VIERNES Ť 2 Ť NOVIEMBRE Ť 2001
Ť Bombardea y daña Estados Unidos una central eléctrica y un embalse
Asegura Kabul que repelió el primer ataque conjunto de Washington y la Alianza del Norte
Ť Se adjudica el régimen talibán el derribamiento de un avión al oeste de Mazar-e-Sharif
Ť Frustra la milicia intento para liberar al dirigente de la oposición afgana Hamid Karzai
REUTERS, AP, AFP Y DPA
Kabul, 1o. de noviembre. Estados Unidos bombardeó y dañó una central eléctrica y un em-balse poniendo en peligro a "miles de civiles", al tiempo que la gobernante milicia talibán de Afganistán aseguró haber repelido el primer ataque conjunto entre estadunidenses y la opositora Alianza del Norte en sus planes por avanzar por tres frentes hacia la estratégica ciudad de Mazar-e-Sharif, ubicada en el norte del país.
El régimen talibán también se adjudicó el derribamiento de un avión no identificado al oeste de Mazar-e-Sharif, así como haber hecho fracasar un intento de cuatro helicópteros estadunidenses por rescatar a un líder opositor realista que entró clandestinamente por el sur del país.
Además, Kabul manejaba la versión de haber detenido a uno o varios ciudadanos estadunidenses en su territorio.
La aviación estadunidense, secundada por los B-52, continuó con su acción destructiva en la madrugada del jueves en renovadas oleadas de bombardeos sobre las líneas del talibán en el frente noreste de Afganistán, cerca de la frontera con Tadjikistán.
Unas 15 bombas fueron arrojadas contra las posiciones de la milicia talibán, y las explosiones hicieron temblar los cristales de Jwaja Bahudin, a unos 25 kilómetros del frente de batalla.
En la noche del jueves Kabul también fue estremecida por nuevos bombazos, que fueron respondidos por la defensa antiaérea de las fuerzas afganas.
Al mismo tiempo, los aviones dejaron caer una serie de bombas en las aldeas de Kalai Nasro y Kalai Gulai, separadas por unos dos kilómetros de distancia y situadas en la línea del frente a unos 40 kilómetros de la capital de Afganistán.
La oposición armada se mantiene en los alrededores del frente de Bagram, también fuertemente castigado.
Miles, en peligro por inundaciones
Pero entre los objetivos civiles y de infraestructura, los peores daños de la jornada re-cayeron en la mayor represa de Afganistán y su central hidroeléctrica de Kajakai, en la provincia sureña de Helmand, que tras ser bombardeadas privaron de electricidad por tiempo indeterminado a las ciudades de Kandahar y Lashkar Gah.
"Por ahora el agua no comenzó a filtrarse, pero cualquier nuevo bombardeo destruiría la represa. Ello podría provocar inundaciones y poner en peligro la vida de miles de personas", denunció el ministro de Educación afgano, Amir Jan Muttaqi, en declaraciones a la agencia Afghan Islamic Press (Aip), cercana al talibán.
Añadió que en cambio la estación eléctrica y las instalaciones vecinas registraron daños severos o fueron destruidas. En ese sentido, afirmó que "Estados Unidos quiere destruirlo todo en Afganistán. No hay instalaciones militares en Kajaki, ni siquiera en el distrito".
Al respecto, otro responsable del gobierno talibán en Kabul aseguró que se quedaron sin electricidad las dos grandes ciudades del sur del país citadas.
El embalse se encuentra ubicado a 90 kilómetros de Kandahar, el bastión de la milicia gobernante, y contiene 2 mil 700 metros cúbicos de agua y produce 150 mil kilovatios por hora.
La represa permite la irrigación de terrenos cultivados por 75 mil familias en una zona desértica, complejo que fue construido durante el reinado del ex rey Zahir Shah, despuesto en 1973 y exiliado desde entonces en Italia.
Más al norte los estadunidenses atacaron las posiciones del ejército talibán en el frente durante unas cuatro horas, cerca de la frontera con Tadjikistán.
No obstante, el gobierno de Afganistán afirmó haber repelido una primera ofensiva conjunta estadunidense-oposición en el valle de Dara-e-Souf, a unos 70 kilómetros de Mazar-e-Sharif, donde los opositores trataron de armar una ofensiva bajo la co-bertura de los bombardeos coordinados con los estadunidenses.
El régimen talibán dijo que esos ataques fracasaron a pesar de los bombardeos de Estados Unidos, y que las tropas opositoras huyeron despavoridas dejando los cuerpos de sus muertos en el campo de batalla.
