Retórica, la defensa de derechos humanos en
México, señala
Señora directora: Se llamaba Digna Ochoa,
tenía 38 años y era abogada. La asesinaron en su despacho,
como a los abogados laboralistas de Atocha, porque, como ellos, defendía
causas equivocadas y eso se paga siempre con la marginación, el
desprecio, la vida. El caso que la ocupaba, su último caso, era
la defensa de dos dirigentes políticos encarcelados por encabezar
protestas de campesinos y ecologistas contra la deforestación que
el Poder Legislativo permite.
Digna Ochoa nació y murió en México,
y en México fue secuestrada dos veces y muchas más recibió
amenazas de muerte. El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín
Pro Juárez, al que perteneció, no podía protegerla;
la policía, tampoco, como se ha visto, como se vio cuando tuvo que
instalarse en Estados Unidos porque la presión contra ella en su
país se hizo insoportable.
Ahora, pensando que el presidente Fox iba a cumplir su
promesa de luchar contra la corrupción policial y contra la impunidad
de los terratenientes y caciques locales, había vuelto, con sus
38 años radiantes de energía y de decisión, dispuesta
a ser feliz en su vida personal y eficaz como profesional y como militante.
Todos esos proyectos acabaron la semana pasada. La acribillaron
en su despacho, en plena zona residencial y, en la luz del día,
los asesinos se detuvieron a anunciar nuevos crímenes si siguen
molestando al patrón que los arma y les paga. Como en las películas.
La defensa de los derechos humanos parece retórica
vana sin mayor trascendencia, pero podemos dar muchas veces la vuelta al
mundo sin encontrar un lugar donde se respeten. Es verdad que no en todos
los países se encuentran habitualmente matones esperando tras la
puerta para coser a balazos a quien, por ejemplo, escriba sobre empresarios
que se aprovechan de los inmigrantes, pero eso no significa que se haya
conseguido el paraíso en la tierra.
Puede que la figura antiestética del matón
esté pasada de moda en nuestro entorno, pero estamos rodeados de
canallas que practican sutiles formas de asesinatos: las calles están
pobladas de víctimas que ni siquiera saben que una Declaración
Universal habla de ellos. Cada tiempo nuevo trae nuevas amenazas y siempre
se ciernen sobre los mismos.
Digna Ochoa quiso establecer la Declaración de
Derechos Humanos en situaciones y en personas concretas. Fue demasiado
osada. Sin embargo, algo hemos ganado: quizá los asesinos pensaran
que podían matar impunemente, aprovechando el barullo internacional
en que estamos sumidos. No lo han conseguido: la noticia del asesinato
de Digna ha circulado por el mundo con la fuerza de las desgracias y desde
el norte hasta el sur, en inglés, español o portugués,
secretarios de Estado, obispos, escritores americanos o europeos, personas
anónimas o con cargos rimbombantes han cuestionado la credibilidad
de Fox si no frena estos crímenes políticos esgrimiendo la
única base posible: la revitalización de las leyes que garantizan
la vida.
Porque el derecho que busca la justicia no puede servir
para que, encuadernado en piel, los políticos juren con la mano
levantada. Tantas veces sucia.
Pilar del Río
Exigen protección para integrantes del Pro
Señora directora: El Movimiento Ciudadano
por la Democracia (MCD) y las organizaciones abajo firmantes, lamentamos
profundamente la ejecución de la abogada Digna Ochoa, el pasado
19 de octubre, quien durante muchos años ofreció su esfuerzo,
trabajo y vida a la defensa de los derechos humanos en el país.
Vemos con mucha preocupación que dicha situación sea un retroceso
en el desarrollo de la vida democrática, cuestionando las posibilidades
del ejercicio del estado de derecho.
Pareciera ser que el crimen tiene tintes políticos,
pues la abogada venía padeciendo amenazas desde 1996 debido al trabajo
que desarrollaba en varios estados del país, siendo uno de los casos
más delicados el de los ecologistas de Guerrero, donde pudo comprobar
la tortura y falsificación de pruebas que integrantes del batallón
40 del Ejército Mexicano cometieran contra Rodolfo Montiel Flores
y Teodoro Cabrera García, quienes fueron aprehendidos en mayo de
1999 y acusados por delitos que no les han sido comprobados.
