cuál es la incidencia del problema entre los mexicanos, con el fin de recopilar información puntual y dejar de depender de las estadísticas internacionales.

La investigación estuvo a cargo de Fernando Ugarte y Romo, presidente del capítulo de disfunción eréctil de la Sociedad Mexicana de Urología, quien detalla en entrevista que con toda seguridad, un tercio de los hombres de entre 40 y 70 años de edad van a padecer, padecen o ya tuvieron algún tipo de disfunción. Mientras que en todos los grupos de edad, 10 por ciento también tendrá la enfermedad.

Se aplicaron mil 200 cuestionarios entre habitantes de Monterrey, Guadalajara y el Distrito Federal. La muestra es representativa de todos los hombres entre 40 y 70 años.

Se demostró que la situación en México es similar a la del resto de los países en el mundo: 54 por ciento de los entrevistados tenía disfunción (leve, moderada o severa). La edad fue el factor de riesgo más importante.

Destacó el dato de que la falta de información y la pertenencia a un estrato social bajo magnifica el problema y lo favorece por cuestiones sicógenas.

Con el estudio también se buscó contrarrestar "la cantidad exorbitante de mala información y el uso de la disfunción eréctil como un negocio espurio de compañías que ofrecen tratamientos mágicos y que no sólo no alivian la enfermedad, sino que evitan su curación". Para ello, se inició una campaña de información que además ofreció el apoyo de la Sociedad Mexicana de Urología, explica Ugarte.

Sobre el particular, puntualiza el experto, también presidente de la Sociedad Latinoamericana de Impotencia, que los medicamentos que han comprobado eficacia "son un parteaguas en la historia de la humanidad. El impacto se dio principalmente en la calidad de vida de la pareja y del individuo".

Hasta ahora, en México sólo están disponibles dos fármacos: una inyección intracavernosa y las pastillas de sildenafil (o viagra), además de la cirugía para los casos graves. En los próximos años estarán disponibles al menos otros tres medicamentos con diferentes mecanismos de acción.

Sotomayor explica, por su parte, que todos los enfermos pueden beneficiarse de los tratamientos, siempre que estén dispuestos a someterse a cualquiera de ellos. Lo anterior porque no todos los pacientes obtendrán resultados con uno solo. Algunos podrían requerir la instalación de prótesis, apunta.

Al respecto, el doctor Ugarte detalla que hasta ahora los fármacos por vía oral han demostrado 70 por ciento de éxito para mejorar las disfunciones eréctiles leves y moderadas. Las severas siguen siendo un problema que tienen como alternativa la cirugía de revascularización o los implantes de prótesis peneanas.

El especialista detalla que México es el principal implantador de prótesis en Latinoamérica desde hace 15 años. Admite que es un proceso costoso, pero una ventaja es que los seguros de gastos médicos mayores ya incluyen esta cirugía entre sus beneficios.