Allí, la resistencia talibán ha sido persistente, pues la captura de Mazar-e-Sharif permitiría a la Alianza del Norte cortar las líneas de suministro a los talibanes hacia el oeste afgano y abrir rutas hacia Tadjikistán y Uzbekistán al norte, lo que empeoraría la situación afgana porque en este último país Washington tiene más de mil soldados.
Otra oleada de bombardeos fue arrojada cerca del cuartel de Kala Kata, en la norteña provincia de Tajar, en tanto que el régimen talibán afirmó haber derribado un avión en el distrito de Char Bolak, a 40 kilómetros al oeste de Mazar-e-Sharif, de acuerdo con el jefe de la oficina de la agencia de prensa oficial Bajtar, en Jalalabad, Sher Shah Hamdard.
Otras fuentes del gobierno afgano dijeron haber sido informadas del incidente por radio por responsables en Mazar-e-Sharif.
Los responsables talibanes dijeron que estaban tratando de reunir datos sobre el supuesto avión estadunidense que se estrelló en la provincia de Balj, en la frontera con Uzbekistán, tras su derribamiento.
"Confirmamos que hemos alcanzado un avión de Estados Unidos. Lo vimos caer en el distrito afgano de Char Bolak, pero todavía estamos esperando más detalles" sobre su derribamiento, apuntó Bajtar.
La milicia gobernante también afirmó haber frustrado un intento de cuatro helicópteros estadunidenses al ponerlos en huida cuando trataban de rescatar al opositor Hamid Karzai en las inmediaciones de la ciudad de Deharwad, provincia de Uruzgan, cercana a Kandahar.
Según los servicios de inteligencia, citados por el embajador talibán Abdul Salam Zaeef, los aparatos aterrizaron en la zona pero no pudieron rescatar y recoger al dirigente opositor.
Sobre este asunto había versiones contradictorias, de que habría sido atrapado por los milicianos afganos o que había logrado escapar con otros seguidores.
En cualquier caso, Karzai es un allegado al ex rey Zahir Shah, y el régimen talibán estimaba que ese personaje cumplía una misión similar a la del comandante opositor Abdul Haq, de intentar fomentar una rebelión, y quien luego de ser atrapado fue ejecutado por "traición" y "espionaje" en fa-vor de potencias extranjeras.
Luz verde a voluntarios extranjeros
En cuanto a la detención de uno o varios estadunidenses por la milicia, Salam Zaeef se concretó a señalar que "tenemos a unos cuantos estadunidenses con nosotros", sin dar mayores detalles del lugar donde habría ocurrido eso y si se trataría de civiles o militares, agregó: "Fueron detenidos y estamos investigándolos".
Tras indicar que en los ataques de la no-che anterior sobre Paktia, Nanagarhar, Bulkh y otras localidades el saldo fue de 21 civiles muertos, anunció que voluntarios extranjeros podrían unirse a la milicia talibán en su resistencia contra la invasión de Estados Unidos.
"Permitimos que voluntarios entren a Af-ganistán desde Jalalabad", dijo al confirmar el anuncio de Islamabad de que combatientes paquistaníes entraron este día a Afganistán en apoyo al gobierno de los talibanes.
En contraposición el diplomático advirtió que todos los que se sumen a la campaña militar estadunidense serán considerados enemigos, sean musulmanes o no, en alusión a los anuncios de que Turquía enviará 90 efectivos a la zona de guerra, así como otros anuncios de apoyo a Occidente por parte de Japón y Australia.
La Alianza del Norte, que insistió en que Estados Unidos intensifique aún más los bombardeos, acusó a los servicios secretos de Pakistán de seguir apoyando al régimen talibán y a Osama Bin Laden, pues dijo que ninguno de los antiguos jefes de inteligencia ha renunciado y que mantienen la "mentalidad" de los años 80.
La oposición negó que haya lanzado una ofensiva con apoyo estadunidense para avanzar sobre Mazar-e-Sharif, y afirmó que en los bombardeos de Washington sobre la base aérea de Bagram fue alcanzado un depósito de municiones y combustible.
El representante especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para Afganistán, el argelino Lajdar Brahimi, descartó en Islamabad cualquier posibilidad de mantener negociaciones con el gobierno talibán, al afirmar que "no había demasiado interés y beneficio para nadie".
Al responder a la crítica del gobierno afgano de que Naciones Unidas se mantiene callada ante los ataques estadunidenses, sostuvo que si los talibanes entendieron que si hubiesen escuchado anteriormente a la ONU se podría haber evitado los acontecimientos de los últimos meses.
Por ello, dijo Brahimi, "no hay interés político" en hablar con los representantes del gobierno de los talibanes.