sabado Ť 3 Ť noviembre Ť 2001
Gustavo Leal F.
Levy, el financiero
El coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia de la República, Eduardo Sojo, sueña con que México disponga de una "red social renovada" capaz de extender "las oportunidades de desarrollo a todos sus ciudadanos".
ƑCómo conciliar este "anhelo" con las iniciativas que pretenden reformar la Ley del Seguro Social que discute el Senado de la República?
Los diputados de la 57 Legislatura en 1999-2000 aprobaron cuatro iniciativas referentes a pensionados, riesgos de trabajo, discapacitados y, la más importante, candados para la subrogación de servicios. Pero con la nueva integración del Congreso y contando con el tenebroso Mr. IPAB, Fauzi Hamdan a la cabeza, el Senado las puso a dormir durante š14 meses! Hasta que recibió del Ejecutivo federal la iniciativa con proyecto de decreto que reforma y adiciona la Ley del Seguro Social, el 4 de octubre pasado.
ƑQué juego podrá jugar el Senado frente a esta iniciativa del gobierno del "cambio", que ofrece gato por liebre? A pesar de que la experiencia internacional muestra que la demanda de cuidados aumenta más despacio que el crecimiento económico, la iniciativa Fox-Levy se empeña en amedrentar con sus apocalípticas preocupaciones sobre las finanzas presentes y futuras del IMSS. Las disfrazan, ahora, con un demagógico interés por edificar la "gran arquitectura de la seguridad social para el nuevo siglo", aunque, en realidad, tengan bien puesta la mirada en otro lado.
La iniciativa repite hasta el hartazgo que otorgar servicios de salud constituye un acto "único y específico", pero su trabajo principal busca alterar la actual estructura administrativa y de cobertura geográfica del IMSS para generalizar en México el fracasado experimento de la medicina administrada (managed care). Para ello pretende "profesionalizar" sólo a los trabajadores de confianza, "fortalecer" el consejo técnico para que opere libremente convenios de reversión de cuotas al sector privado y sentar definitivamente en su seno a la terceta de tecnócratas: Julio Frenk, Francisco Gil Diaz y Carlos Abascal.
Pero su propósito fundamental es dotar al IMSS del estatuto de "organismo fiscal autónomo" para convertirlo, en el mediano plazo, en el componente principal de un Fondo Nacional de Salud que "compraría" atención médica a las areas médicas de gestión desconcentrada (AMGD) públicas y, eventualmente, al pequeño sector privado con capacidad de recibir a sus derechohabientes y otros pacientes amparados bajo el "seguro popular" desesperadamente impulsado por Frenk desde su tecnocrático Programa Nacional de Salud. La conformación "estratégica" de este fondo ha sido recomendada por el Banco Mundial y la Fundación Mexicana para la Salud, de Guillermo Soberón.
Pero sucede que la entera iniciativa Fox-Levy no contempla una sola línea de política no financiera. En el mundo feliz de un sistema casi mágico de "prestadores y usuarios perfectamente informados", afirma sin pudor que: "Si bien la salud financiera del instituto no constituye un fin en sí mismo, se percibe como el medio indispensable para que avance en sus propósitos".
En las actuales condiciones, toda la pomposa arquitectura financiera "de la seguridad social para el nuevo siglo" se derrumba estruendosamente frente a la indigencia profesional y salarial de los médicos y las enfermeras que la sostienen. Como bien señala el doctor García, dirigente de los médicos del gobierno del DF, en esas condiciones de franco desabasto y rezago "no se les puede pedir que brinden servicios de calidad".
Si no fuera suficiente, el Senado debe revisar también otra iniciativa paralela, elaborada desde la fracción panista y presentada por el presidente de la Comisión de Hacienda, el tenebroso F. Hamdam, quien, con la coartada de "enriquecer" la iniciativa Fox-Levy, pudiera coincidir con la demanda expresada por Eduardo Macías Santos del Consejo Coordinador Empresarial para que el IMSS "otorgue servicios indirectos". ƑBusca esta Iniciativa paralela inclinar definitivamente al Senado hacia las deshumanizadas finanzas de la iniciativa Fox-Levy?
El "noble" sueño de Sojo se estrella con las fantasías financieras de Levy. Su "anhelo" sólo tendrá viabilidad cuando la urgente modernización médica del Sistema Nacional de Salud parta de auténticas políticas clínicas, desde y para los principales operadores de la política pública: médicos y enfermeras que, de cara a la mercantilización de la red sanitaria, constituyen su mejor garante.
El Senado se encuentra frente a un serio desafío. Como todos los productos del marketing, el foxismo será efímero. Pero adicionar una ley del calibre de la del Seguro Social demanda visión de Estado, perspectiva histórica y talento. Confiemos en que, al menos en esta ocasión, el Senado esté a la altura de su responsabilidad.