SABADO Ť 3 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť La izquierda podrá recomponerse sólo si pierde, señala
Obsceno que Daniel Ortega quiera otra vez el poder: Sergio Ramírez
Ť Busca gobernar aunque se quede desnudo en el camino, dice quien fuera su brazo derecho en la revolución nicaragüense
BLANCHE PETRICH
El escritor Sergio Ramírez, quien durante los años de la revolución sandinista fue brazo derecho de Daniel Ortega, su compañero de fórmula, su vicepresidente, hoy califica de "obsceno" al viejo compañero. "Me pregunto para qué quiere ganar la presidencia; quiere el poder a costa, aunque se quede desnudo en el camino."
Exhibe gestos de increíble pragmatismo del actual candidato presidencial. Como por ejemplo, el haber enviado a Guatemala a un emisario para negociar con Anastasio Somoza junior, el Chiguin, el apoyo de los oficiales de la antigua Guardia Nacional que aún responden -se dice- al destronado delfín. Somoza no aceptó el trato.
"Daniel ha perdido el pudor. Es cierto que Nicaragua necesita, y mucho, de todos los gestos de reconciliación posibles. Pero eso ... eso es otra cosa. Eso es haber roto la brújula. Hay principios que no pueden ser malversados."
Cuando toca el tema de Daniel Ortega, el análisis de Sergio Ramírez -Castigo Divino, Margarita está linda la mar y Catalina y Catalina- se torna amargo, subjetivo. Critica "hasta el color de campaña: rosa como el movimiento gay."
El paso que dio en meses pasados la dirigente del Movimiento de Renovación Sandinista (del cual él fue fundador en 1995), Dora María Téllez, de incorporarse a la Convergencia por Ortega, lo hizo separarse también del grupo: "buenas intenciones, pero erradas. Con esa decisión se malbarató el gran valor de la pequeña corriente".
Refugiado en la literatura, afirma que si este domingo gana Daniel, será porque Bolaños es peor opción.
Concede posibilidades de recomposición de la izquierda nicaragüense únicamente si Ortega pierde las elecciones: "el sandinismo sólo será viable con un programa moderno, civil, integrado mayormente por otra generación que no esté ligada a la revolución".
-ƑTanto pesa ese legado?
-Pesa. Mucho. Existe una base sandinista muy fiel. Con ella hay que contar. Pero otros serán los que den la cara, gente capaz de enamorar, gente entre los 30 y los 40 años. Nosotros ya no podemos.