Habría que exigirle al gobierno mexicano el cumplimiento
del compromiso que los estados miembros de la OEA adoptaron en su Asamblea
General de Costa Rica, en junio de 2001, en cuya resolución AG/RES.1818
acordaron, entre otros asuntos:
Exhortar a los estados miembros a intensificar los esfuerzos
para adoptar las medidas necesarias que garanticen la vida, integridad
personal y libertad de expresión de los mismos, de acuerdo con la
legislación nacional y de conformidad con los principios y normas
reconocidos internacionalmente.
Por ello, ante la ejecución de Digna Ochoa, exigimos:
1. Un informe público sobre las investigaciones
de las amenazas que recibió.
2. Que la PGR y secretarías relacionadas colaboren
con la PGJDF en la investigación del caso, sobre todo, en la comparecencia
de servidores públicos y miembros de la Secretaría de la
Defensa Nacional, con el fin de esclarecer dicha ejecución.
3. Respeto irrestricto a los derechos humanos de los integrantes
del Centro Pro, y que se implementen las medidas necesarias para salvaguardar
su integridad física, al igual que la de las abogadas Pilar Noriega
y Bárbara Zamora.
4. Aplicar de manera urgente la Declaración de
los Defensores de Derechos Humanos, emitida por la Asamblea General de
Naciones Unidas.
Alianza Vallesana AC, Asamblea de Migrantes Indígenas
de la Ciudad de México, Centro Nacional de Comunicación Social,
Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón,
Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical, Escuela
de Capacitación Cívica, Expresión Cultural Mixe-Xaam,
Foro San Miguelense, Mujeres Comprometidas por México, Red de Formación
Indígenas y Tamaulipecos por la Paz
Indignación en UAM-I por asesinato de Ochoa
Señora directora: Ante el asesinato de la
defensora de derechos humanos Digna Ochoa, perpetrado el viernes 19, la
comunidad de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa,
manifiesta:
1. Su indignación y rechazo a este acto incalificable,
que vulnera de nueva cuenta los principios y derechos fundamentales que
el Estado mexicano dice garantizar.
2. Conforme a derecho, el esclarecimiento y castigo a
los responsables materiales e intelectuales de este crimen y que no quede
impune como tantos otros.
Joel Vázquez Ortega, Leticia Villaseñor,
Laura Cázares, Guillermo Villaseñor, Max Ortega, Gabriela
Rico Alba, Guillermo Hernández, Jorge Fuentes, Oscar García
González, Héctor Meza Aguilar y 221 firmas más
Pregunta para el librito de los economistas
Señora directora: Sirva este medio para
plantear a los expertos en economía una pregunta: En una economía
de mercado, con una demanda deprimida, ¿el librito no aconseja contener
la oferta para proteger los precios? Esto con respecto a la respuesta del
Presidente Fox a la estrategia propuesta por los miembros de la OPEP para
enfrentar las actuales condiciones del mercado petrolero.
Atentamente:
J. Agustín Flores
Opina que el Tribunal Universitario actúa contrario
a derecho
Señora directora: Me he enterado de las
agresiones de que han sido objeto los compañeros de la Facultad
de Derecho por parte de porros, los días 17 y 18 de octubre pasado,
y que, además, han sido enviados al Tribunal Universitario ocho
estudiantes de dicha facultad.
Quiero expresarles, por escrito y personalmente, mi solidaridad
porque considero que el Tribunal Universitario es totalmente contrario
a todos los principios del derecho. Fundamentalmente porque viola el derecho
a obtener justicia al aplicar procedimientos en donde las autoridades son
juez y parte, y porque la comunidad universitaria discutió a fondo
en el congreso de 1990 su desaparición, cuyo acuerdo no fue respetado
por las autoridades universitarias.
Como profesor universitario me indigna profundamente que
en esta Universidad y en este país continúe utilizándose
a los porros para combatir la disidencia, sobre todo cuando se habla de
tiempos de cambio político a escala nacional y en el DF, más
aún si se ponderan los discursos de la rectoría en el sentido
de impulsar una reforma universitaria democrática.
Por lo tanto, reitero mi solidaridad y mi voluntad de
crear una corriente de opinión entre los profesores para que colectiva
y organizadamente rechacemos la acción de los porros y los juicios
amañados del Tribunal Universitario.
Atentamente:
Profa. María Esther Navarro, ex consejera universitaria
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