JUEVES Ť Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Los recursos actuales, claramente insuficientes; la reforma legislativa, necesaria

Requiere el sector energía 120 mil mdd para su modernización, señala Barnés

Ť En la presentación del programa sexenal, el Presidente convoca al Congreso a ''asumir con patriotismo y responsabilidad'' su compromiso en la materia Ť Deben responder ante los retos de este momento histórico

JUAN M. VENEGAS Y MIRIAM POSADA

El anuncio del Programa Nacional de Energía 2001-2006 fue en realidad la presentación del diagnóstico de los sectores eléctrico, petrolero y de gas natural. La conclusión fue que para reactivarlos y modernizarlos se requerirá en los próximos cinco años una inversión de 120 mil millones de dólares y que los recursos con los cuales se cuenta para hacer frente a ese reto "resultan claramente insuficientes".

Ante esa realidad -puntualizó el presidente Vicente Fox Quesada-, no hay más que aprobar las reformas legislativas (que próximamente enviará al Congreso) que permitan la apertura al capital privado. Vino entonces el llamado al Poder Legislativo a "responder ante los retos y oportunidades de este momento histórico, y tomar las mejores decisiones para el país".

Todos en México "tenemos un compromiso con el futuro en materia energética. šAsumámoslo con patriotismo y responsabilidad!", arengó el mandatario, no sólo a los legisladores, también a todos los trabajadores del sector, que representan "el capital humano que necesitamos para llevar a cabo con éxito la gran transformación energética".

En el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos -adonde fueron convocados líderes sindicales, empresarios y algunos legisladores a escuchar la presentación del programa sectorial de energía- correspondió al subsecretario de Política Energética y Desarrollo Tecnológico de la Secretaría de Energía, Francisco Barnés de Castro, hacer la relatoría de la situación de la industria petrolera, eléctrica y de gas natural, y de los proyectos y objetivos que se persiguen, todos bajo la condición de que el Legislativo apruebe las modificaciones constitucionales pertinentes.

Precisó asimismo las áreas en las que se pretende "estimular la inversión privada": generación de electricidad; exploración y producción de gas no asociado al petróleo; refinación de petróleo y procesamiento de gas y desarrollo de energías renovables. Todo esto iría acompañado -en la reforma que se planteará- de nuevos esquemas de comercialización, sobre todo en lo que se refiere a la electricidad.

El rezago en inversiones, causa de las serias limitaciones en el sector

El ex rector de la UNAM, hoy responsable de diseñar el diagnóstico en el gobierno foxista, empezó por exhibir las condiciones actuales de la industria. En el caso del petróleo, dijo, sus exportaciones representan 8.4 por ciento del total de las exportaciones del país y los impuestos a los hidrocarburos aportan 37 por ciento de los ingresos fiscales.

Pemex, además, ocupa el séptimo lugar en el ámbito mundial en términos de producción de petróleo y es una de las empresas más rentables en términos de generación de ingresos antes que de impuestos. A pesar de ello, enfrenta serias limitaciones "por haberse rezagado en las inversiones necesarias".

Paralelamente, desde 1984 han venido disminuyendo las reservas de petróleo y gas natural año con año, "y para abastecer el mercado nacional importamos actualmente 11 por ciento del gas natural, 29 por ciento del gas licuado de petróleo, 26 por ciento de la gasolina y 20 por ciento del combustóleo que se consume en el país".

El caso de la energía eléctrica no varía mucho. Y no obstante que la CFE es la sexta empresa en el ámbito mundial en términos de generación de electricidad, "con los proyectos comprometidos o en proceso de licitación tenemos garantizado el abasto de energía sólo hasta el año 2005", debido a la creciente demanda interna.

Respecto del gas natural, se prevé que la producción cubrirá sólo 75 por ciento de la demanda nacional en el 2005, por lo cual para los próximos años "seremos deficitarios".

La fiscal, otra carga más

La exposición de Barnés siguió con el régimen fiscal de Pemex y la CFE, empezando por lamentar que las decisiones importantes que les atañen "no se toman actualmente en su consejo de administración".

Así, la contribución de las aportaciones de Pemex a los ingresos fiscales de la Federación han ido en aumento en los últimos años, para pasar de un promedio de 24 por ciento, en el periodo 1990-94, a 36 por ciento en los últimos seis años.

''En los últimos tres años el gravamen fiscal de Petróleos Mexicanos ha sido superior a su remanente bruto, por lo cual la empresa ha tenido que endeudarse para pagar impuestos, mientras los subsidios a las tarifas eléctricas -otorgados por la CFE- han sido superiores a su contribución fiscal por concepto de aprovechamiento. Todo ello ha provocado la descapitalización de ambas empresas", precisó el subsecretario, quien sorpresivamente asumió toda la explicación del programa gubernamental, en lugar del titular de Energía, Ernesto Martens.

Sin recursos para cubrir la demanda

En la continuación de su exposición -que al final le valió la calificación de "muy bien" por parte del Presidente-, Barnés de Castro señaló que para los próximos cinco años la demanda de electricidad se incrementará en 45 por ciento; la de gas licuado de petróleo en 17; la de gas natural, en 80, y la de combustibles líquidos, incluyendo gasolina, dísel y querosina, crecerá en 28 por ciento.

Para hacerle frente a esas necesidades "se requiere invertir 120 mil millones de dólares en lo que se refiere a la ampliación y modernización de la infraestructura", lo que significa "el doble de lo que se ha invertido en los últimos seis años".

La conclusión fue contundente: "los recursos del sector público resultan claramente insuficientes y se requiere complementar las inversiones con capital social y privado".

Inversión privada sin afectar la soberanía

Por ese panorama se plantean las reformas, dijo el funcionario, con una estrategia que garantice a largo plazo el aseguramiento del abasto y el acceso pleno a los insumos energéticos, con "estándares internacionales de calidad y precios competitivos, contando para ello con empresas energéticas, públicas y privadas, de clase mundial".

También se busca, entre otros objetivos, un ordenamiento jurídico que dé seguridad y certeza a los agentes económicos y asegure la soberanía energética de la rectoría del Estado; impulsar la participación de empresas mexicanas en los proyectos de infraestructura; incrementar la utilización de fuentes renovables y promover el uso eficiente y el ahorro de energía, y utilizar de manera segura y confiable las fuentes nucleares de energía y sus aplicaciones para usos pacíficos, manteniendo los más altos estándares internacionales de seguridad.

Para alcanzar todas esas metas "es necesario llevar a cabo una reforma estructural" del todo el sector energético del país, que incluye "la reforma fiscal de Pemex y la CFE, que las libere de cargas fiscales excesivas, y la reforma legal que dé certidumbre y estimule la inversión privada".

Según Barnés, esto se podrá lograr conservando México la propiedad de explotación, manejo y regulación de los recursos energéticos nacionales y manteniendo el carácter público de Pemex, CFE y Luz y Fuerza del Centro.

No está en riesgo, pues, "la soberanía del Estado sobre los recursos energéticos", afirmó.

Luego vendría el mensaje final del mandatario, con el llamado al Congreso y la afirmación de que las reformas son más que necesarias, en la medida que la modernización del sector "es vital para las aspiraciones de crecimiento económico y de justicia social en nuestro país".