SABADO Ť 3Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Hoy la recordarán en la explanada de la Basílica
Exigen activistas veracruzanos esclarecer el asesinato de Digna Ochoa
ANDRES T. MORALES Y CLAUDIA HERRERACORRESPONSAL
Organizaciones civiles y ciudadanos instalaron altares en diferentes ciudades de Veracruz para honrar la memoria de la defensora de los derechos humanos Digna Ochoa y Plácido, cuyo asesinato debe ser considerado como un "magnicidio", aseguraron.
Los veracruzanos que aprovecharon la fiesta de todos los santos para presentar diferentes ofrendas a la activista asesinada, exigieron al gobierno federal esclarecer el homicidio y castigar a los responsables que "aparentemente se esconden en importantes grupos de poder".
En las ciudades de Jalapa, Poza Rica, Río Blanco, Coyutla, Papantla y el puerto de Veracruz, miembros de diferentes agrupaciones civiles y políticas como el Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN), el Comité de Lucha Magisterial, la Alianza Ciudadana Papanteca, el Movimiento Ciudadano Coyutleco y la Organización Indígena Náhuatl de la Sierra de Zongolica (OINSZ), recordaron a Ochoa y Placido con altares y ofrendas florales.
Herminio Tonzahuat, vocero de la Organización Indígena Náhuatl de la Sierra de Zongolica, sostuvo que el asesinato de la abogada y las amenazas contra otros defensores de los derechos humanos refleja que "en México el que habla por los pobres se muere".
Condenó la actitud del presidente Vicente Fox al minimizar lo que debe catalogarse como "magnicidio", porque "se mató a una gran mujer tan o quizás más valiosa e importante que cualquier funcionario o dirigente político".
En tanto, en la explanada de la Basílica de Guadalupe se realizará hoy un homenaje en honor a la abogada, en el que religiosos y representantes de organismos no gubernamentales harán una reflexión sobre la situación de los derechos humanos en México.
Como parte de la tercera Feria del Libro Católico, Miguel Concha Malo, del Centro Fray Francisco de Vitoria, y Edgar Cortez, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, encabezarán el homenaje y ofrecerán una conferencia.
Por otra parte, desde Areccia, Roma, los frailes siervos de María enviaron ayer una carta en la que condenaron el crimen cometido contra Ochoa y resaltaron que pese a que la abogada recibió en varias ocasiones amenazas de muerte no se atemorizó y dio ayuda a aquellos "que excluidos del sistema neoliberal tienen sed de justicia".
Ť Están abandonados por la Iglesia y el gobierno, señala el párroco Ignacio Montes
En la Soledad, prostitutas, niños de la calle e indigentes oraron por sus difuntos
Ť Unieron manos y voces para pedir que su suerte cambie y salgan del olvido
LAURA GOMEZ FLORES
Ayer en La Merced, la Virgen, la catrina, la prostituta, los niños de la calle y los indigentes lloraron por los seres queridos que se les adelantaron en el camino, y unieron sus manos y voces en oración por que su suerte cambie y "el gobernador de la Ciudad de la Esperanza, Andrés Manuel López Obrador", voltee sus ojos hacia ellos.
Por tercer año consecutivo, el párroco de la iglesia de la Soledad, Ignacio Montes Biosca, ofició una misa en conmemoración de los fieles difuntos, durante la cual lamentó el abandono en que se encuentran los habitantes de la zona, una de las más conflictivos de la ciudad, donde ofende la indiferencia gubernamental ante la basura, impunidad y corrupción.
Ante vecinos y misioneros extranjeros reunidos en la plaza del lugar, el sacerdote criticó que ya no importe que los niños de la calle lloren; que las prostitutas sean golpeadas y asesinadas; que los comerciantes ambulantes sean perseguidos por alimentar a sus familias, y los indígenas mazahuas vivan en condiciones miserables por falta de oportunidades para incorporarse al mercado laboral.
"Estamos abandonados por nuestros hermanos ricos, porque somos los parientes pobres; por los que nos gobiernan, por la Iglesia, que desde hace mucho no ha sido propositiva frente a esta realidad; por el gobernador de la Ciudad de la Esperanza, que cree que el Centro Histórico no llega a La Merced", señaló rodeado por niños de la calle, quienes tiraron la mona al acercársele.
El párroco expresó la desilusión de la gente por el trabajo de "nuestros malos políticos", que se han olvidado de La Merced, que tiene una historia construida con la laboriosidad de su gente y hoy es el principal centro de prostitución de la ciudad, de niños de la calle, ancianos abandonados y muchos jóvenes delincuentes.
La plaza y los parques de la Soledad, expresó, se han perdido por la inseguridad y el descuido; el templo carece de mínimo mantenimiento y "el tejido social ha sido destruido por las mafias".
