Ť Advierte que la transferencia de recursos a éste elevaría el endeudamiento del país
"Evitable", la participación de capital privado en el sector eléctrico: Elías Ayub
Ť CFE continuará con el programa de eliminación de subsidios e incremento de tarifas, asegura
Ť Adelanta que la paraestatal podría incursionar en negocios del gas natural, agua y fibra óptica
EMILIO LOMAS M. Y MIRIAM POSADA
La participación de inversionistas privados en el sector eléctrico mexicano "es evitable", pero el gobierno mexicano tendría que transferirle recursos, se verían afectadas sus finanzas y eso elevaría el nivel de endeudamiento del país, advirtió el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Alfredo Elías Ayub, al destacar que con reforma o sin ella debe haber un cambio en el régimen fiscal de la empresa, además de darle autonomía de gestión, y detalló que aún no existe un documento final de la iniciativa de reforma que se afina con aportaciones de legisladores priístas, panistas y perredistas.
Independientemente de que se avance en la reforma, dijo, la CFE dará continuidad a su programa de obras, de eliminación de subsidios e incremento de tarifas porque no es posible seguir vendiendo a precios más bajos de lo que cuesta producir.
Modificar ley
Desechó que se pongan en marcha nuevas propuestas para ampliar la participación de inversionistas privados sin modificar la ley, hasta que se resuelva la controversia constitucional interpuesta por el Legislativo, y destacó que la empresa analiza la posibilidad de incursionar en nuevos negocios, como el del agua o el gas natural.
Precisó que si la reforma del sector se aprueba, las nuevas inversiones deberán llegar al país sin garantías del Estado, con el aliciente de un mercado de 19 millones de clientes, la demanda en crecimiento y bajo una rigurosa supervisión de la Comisión Reguladora de Energía.
Alfredo Elías Ayub señaló que la reforma del sector eléctrico -incluida en la ahora llamada reforma energética- no se presentará al Congreso hasta que se haya aprobado la reforma fiscal, pero además detalló que el documento aún no está terminado porque las comisiones del Congreso continúan el análisis de proyectos y aportaciones como las que surgieron de ese organismo, como el uso de las Afore y los contratos entre generadores y grandes consumidores.
En este sentido, consideró que los legisladores no pueden sentirse agredidos porque saben que en el programa sectorial recién presentado se habla de que en todo momento se actuará conforme a la legislación vigente.
Lo fundamental de la reforma, dijo, estará en el compromiso de no privatizar los activos de CFE ni los de Luz y Fuerza del Centro (LFC), "ese es un asunto que ya está fuera de la discusión", pero también con ella se buscará ampliar los esquemas de participación privada para atraer inversiones de empresas nuevas y que no crezca el endeudamiento gubernamental.
Inversión conveniente
Destacó que la entrada de capital privado a la industria eléctrica nacional "es muy conveniente; nada es inevitable, simplemente que el gobierno necesitaría transferirle recursos a CFE y resulta que no hay de dónde. La solución es que el Ejecutivo le dé recursos a la empresa que tiene una amplia capacidad técnica, pero va a agotar su capacidad financiera".
Y es que en materia de abasto de energía eléctrica, explicó, el país está seguro hasta 2004 o 2005, "pero en este sector las cosas tienen que verse a 10 años, y si no hay modificaciones a la ley dentro de poco el problema será financiero para el gobierno federal porque al parecer los recursos cada día están más peleados".
Elías Ayub explicó que las modificaciones a la Ley del Servicio Público de Energía hechas en 1992 hoy en día resultan insuficientes para que los privados sigan invirtiendo en el país, cada día son menos los participantes en las licitaciones e incluso algunas se han tenido que declarar desiertas, y no se trata, señaló, de que ellos estén exigiendo más garantías para arriesgar su dinero en este negocio.
El fenómeno que se presenta, dijo, es que las empresas energéticas que operan aquí ya tienen exposiciones financieras muy altas que van de los mil a los 2 mil millones de dólares; a esto debe sumarse la incertidumbre respecto del suministro de gas natural, y a que empresas interesadas en participar en el negocio de la energía en México tienen por regla no participar en mercados cerrados o limitados, como es el caso del nacional.
"De ahí la conveniencia de hacer modificaciones a la legislación porque siempre una industria competitiva será mejor para la población que un monopolio, eso es casi por definición."
El caso es que, añadió, con reforma o sin reforma eléctrica las empresas del sector deben conseguir el cambio de su régimen fiscal y la autonomía de gestión.
Con o sin reforma
Y también con reforma o sin ella, dijo, es necesario que las empresas interesadas en participar en el sector eléctrico o energético pueden incursionar en actividades permitidas por la ley como la importación y distribución de gas natural líquido, construir las plantas que se requieren para contar con este tipo de combustibles, ser proveedores de gas, pero que no esperen un trato preferencial en materia de precios o subsidios.
En cuanto a impulsar otro tipo de participación privada con la legislación vigente, Elías Ayub refirió que aunque tengan planes no tomarán ninguna medida; se mantendrán respetuosos hasta que se resuelva la controversia constitucional sobre la capacidad de venta de los autoabastecedores y cogeneradores y, dependiendo del sentido que lleve actuar; "mientras, no vamos a andar buscando cómo darle vueltas a las cosas".
La eliminación de subsidios y el incremento de tarifas son dos temas inevitables, y para los que no se requieren cambios legales. Se trata, explicó Elías Ayub, de que simplemente no podemos seguir beneficiando con subsidios a quienes no los necesitan, por lo que se analiza a quiénes sí se les mantendrán, por tratarse de los sectores más pobres de la población.
Y tampoco es posible, añadió, seguir vendiendo electricidad a precios más bajos de lo que cuesta producirlos. En este sentido, detalló que el incremento de tarifas será paulatino y predecible, pero además no afectará a 80 por ciento de los consumidores debido a que se trata de la parte de la población que consume sólo 20 por ciento de la energía que produce la empresa, mientras que un reducido 20 por ciento de clientes atrae el grueso de la energía.
Diversificar actividades
En todo este escenario la empresa también está a la búsqueda de nuevos negocios en que incursionar ligados a su actividad, por lo que en un futuro no muy lejano podría entrar en el del gas natural, además de incrementar sus exportaciones a California y a Centroamérica.
Elías Ayub precisó que algunas de estas actividades estarían legalmente permitidas y para otras se necesitarían algunas modificaciones, pero por el momento, dijo, el negocio del agua, la fibra óptica y el gas son de las opciones más atractivas, mientras que las telecomunicaciones tendrían mayor importancia porque se trata de un "negocio que se ha abaratado".
Esta visión de la empresa, explicó el funcionario, se debe a que para muchas empresas eléctricas del mundo entre 40 y 60 por ciento de sus ingresos provienen de otros negocios y no sólo de la venta de electricidad.