Ť No definió cómo se harán los ajustes fiscales, tema que desatará conflictos
Anuncia De la Rúa plan social y de reactivación económica; renegociará la deuda externa
Ť Empleados estatales incendiaron oficinas del Ministerio de Economía provincial
Ť Trabajadores municipales bloquearon en Córdoba puentes de acceso a la capital del país
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 1º de noviembre. El presidente argentino Fernando de la Rúa anunció finalmente esta noche las esperadas medidas para hacer frente a más de tres años de recesión y a una abultada deuda externa que agobian a Argentina. Entre las principales medidas está la restructuración del total de la deuda pública de 132 mil millones de dólares, con el objetivo de negociar una tasa de interés de 7 por ciento.
Además, se buscará ahorrar pagos de la deuda por 4 mil millones de dólares en el próximo año, mediante el anunciado canje y la refinanciación de títulos.
En un mensaje a la nación, De la Rúa ratificó la convertibilidad monetaria de un peso por un dólar existente desde 1991, pese a los rumores sobre una devaluación o dolarización, y destacó que no se está pidiendo dinero extra a organismos internacionales de crédito.
A la par, el presidente anunció un plan social y de reactivación económica que calificó de ''revolucionario'', para los trabajadores que ganen menos de mil pesos, quienes recibirán 30 pesos extras por hijo menor de 14 años, la extensión de las ayudas sociales a los desocupados, y una pensión de 100 pesos a los ancianos desprotegidos que no tienen recursos de jubilación y sean mayores de 75 años.
Reducción del IVA a tarjetas
Además, habrá una reducción de seis puntos (de 11 a 5 por ciento) en las aportaciones obligatorias de los trabajadores para las administradoras de fondos de jubilación y pensión, lo que sería una manera de aumentar el salario.
También se reducirá 5 por ciento el impuesto al valor agregado (IVA) para el uso de tarjetas de crédito, y de 3 por ciento para el uso de tarjetas de débito.
A las empresas afectadas por la recesión se les refinanciarán sus deudas previsionales y fiscales, de manera que significaría una moratoria para que pudieran limpiar temporalmente sus deudas.
Según el presidente, la renegociación de la deuda será voluntaria y se conseguirá un ahorro en los intereses por 4 mil millones de dólares durante 2002.
Su ministro de Economía, Domingo Cavallo, dijo en el Banco de la Nación que se va a conseguir bajar el costo de la deuda ''porque los argentinos no debemos seguir pagando una tasa de riesgo país que fue provocada por el endeudamiento irresponsable.
''El pueblo argentino ha decidido apoyar una política responsable que es la de déficit cero. Esto será realidad si Argentina vuelve a crecer'', dijo, quizá reconociendo las dificultades de detener la recesión con los continuos recortes a los fondos de las ya paralizadas provincias, y los recortes a los salarios de los estatales, medidas que no han estimulado el consumo, precisamente.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que no habrá un nuevo desembolso como parte de la renegociación de la deuda hasta no ver cumplidas las metas fiscales.
Sin embargo, ni el presidente De la Rúa ni Cavallo definieron hoy cómo se harán los ajustes fiscales, tema que se estima desatará más de un conflicto, y dejaron para mañana los detalles importantes.
Por lo pronto, los analistas locales se preguntan por qué los tenedores de bonos de deuda o los bancos accederían voluntariamente a reducir la tasa de interés de la deuda si tienen bonos por mayor interés. Según adelantaron algunos funcionarios, se prevé que preferirán deudas garantizadas con recaudación de impuestos, a una situación de cese de pagos.
Empresarios y políticos apoyaron las medidas anunciadas esta noche para evitar una situación de default, pero también destacaron estas interrogantes sobre la negociación y la aplicación de las medidas.
El economista Jorge Remes Lenicov, diputado del Partido Justicialista, sostuvo que era positivo unificar la política social, bajar impuestos y renegociar la deuda externa, ''pero es muy importante saber'' de qué modo se realizará esto. Destacó que Cavallo casi no dio detalles, y ''sólo se escucharon discursos''.
Algunos empresarios, como el italiano Cristiano Ratazzi, de la automovilística Fiat, sostuvo que el tema social le parece un paso fundamental y estimó que De la Rúa había dado una muy buena imagen de seguridad, y se había decidido por pasos reales, aunque difíciles. Sin embargo, consideró que ''no va a ser fácil esta reconstrucción de la tasa de interés, porque no ha habido credibilidad''.
Horas antes del anuncio económico, postergado desde hace días, el dramatismo de la situación social se reflejó en un conflicto en la provincia de San Juan, donde una multitud de empleados estatales a quienes se les adeudan salarios, incendió las oficinas del Ministerio de Economía provincial, mientras una lluvia de piedras caía sobre otros edificios de la administración. Hubo decenas de heridos y detenidos.
También se produjeron incidentes en la provincia de Córdoba, cuando trabajadores municipales bloquearon puentes de acceso a la capital, y en la provincia de Buenos Aires, donde se sucedieron las llamadas ''puebladas'' de miles de productores agrarios que se sienten abandonados a su suerte ante la tragedia de las inundaciones.
Antes de los anuncios había fracasado una vez más la negociación del gobierno de De la Rúa con los gobernadores de todas las provincias, incluyendo los de la alianza gobernante, sobre el tema de los fondos de la coparticipación federal que se adeudan a las provincias. El Fondo Monetario Internacional (FMI) condicionaba su apoyo a que el gobierno lograra un consenso en torno de este asunto.
El gobernador de San Juan, Alfredo Avelín, de la oficialista Unión Cívica Radical, pero fuerte crítico de la gestión del presidente, calificó hoy a Cavallo de ''Al Capone moderno'', y un representante de la ''usura internacional''