Refirió que con grandes esfuerzos y pocos recursos se ha podido alimentar a 70 niños; se ofrece asesoría legal a las prostitutas que lo solicitan, y se inició la fundación La Casita, para atender a mujeres de manera integral.
Explicó que con la instalación de la ofrenda de Muertos en el interior de la iglesia se buscó unir a la comunidad, como "un medio para evangelizar y purificar nuestras costumbres". Después, el párroco recorrió el templo, donde sobresalían mujeres con zapatos de tacón y ropa de colores "chillantes".
En la ofrenda había cajetillas de cigarros con nombres de difuntos. Algunos niños de la calle consideraron "amargo" recordar de esa manera a sus amigos, cuando no supieron darles todo el cariño que les tenían cuando vivían juntos, pero esperan pronto alcanzarlos "en ese mundo donde no hay pobres ni ricos" ni les exigen cosas para dejarlos en paz.
Las sexoservidoras también oraron durante el festejo del Día de Muertos, por que su vida tenga un giro y dejen de ser sometidas, violadas y asesinadas, y sus hijos no sean víctimas de maltratos por no tener una madre con estudios y posibilidades de incorporarse al mercado laboral; por contar con un padre que los proteja y los ame, "lo cual para la mayoría resulta imposible".
Alrededor de las 15 horas, los asistentes se retiraron para continuar con su vida: los niños volvieron con su mona para evadir su realidad; las prostitutas siguieron su búsqueda de clientes; los indigentes se fueron a la entrada de la iglesia a pedir limosna, y los comerciantes reanudaron la vendimia.
Ť Tacos de $30 y huaraches de $65; calculan autoridades un millón 200 mil visitantes
El afán de lucro superó a la tradición en Mixquic
JOSEFINA QUINTERO M.
El festejo terminó en San Andrés Mixquic. Vivos y muertos tomaron el camino de regreso. Después de la alumbrada en los altares del cementerio, que los habitantes del lugar realizaron para iluminar el sendero.
Por encima de la tradición en San Andrés, persiste "el desmadre y el abuso de los vivos", aseguró la señora Martha Solórzano, y ejemplificó: el número de ambulantes aumenta cada año. Esta vez los vivos no sólo vieron el color anaranjado de la flor de cempasúchil o el blanco del alhelí, sino que su principal atracción fue el negro y amarillo de la ombliguera y el pantalón ajustado de las edecanes que anunciaban "la cerveza de la luz para el muertito: Sol".
Ellas se encontraban junto a los puestos de comida, donde los vendedores se dieron el gusto de poner los precios que mejor les convenía; así, había tacos de 30 pesos y huaraches de 65, pero se justificaban por ser Día de Muertos.
Mientras los visitantes saciaban su sed y hambre, Agustina Medina Núñez, oriunda del lugar, preparaba la despedida a sus padres y hermano que yacen en el cementerio. A cada persona que se acercaba agradecía la visita, entre flores e incienso.
"Llegaron desde el miércoles pasado; días antes preparé sus platillos favoritos. Les adorné la mesa con flores, veladoras, pan, y hoy comimos mole, caldito de pollo y arroz para luego venirnos al panteón. Ahora tengo que despedirlos porque tienen que regresar y voy a encaminarlos", expresó.
La tradición en Mixquic, cuentan sus habitantes, se inició en tiempos prehispánicos. Sin embargo, con el tiempo los festejos han cambiado y ahora sólo en la iglesia y el panteón se sigue la tradición, "porque todo lo demás surgió para provecho de unos cuantos".
En esta ocasión, de acuerdo con el director de Protección Civil de la delegación Tláhuac, Jaime Rangel, acudieron alrededor de un millón 200 mil personas.
Saldo blanco: SSP
La Secretaría de Seguridad Pública informó que el saldo de las celebraciones del Día de Muertos fue blanco, aun cuando se tuvo una afluencia de un millón 247 mil 950 personas, entre jueves y viernes, en los 107 cementerios oficiales de la ciudad de México.
En el operativo participaron mil 741 elementos de las policías sectorial y de agrupamientos, quienes se encargaron de vigilar el interior y las inmediaciones de los panteones para evitar ilícitos o abusos contra los visitantes, principalmente en el de Dolores, en la delegación Miguel Hidalgo, considerado el más grande de América Latina; en el de San Lorenzo Tezonco y en San Nicolás Tolentino, en Iztapalapa, así como el de Mixquic, en Tláhuac.
El jueves fueron detenidas alrededor de 550 personas por cometer diversas faltas administrativas, como ingerir bebidas embriagantes o escandalizar en la vía pública.
La dependencia precisó que durante el operativo se contó con 800 vehículos, 40 caballos y 124 elementos, quienes se distribuyeron en los cementerios de la ciudad, principalmente en los de mayor afluencia. LAURA GOMEZ FLORES