SABADO Ť 3 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Se mantiene el voto duro, plantea análisis del partido

El PRD, estancado en la preferencia electoral; requiere cambiar imagen

RENATO DAVALOS

El balance electoral perredista en 2001, después de los procesos electorales en 10 entidades del país, refleja estancamiento. Se mantiene el llamado "sufragio duro", pero mejorar resultados implica cambiar imagen, pues el electorado "nos sigue identificando con pleitos internos que redundan en la confianza ciudadana".

El Informe electoral 2001, elaborado por el área correspondiente del partido, reflexiona sobre la coyuntura tras los comicios. Los conflictos internos generan rupturas y desgastes que representan un riesgo para la existencia del PRD como un partido en la disputa del poder, establece.

Sin embargo, el comité ejecutivo perredista plantea que el equilibrio electoral del año puede inclinarse favorablemente con la renovación de la gubernatura michoacana. La ventaja que arrojan las encuestas, dice, permite hablar con un optimismo mesurado.

"Vamos a procesos que nos permiten prever avances en Puebla, Tlaxcala y Sinaloa. Particularmente, hay expectativas en las primordiales cabeceras municipales. Los comicios también comprenden la elección de congresos estatales."

El análisis parte de los procesos realizados este año, que se contrastan con la votación alcanzada en dichas entidades el año pasado. En términos porcentuales, los perredistas mantuvieron 19 por ciento, los priístas conservaron 43 por ciento y la pérdida se carga en los panistas, que descendieron de 37 a 30 por ciento.

Fueron los albiazules los únicos que perdieron sufragios en todos los comicios efectuados este año. Los priístas también tuvieron mermas, pero se disparó su votación en Tabasco, que les dio casi 86 mil votos más que el año pasado.

En el resumen general se plantea que el PAN obtuvo 949 mil votos menos con respecto a 2000; el PRI tuvo un descenso de 592 mil y el PRD disminuyó en 240 mil sufragios.

Los estados en los que hubo comicios este año fueron: Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Chihuahua, Durango, Oaxaca, Tabasco, Tamaulipas, Zacatecas y Yucatán.

El PRD, por su parte, perdió votos en Aguascalientes, Baja California, Chiapas, Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Oaxaca y Zacatecas, aunque en Tabasco aumentó su votación en 90 mil.

Resulta interesante el incremento que tuvieron los llamados partidos pequeños. Entre todos acumulan nueve por ciento de la votación. El más fuerte es el del Trabajo, que incluso supera al PRD en Durango y lo iguala en Aguascalientes.

Los minipartidos también han tenido triunfos significativos. Convergencia por la Democracia, en Oaxaca, y el Partido Alianza Social en Chiapas. Todos los institutos representan poco más de 50 por ciento de la votación del PRD. Así, reflexiona el partido, "si lográramos atraer esos sufragios sueltos estaríamos en niveles de 26 por ciento, muy cerca del tercio del total".

Ese sufragio en favor de dichos partidos es un "fenómeno preocupante" para el PRD, porque puede ser indicio de que parte del electorado del instituto -aquellos que no se identifican ni con el PRI ni con el PAN- no encuentra respuestas a sus demandas dentro del perredismo. La mayor parte de esos votos corresponden al bloque de partidos que conformaron la Alianza por México.

Recoger la votación de los partidos pequeños en las urnas perredistas representaría, añade el análisis, alcanzar el nivel de simpatía con que se contaba en 97, 98 y principios de 99.

Entre las principales propuestas que el área electoral expone después de los resultados figura la profesionalización de las tareas comiciales. Se requiere una "planeación electoral estratégica", de cara a los comicios intermedios de 2003.

Al respecto plantea el requerimiento de "identificar desde ahora perfiles electorales ganadores", para obtener un mínimo de 170 diputados federales en 2003 y alcanzar 33 por ciento de la votación nacional.

Para el "reposicionamiento partidista" es indispensable elaborar propuestas alternativas y viables para cada tema de la agenda nacional, como el caso de la reforma hacendaria. Están los campos de la seguridad pública, la reactivación del empleo, el área energética y la laboral, entre otros.

En torno al alcance de los gobiernos de "calidad", expresa el análisis, se debe vigilar que en los municipios y estados donde actualmente se gobierna se cumplan las expectativas mediante un "sistema de medición" que permita tener el "pulso actualizado" de las autoridades.

Resulta fundamental -establece- que se agoten al máximo las modalidades y negociaciones para impulsar una "candidatura de unidad" en el proceso de renovación de la directiva. Un episodio de enfrentamientos, conflictos e impugnaciones en la elección de marzo "cancelaría cualquier proyecto y posibilidad de crecimiento partidista".

"Debemos seguir abiertos a los priístas progresistas, a panistas decepcionados de la política derechista de su partido y a los compañeros de centroizquierda de otras fuerzas políticas", subraya.