VIERNES Ť 2 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Más voluntarios esperan en la frontera, dice el líder Ismail

Se suman unos mil paquistaníes al talibán, para combatir contra EU

AFP, AP, DPA Y REUTERS

Peshawar, 1o. de noviembre. Unos mil hombres armados, de tribus paquistaníes musulmanas, entraron este jueves a territorio de Afganistán para sumarse a la lucha al lado de la milicia talibán en su guerra contra Estados Unidos, en medio de la intensificación de los bombardeos sobre blancos militares y civiles afganos.

Testigos dijeron que el cruce ocurrió en Banjaur, provincia del noroeste, a bordo de unos 50 vehículos. El líder del movimiento radical Tehrik Nifaz-e-Sharia Mohammada, Maulana Mohammad Ismail, encabezó a los combatientes que exhibían armas automáticas, lanzacohetes, espadas y hachas.

Poco antes de comenzar a pasar la frontera, Ismail aseguró que hay más grupos de voluntarios que seguirán sus pasos.

Los reportes indicaban que al otro lado de la frontera eran esperados por el talibán en la provincia de Kunar, al este, cuyo máximo líder, mullah Mohammad Omar, les había pedido en días pasados que esperaran una señal porque de momento no se les requería.

Pero la entrada de los combatientes paquistaníes ocurrió luego de que el líder nacional de Tehrik, Sufi Mohammad, encabezó una delegación que se entrevistó en los últimos días con el liderazgo talibán en la ciudad fronteriza de Jalalabad.

A su regreso, Sufi Mohammad aseguró tener otros 9 mil mujaidines o combatientes del Islam que están a la espera de ir a luchar contra Estados Unidos, "hombro a hombro" con los talibanes.

"Si no combatimos por el Islam, luego de Afganistán, Estados Unidos apuntará a otro país musulmán y destruirá los musulmanes y su honor", expresó.

Mientras, el líder de uno de los partidos políticos más importantes de Pakistán, Mujdoom Javed Hashmi, fue detenido hoy por un contingente policial que allanó su vivienda en Islamabad, para convertirse en el tercer político de alta jerarquía arrestado por el gobierno en un esfuerzo por impedir una escalada de protestas contra la política pro estadunidense del presidente Pervez Musharraf.

Las autoridades confirmaron el arresto y dijeron que obedecía a que Hashmi, presidente interino del partido de la Liga Musulmana de Pakistán, decidió participar en una huelga convocada para el 9 de noviembre por varios partidos religiosos pro talibán.

El partido de Hashmi es dirigido por Nawaz Sharif, el ex primer ministro derrocado por Musharraf en 1999 y que está exiliado en Arabia Saudita, cuya formación era la más importante del país antes del golpe de Estado.

El canciller paquistaní, Abdul Sattar, desestimó por su parte que haya dudas acerca de que el gobierno puede controlar eficazmente su arsenal nuclear, tras una sugerencia estadunidense de prestar asesoría en la materia.

En Ginebra, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó que la situación de los desplazados afganos en la frontera con Pakistán se agrava por momentos debido a que cada vez hay más enfermos y personas desnutridas, sobre todo en el campamento afgano de Spin Boldak.

Señaló que en ese sitio, instalado por el talibán luego del cierre por Pakistán de sus fronteras ante nuevos éxodos de desplazados, viven unas 3 mil personas y que muchos niños padecen hambre y al menos 100 familias carecen de carpas.

Cerca de 2 mil personas deben pasar sus días en el campo de refugiados provisional paquistaní de Killi Faizo, mientras ACNUR trata de negociar con Islamabad la apertura de un nuevo campamento en su territorio fronterizo.

Otro campamento a su máxima capacidad es el de Makaki, en Irán, con unas 6 mil personas.