SABADO Ť 3 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Yanquis, a definir

Arizona confía en Johnson

AGENCIAS

Phoenix, 2 de noviembre. Anonadadas por el impacto de dos derrotas en Nueva York, que les deben doler en lo más profundo, las Serpientes de Arizona esperan que Randy Johnson logre frenar a los Yanquis este sábado y obligue a un séptimo juego en la Serie Mundial.

La mejor final de las Ligas Mayores estadunidenses en mucho tiempo ofrece varias posibilidades: un triunfo yanqui ante Johnson que decida todo en el sexto juego o un duelo de campanillas entre Curt Shillins y Roger Clemens en un séptimo partido.

Sea como sea, la definición promete un espectáculo memorable.

La del sábado será la responsabilidad más grande que haya enfrentado Johnson en su carrera, pero Arizona confía en que el abridor zurdo responderá de la misma forma en que lo ha hecho en sus tres últimas salidas, en las que maniató a los rivales.

"Estoy calmado. me tengo mucha confianza. Nunca en mi carrera me he sentido más seguro de mí mismo", declaró Johnson.

El drama de Kim

La novena de Serpientes tendrá que olvidarse de las dramáticas derrotas en los dos últimos partidos de la serie, en las que el joven coreano Byung-Hyun Kim enfrentó traumas que podrían durarle toda la vida en el beisbol.

En ambas ocasiones el joven de 22 años reveló su debilidad y cometió los errores claves que costaron la derrota.

Aun así, el relevista de cierre mantiene la esperanza de que "si hay otra oportunidad en el sexto partido o en el séptimo espero que me llamen al montículo"

En los dos partidos en Nueva York, Arizona llegó a la novena con dos carreras de ventaja y sacó dos outs, pero los locales empataron con sendos jonrones de Tino Martínez y Scott Brosius, y terminaron ganando.

Mientras los Yanquis se relamen con sus fenomenales victorias, las Serpientes suspiran aliviadas de dejar atrás a Nueva York y las pesadillas de los dos últimos juegos.

Falta saber si a unos neoyorquinos con los ánimos por las nubes les irá mejor esta vez contra la recta de humo de Johnson, que se aproxima a las 100 millas por hora y su venenoso slider.